Es cuestión de tiempo que los gigantes del ‘streaming’ se zambullan en las turbulentas aguas del deporte en directo. ¿Por qué no iban a hacerlo? Tienen una enorme masa de usuarios a nivel global, músculo financiero para afrontar cualquier operación, y la necesidad de seguir alimentando a sus suscriptores para que no dejen de pagar su cuota mensual.
El deporte en directo es cada vez un negocio menos lucrativo para las cadenas de televisión. Cuando logran rentabilizarlo, si es que lo hacen, los márgenes son estrechos, ya que la burbuja ha disparado unos precios que son casi inasumibles. El último ejemplo ha sido el acuerdo entre la NBA y la dupla que forman TNT y ESPN, que han pagado poco más de 24.000 millones de dólares por una década de emisión de los partidos de baloncesto.
Ambas cadenas, pese a soltar esa millonada, saben que su público está cambiando rápidamente. Los jóvenes ya no se sientan dos o tres horas delante de la televisión para ver un partido porque son dueños de su ocio. Ven los contenidos a demanda, los resúmenes en YouTube o cuando quieren en su canal de Twitch favorito. ESPN ya ha reconocido que su audiencia entre 18 y 49 años, la más ansiada por los anunciantes, se ha reducido un 35% en la última década y todavía no ha habido ningunas Finales de la NBA que hayan superado en audiencia a las del año 1998.
Esa es una de las ventajas y claves del éxito de plataformas como Amazon o Netflix: es el usuario el que decide cuándo ver el contenido, no la cadena de televisión o la liga de turno con sus horarios.
Eso que ya saben en ESPN lo están empezando a ver en La Liga, que no es ajena a la realidad. La puesta de emitir un partido a la semana con la narración de Ibai Llanos y Ander Cortés, dos de los ‘streamers’ más populares en Twitch, es el mejor ejemplo de ello y un primer intento de conectar con el público joven, que es la base para que la popularidad de la competición se mantenga.
La ventana de Twitch y el caso Premier
Amazon es el socio ideal para La Liga por la ventana al mundo que tiene gracias a Twitch, la plataforma de emisión de contenidos que compró por poco más de 700 millones de euros en el año 2014.
Además, no son agentes extraños pues ya han colaborado en multitud de oportunidades. Amazon ya ha emitido dos ediciones del documental ‘Six Dreams’, en el que siguen a seis jugadores, entrenadores o directivos de equipos de La Liga a lo largo de una temporada. Además, el gigante de Seattle tiene ya sus acuerdos con la Real Federación Española de Fútbol, tenedora de los derechos de la Copa del Rey o la Supercopa de España, pues se encargó de emitir el documental por el décimo aniversario del triunfo en el Mundial de Sudáfrica.
Por si fuera poco, la firma fundada y dirigida por Jeff Bezos puede poner sobre la mesa el caso de éxito de la Premier League, la liga de fútbol británica. En el año 2019 llegó a un acuerdo con BT, propietaria de uno de los paquetes en los que se divide la emisión de la competición en las islas, para emitir 20 partidos al año durante tres temporadas por un monto total de 90 millones de libras. Todos los encuentros se concentrarían en dos días, los del navideño Boxing Day, precisamente los más vistos del año.
Amazon los ofreció para todos sus abonados de Prime en Reino Unido y consiguió, tal y como reconoció la compañía, los mejores días de altas desde que aterrizara en el país en el año 2007. La plataforma también emite los torneos de la ATP de tenis en Reino Unido, así como un partido a la semana de la todopoderosa NFL, lo que le cuesta 130 millones de dólares pese a que no lo tiene en exclusiva.
El ejemplo del… ¿ajedrez?
La ventana al mundo que es Twitch no es solo una tremenda oportunidad para Ibai Llanos, El Rubius o cualquier otro creador de contenido. Lo es también para La Liga, la NBA o la todopoderosa NFL, la liga deportiva con más ingresos del mundo. Todos ellos bien podrían aprender del éxito del ajedrez.
Con el ‘boom’ provocado por la serie ‘Gambito de Dama’ de Netflix, las retransmisiones de ajedrez en Twitch se han disparado. «Estamos viendo un verdadero ‘boom’, llega mucha gente nueva», explica David Martínez, Maestro Internacional y narrador de las partidas que emite Chess24.es. Junto a él suele estar Pepe Cuenca, y ambos concentran audiencias que rebasan el pico de las 10.000 personas en partidas de hasta siete horas.
«Nuestro trabajo es que les guste, que lo vean y que sea accesible para todos. La gente viene a una retransmisión y lo pasa bien, es todo muy interactivo y al final les gusta», explica Cuenca, que tiene el vitalicio título de Gran Maestro.
¿Cómo es posible que 10.000 personas vean una partida de ajedrez durante tantas horas? Esa es la pregunta que ellos han respondido y que ahora deben plantearse, extrapolada, La Liga y otras competiciones deportivas masivas, ya que todo se reduce a una competición por el tiempo y la atención del público. «Nosotros hemos tratado de romper una barrera que había entre los grandes maestros y el público. Lo hemos hecho a través del lenguaje, del ritmo y de las retransmisiones con un estilo que es personal«, explica Martínez, que también es el entrenador de David Antón, uno de los mejores jugadores españoles. Es eso precisamente lo que busca La Liga con la incorporación de Ibai a las retransmisiones.
Para ellos es clave conocer a su público. «Sabemos que es gente de nivel más cercano a la iniciación. No puedes acercarte a ellos o hacer una retransmisión con un lenguaje muy elitista, una imagen que a veces ha ido aparejada al ajedrez», explica Cuenca a El Confidencial. Fruto de ello nacen expresiones que este Gran Maestro acuña y que acaban calando entre el público. En sus retransmisiones «donpepizar» es cambiar damas, «el Facun» es el peón de la columna F y a un movimiento decisivo suele acompañarle un «ratatata» con un estilo que recuerda a Andrés Montes.
Sus retransmisiones, que se pueden ver en el canal de Twitch de Chess24.es, han llegado a picos de más de 30.000 personas, coincidiendo con la resolución del campeonato del mundo que disputaron hace dos años Magnus Carlsen y Fabiano Caruana. El éxito del ajedrez bien podría ser un caso de estudio para La Liga de fútbol. Quién se lo iba a decir a Javier Tebas.
Fuente: Elconfidencial.com (30/1/21) Pixabay.com