Decía mi madre que de comer había lentejas. «O las tomas o las dejas». Y esto mismo está pasando con el mercado de coches nuevos. La cadena de suministros está absolutamente rota. Los tiempos de espera son exasperantes en muchos casos. Y los fabricantes ya venden paquetes cerrados para rebajar sus plazos.
Hace solo unos días os contamos que hay una solución para saltarse los tiempos de espera de los Tesla Model 3 e Y: pagar hasta 11.000 euros más por un vehículo ya matriculado que por un coche nuevo. No es algo que sólo esté pasando en nuestro país. En Estados Unidos, hay marcas pagando bonus a los propietarios que mantienen sus coches y no buscan hacer negocio con ellos.
En España, comprarse un coche nuevo es cada día más complicado. Y configurarlo a nuestro gusto una quimera, a menos que lo encargues con tiempo. Con mucho tiempo de antelación. Ya en diciembre se registraba un aumento en los tiempos de espera medios hasta los 87 días, cuando lo habitual eran unas cuatro semanas de espera.
Pero, ahora mismo, recibir un coche en 87 días puede ser una buena noticia. Ford, por ejemplo, ha tenido que cerrar pedidos de sus Fiesta y Focus. Recibir un Tesla Model 3 puede ser cuestión de medio año. Hyundai y Kia están dando plazos similares para sus modelos Cero emisiones. Según Motorpasión, los BMW i4 pueden llevar esperas de entre nueve y doce meses. Sabemos de primera mano que empresas como Audi han llegado a ofrecer coches sin terminar a sus clientes, prometiendo una actualización del equipamiento comprado cuando éste estuviera disponible.
Negro, por supuesto
Henry Ford está considerado el inventor de la producción en cadena de la automoción. Consiguió que la demanda de sus Ford T fuera tan alta que superaba con creces a la oferta. Cuenta la leyenda que Henry Ford repetía una frase: «mis clientes pueden comprar el Ford T del color que quieran, siempre y cuando sea negro«.
Y esto es lo que están aplicando las marcas para solventar la crisis de suministro. Que el Dacia Spring haya sido el coche eléctrico más vendido de España en julio de 2022 no es casualidad: su plazo de entrega es casi inmediato Algo parecido pasa con el Citroën ë-C4, el segundo más vendido y que tiene un plazo de entrega de entre uno y dos meses. La misma estrategia que también está siguiendo Renault, quienes con su plan Fast Track garantizan la entrega de sus coches en un plazo máximo de 30 días.
¿Cómo lo hacen? Como lo haría Henry Ford: fabricando en masa con equipamientos cerrados. Como las lentejas, o las tomas o las dejas. La estrategia la están siguiendo muchos otros fabricantes. Seat ha simplificado sus gamas de los Arona e Ibiza y el Volkswagen ID.3 sólo se vende con motor de 204 CV y batería de 58 kWh.
Además de recoger a diario el precio del combustible, en dieselogasolina.com recogen el tiempo medio de espera para recibir un coche por cada marca. Según sus datos, esperar un Skoda conlleva 157 días de espera. Sólo Porsche con 175 días tiene peores previsiones.
Aunque la inflación se ha disparado y la situación económica no ayuda a vender coches, lo cierto es que los tiempos de espera dejan algo claro: la demanda sigue siendo superior a la oferta. Y los compradores no pueden o no quieren esperar tanto tiempo. No sólo en España, en Estados Unidos sólo uno de cada diez compradores está dispuesto a esperar un año a que le entreguen su coche.
En un mercado donde los coches nuevos escasean y son caros, también hay quien está aprovechando para dar salida a sus viejos vehículos. Según Anfac, «durante 2021, se vendieron 1.257.787 unidades de turismos de más de 10 años de antigüedad. Una cifra muy superior a las 859.476 unidades de turismos nuevos registrados durante el año pasado». Y por cada coche nuevo que se vende, el mercado de segunda mano vende 1,4 coches con más de 10 años de antigüedad.
Fuente: xataka.com (14/8/22) pixabay.com