Existen pocas personas que no le tengan miedo a las abejas, o al menos a sus picaduras. En el caso de Mikaila Ulmer, una niña estadounidense de 11 años, el pánico que sentía por ellas era más que justificado. Cuando la pequeña tenía tan solo 4 años fue atacada por dos insectos en el periodo de una semana. Sus padres, lejos de alimentar el miedo que sentía su hija hacia las abejas la instaron a conocer sobre el rol tan importante que estas desempeñan en el ecosistema mundial y el peligro al que están expuestas diariamente.
Mikaila creció y con ella su interés hacia estos animales. En la actualidad, a sus 11 años de edad, la niña ha creado un negocio millonario, la limonadaBee Sweet, a partir de la receta de su familia. Lo que empezó como una forma de aportar su granito de arena para preservar la vida de las abejas se convirtió en un éxito mundial. Mikaila vendía su limonada casera, endulzada con miel natural, en un puesto a pie de calle con intención de donar las ganancias a organizaciones que ayudasen a estos insectos.
Su fama y sus buenas intenciones se propagaron como la pólvora hasta llegar a las pantallas de un conocido programa de televisión estadounidense que ayuda a nuevos emprendedores a financiar sus proyectos. Mikaila fue obsequiada con 60.000 dólares para continuar con su idea. De esta manera la marca ‘Bee Sweet’ causó el interés de la cadena de supermercados ecológicos, Whole Foods, quienes ofrecieron a la niña un contrato de 11 millones de dólares para vender la limonada en 55 de sus establecimientos a lo largo de todo Estados Unidos.
La niña destina una parte de los beneficios a organizaciones que ayudan a preservar el mundo de las abejas. Además Mikaila Ulmer se ha convertido en embajadora de estos pequeños animales, concienciando a niños y mayores del peligro que corren, debido a los pesticidas utilizados en la agricultura, y la importancia que tienen en nuestro ecosistema. Su forma de emprender ha sido premiada con diversos reconocimientos e incluso ha sido invitada a una cena en la Casa Blanca.
Existen pocas personas que conocen la importancia de estos insectos, encargados de la polinización, dependiendo de ellos la agricultura, las plantas y el alimento de animales y personas. Sorprendentemente los más pequeños a veces realizan los proyectos más grandes.
Fuente: ELmundo.es (10/5/16)
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