Más de siete millones de personas visitan la torre Eiffel al año.
Más de 30.000 personas ascienden a ella cada día y hay al menos cinco meses al año, que la espera para subir a su cima se puede alargar hasta dos horas, pero todo el mundo coincide en que estar en la Torre Eiffel es conocer París, su historia, su grandeza y su belleza. Este prodigio de la ingeniería moderna se construyó para celebrar el centenario de la Revolución Francesa y ser el símbolo de la Exposición Universal de 1889. La intención era retirarlo veinte años después, pero su autor se empeñó en demostrar la utilidad de la torre como antena de radiodifusión y convenció a los parisinos de su belleza, que al principio la veían como «demasiado grande» y «fea».
La torre, construida por el ingeniero Gustave Eiffel, es hoy el monumento más visitado del mundo y más de 250 millones de personas -en su mayoría turistas extranjeros- han tenido la oportunidad desde que se inauguró de disfrutar de las mejores vistas de París desde su cima. Símbolo de la era industrial y del poderío económico de Europa, la Torre Eiffel mide 300 metros (24 más gracias a una antena de telecomunicaciones que hay en su cima), pesa 10.100 toneladas (sólo la estructura metálica pesa 7.300 toneladas) y tiene una superficie total de 250.000 metros cuadrados.
Pero la torre pudo convertirse en el símbolo de otras grandes ciudades, ya que Eiffel se la ofreció a varias antes de iniciar la construcción en París. Barcelona la rechazó por no corresponderse estéticamente con las construcciones de la Ciudad Condal y quizá se arrepienta eternamente.
Durante 41 años fue la construcción más alta del mundo, un honor que le quitó el edificio Chrysler (Nueva York). También hoy este monumento de Eiffel, que también es el autor del puente de Triana de Sevilla o del esqueleto de la Estatua de la Libertad de Nueva York, es uno de los más replicados, ya que existen 17 reproducciones de la torre en todo el mundo. La más famosa y alta está en Las Vegas y alcanza los 165 metros.
Pero la torre Eiffel no es sólo la marca más universal de París, este monumento, que se ilumina todos los días con 20.000 bombillas al principio de cada hora desde la puesta de sol y hasta la una de la madrugada, es además un centro de telecomunicaciones. En 1898, se emitieron señales de radio desde ella, en 1903 sirvió como radio militar y durante las dos Guerras Mundiales se interceptaron desde ella importantes mensajes, incluso durante la ocupación nazi de París, que fue de 1940 a 1944, la torre se utilizó para la difusión de la televisión alemana.
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