Muy Mucho factura 10 millones de euros vendiendo artículos para la casa.
Stefan Quiles es director general de Muy Mucho, una cadena de tiendas especializadas en artículos de regalo, complementos para el hogar y decoración. Los comercios de su marca están repartidos entre Cataluña, Oviedo y Madrid. “Próximamente abriremos franquicias en Vitoria, Canarias y Madrid”, asegura. Primero fueron sus padres, un matrimonio franco-suizo que decidió domiciliarse en Barcelona, quienes inauguraron el negocio con su primer local barcelonés (“ellos dieron clase y estilo al concepto del todo a cien. Además, creo que nuestra multiculturalidad también ha influido en el concepto de negocio”, dice).
Era mediados de los años noventa y Stefan aún estaba estudiando en Suiza. “Yo me incorporo a la empresa en 2002 y es entonces cuando abrimos en Rumanía. Pero allí el marco legal es muy difícil, así que decidimos olvidarnos”. Muy Mucho vuelve a arrancar en España, “abrimos tiendas y en 2011 inauguramos un centro logístico en Sant Boi de Llobregat”. En esta instalación, de 3.400 metros cuadrados, la empresa invirtió un millón de euros (“y ya se nos ha quedado pequeña”).
Para la marca, la venta por Internet no ha funcionado porque “nuestro producto es una compra por impulso, y la gente gusta de entrar en la tienda, tocar el objeto, disfrutar de la experiencia y comprar”, explica.
Stefan Quiles transmite en su mirada un atrevimiento que queda reflejado en la estructura de negocio de Muy Mucho. “Queremos acabar el año con entre 20 y 23 tiendas. Tendremos algunas aperturas en Cataluña y las demás serán en el resto de España. Además, queremos entrar en Francia, Bulgaria, Alemania y Estados Unidos. Por los extranjeros que pasan por nuestras tiendas hemos comprobado que podemos tener éxito en estos mercados”, dice con convicción.
Al entrar en cualquiera de las tiendas de la marca (“todas de más de 300 metros cuadrados y ubicadas tanto a pie de calle como en centros comerciales”), uno en seguida se da cuenta de que está en un lugar diferente: “Buscamos que cuando los clientes entren en cualquiera de nuestros locales tengan una experiencia muy agradable. Por esta razón cuidamos mucho los aromas, la música, la luz, los colores… Queremos alejarnos del estrés que, en ciertos centros comerciales y grandes superficies, se provoca en el cliente para que compre”. Muy Mucho ha hecho de la ambientación una verdadera seña de identidad, pero “el producto es de buena calidad y a un precio inmejorable. Podríamos decir que, sin querer, nos hemos posicionado en un segmento sin apenas competencia”, indica Quiles.
El 80% de su clientela está formada por mujeres, “desde chicas de 15 años que compran bisutería hasta señoras que compran complementos para su casa”. Muy Mucho ofrece más de 3.000 artículos de decoración, menaje, cocina, baño, textil, jardinería y línea infantil. “Cada año adquirimos más de 10.000 artículos diferentes. Al principio comprábamos a proveedores nacionales. Sin embargo, desde hace algunos años trabajamos directamente con China, de donde nos llegan 150 contenedores al año cargados. Con la crisis, si no tienes capacidad para comprar directamente en China, lo tienes muy difícil. En los últimos años han desaparecido un 80% de los importadores, por lo que no nos ha quedado otra solución que viajar a China y comprar allí directamente a los fabricantes”, confiesa. Para que esto no ocurriera y Muy Mucho pudiera volver a comprar en España, “tendría que haber un cambio de tendencia económica global en la macroeconomía. Demasiada normativa e impuestos para hacerlo posible”.
Para Stefan Quiles, las tiendas de Muy Mucho son “lugares donde obtienes muy mucho por muy poco. Somos una evolución del todo a cien, un equilibrio entre variedad, calidad y precio. Esto nos permite ofrecer un producto muy diferenciado”. En un momento en el que miles de comercios echan el cierre, facturar 10 millones de euros, como hizo el año pasado, es todo un éxito. ¿El origen del nombre? “Una expresión que tomamos de la película Forrest Gump y que define nuestro concepto de negocio”.
Fuente: Elpais.com (17/11/13)
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