Las dificultades de caja precipitan subidas del Impuesto sobre Bienes Inmuebles en el 75% de los Ayuntamientos. Cada final de año se produce uno de los momentos más desagradables para los propietarios de viviendas: el pago del temido IBI. Lo acabamos de vivir. En los últimos tiempos, con el estallido de la crisis y la desaparición de otros tributos -como los Impuestos sobre Actividades Económicas (IAC) y sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (Icio)- el IBI se ha convertido en el gran tributo municipal.
Ante las dificultades de los municipios españoles -que son los encargados de gestionar este impuesto, junto con las diputaciones- para financiarse, este año muchos han apostado por elevar el IBI. Este tributo está basado en el valor catastral de los inmuebles, cuya cuantía es recomendable revisar cuando esté significativamente por debajo del 0,5 del valor de mercado o después de diez años de la última actualización, según el propio texto de la Ley del Catastro Inmobiliario.
Asimismo, se suma un recargo de entre el 4 y el 10% aprobado por el Gobierno el 30 de diciembre de 2011 para este ejercicio y el próximo, en el marco del primer plan de medidas extraordinarias del Ejecutivo de Mariano Rajoy para atajar el déficit.
Las mayores alzas
Según los cálculos de Alma Consulting Group, más de 4.000 municipios han visto incrementada su cuota del IBI en 2012 un 10%, lo mismo que va a crecer el próximo ejercicio.
Las subidas más destacadas se registraron en ciudades como Zaragoza, Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife, Oviedo o La Coruña, así como los 112 municipios que conforman la provincia de Vizcaya. Ese incremento afecta, además, en la generación de plusvalías.
De la misma manera, otros 678 municipios han elevado el IBI un 6%, y otros 1.254 el 4%. En total han sido más de 6.000 los ayuntamientos afectados por la subida de este tributo, el 75% del total.
Madrid se dispara
Entre los ayuntamientos más destacados que han apostado por la vía de la actualización se encuentra Madrid, que llevaba desde 2002 sin elevar el tributo, y que en 2012 lo subió un 6,9 por ciento de media. Sin embargo, la subida anunciada el pasado noviembre -en medio de la crisis del Madrid Arena-, tendrá dos tramos: los pisos cuyo valor catastral esté por debajo de los 89.227 euros -un total de 716.176 de los 2,8 millones de viviendas que tributan por el IBI en la capital- mantendrán el tipo actual, situado en el 0,581%; mientras que los que estén por encima de ese valor pagarán un 0,604 por ciento.
La subida absoluta es del 74% hasta 2021, aunque se prorrateará a razón de un 5,7% anual desde el presente ejercicio. El objetivo del consistorio es recaudar unos 35 millones adicionales este curso. En 2011, los ingresos de Madrid en este concepto se elevaron hasta los 1.027 millones de euros. Para compensar la subida, la alcaldesa, Ana Botella, anunció que la ayuda para pagar el IBI a los contribuyentes con menos recursos pasa de 60 a 100 euros.
Por su parte, Barcelona, también en condiciones de actualizar el valor catastral de sus inmuebles, decidió aplazar la decisión hasta 2014, influida por las elecciones autonómicas celebradas el 25 de noviembre.
Sobreimposición fiscal
Hasta el 65 por ciento de las compañías sufren lo que se denomina «sobreimposiciones fiscales» en lo relativo al IBI, o lo que es lo mismo, pagan más por el impuesto de lo que les correspondería. Ello se debe a que existe una diferencia entre el valor catastral registrado y el valor real de los bienes inmuebles.
Mientras tanto, el Gobierno va a eximir de pagar el IBI del 3% a las empresas extranjeras que no residan en España, según una enmienda en el proyecto de Ley de Medidas Tributarias. El texto señala que el tributo pasa a referirse solo a «las entidades residentes en un país o territorio que tengan la consideración de paraíso fiscal», y el resto quedan exentas.
Fuente: Eleconomista.es (3/1/2013)
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