A pesar de que el éxito en la inserción profesional de un recién titulado no depende tanto de la carrera que eligió como de las competencias y habilidades que ha conseguido desarrollar, bien es cierto que hay titulaciones más demandadas que otras en el mercado laboral.
Estas titulaciones, por sus contenidos, están más adaptadas a los sectores que tienen un mayor nivel de actividad económica. Así lo explica Lourdes García, técnico en inserción profesional del COIE de la Universidad Complutense de Madrid, quien considera que «los programas que forman perfiles técnicos relacionados con las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones, así como otras cuya vinculación con aspectos estrictamente empresariales es muy alta, son las que presentan, en principio, mayores oportunidades laborales».GarantíasAun así, en un mercado laboral tan incierto y cambiante como el que vivimos, un título no es suficiente para asegurarse un puesto. Mariano Cañas, director de ventas y márketing de Experis Perm, advierte de que las empresas necesitan profesionales que demuestren que pueden adaptarse a diferentes entornos. «Algo que un recién graduado es capaz de probar a través de experiencias internacionales, por ejemplo, con las que no sólo muestra autonomía e independencia, también inquietud, visión global y el manejo de otro idioma».
Un título abre muchas puertas. No en vano los graduados universitarios siguen liderando la oferta de empleo cualificado en nuestro país. Pero también es cierto que la formación debe venir acompañada de otras habilidades que les diferencien y llamen la atención en un proceso de selección. Y con esto los expertos no se refieren al dominio de un segundo idioma –que se considera ya una parte natural de cualquier currículo y no un extra–, sino a otras capacidades como «la flexibilidad y la posibilidad de movilidad geográfica, entre otras», indica Óscar Cabo, manager de ventas y márketing en Adecco.
Sin embargo, participar en ONG, en simulaciones empresariales y aprovechar las becas y prácticas de algunas empresas pueden convertirse en la principal razón para que un seleccionador se fije en ti en un proceso. «Fundamental también es adquirir una experiencia internacional», puntualiza Alex Jané, jefe de equipo de ingeniería y logística de Randstad Professionals.
El esfuerzo por acercar universidad y empresa no debe ser exclusivo del alumno. Pedro Lara, vicerrector de calidad e innovación académica de la Universidad Europea, cree que más allá de los datos coyunturales, «las universidades deben permanecer muy atentas a las nuevas demandas que van surgiendo para poner en marcha, cada año, titulaciones innovadoras que respondan a las nuevas necesidades del mercado de trabajo en sus diferentes sectores.
Esto sólo se consigue con un modelo académico que apueste por la mejora de la empleabilidad de los estudiantes, conectando el mundo empresarial con el académico tanto a través del personal docente como de la adaptación de los contenidos». De ahí que algunos de los grados más demandados en la UEM sean, entre otros, Criminología, el Global Bachelor’s Degree in Business Management and Entrepreneurship, y Creación y Desarrollo de Videojuegos, que se caracterizan por estar muy unidos a la realidad empresarial actual.
Los servicios de orientación y de formación también son una baza para muchas universidades en su apoyo al alumnado de cara a su salida al mercado laboral. No sólo eso. Muchas instituciones también han puesto la atención sobre el déficit de otros factores esenciales en la empleabilidad de un joven graduado, como son la inteligencia emocional y la madurez. En este sentido, algunas como el IEB, apuestan por talleres y seminarios en los que se trabajan estos aspectos y se busca el desarrollo humano. Matices que ahora son observados con lupa por las empresas. Se trata, en definitiva, de ir incorporando la visión profesional como un aspecto más de la formación durante los años en los que se realizan los estudios superiores.
ADE, las ingenierías en general, Economía y Derecho son las carreras que acaparan la mayoría de las ofertas de trabajo. Este factor, aunque importante, no debería ser el principal a la hora de elegir titulación.Vocación, ¿sí o no?Ignacio Llorente, jefe de orientación profesional del IEB, cree que ante todo «hay que ser realista y, más que hablar de vocación, hay que plantearse las alternativas de estudios y las opciones laborales como áreas y campos en los que puedas destacar y tener claro cuáles serán tus oportunidades reales de trabajo». No es tanto centrarse en aquellas carreras con mayor oferta laboral, sino «anticiparse a los sectores y funciones que sean de futuro dentro del ámbito en el que uno quiere desarrollarse como profesional», añade. Una decisión muy complicada. Sobre todo para un joven de apenas 18 años.
Por eso mismo, Adecco, a través de su V Informe Adecco Professional sobre carreras con más salidas profesionales, ofrece un decálogo para ayudar a los futuros universitarios a elegir un grado a su medida: «lo primero que hay que hacer es conocerse a uno mismo y, si no tienes clara tu identidad profesional, deberás hacer un ejercicio profundo de reflexión sobre tus habilidades y tus capacidades; infórmate y conoce las ofertas laborales ligadas a las titulaciones universitarias y cuáles serán las asignaturas obligatorias y optativas, las especialidades y las posibilidades que te dará esa carrera para realizar estudios en el extranjero; conoce el mercado laboral y las especialidades más demandadas; conjuga todos tus intereses y busca esas carreras que mejor se adapten a tus habilidades y gustos, y en las que te sientas apto para lograr desarrollar tu potencial en el mercado de trabajo; decide tú porque, en ocasiones, hay factores externos que pueden llegar a presionarte para que elijas una opción, aunque deberás escuchar los consejos de tu entorno; no te asustes por descubrir que tienes diferentes vocaciones; analiza la especialización de la titulación que más te gusta porque, aunque no se encuentre entre las más solicitadas por las empresas, puede que tenga áreas relacionadas con las tendencias más actuales del mercado; si no se imparte esa carrera en tu ciudad, muévete; realízate personalmente, pues el trabajo no es sólo un medio de subsistencia, sino también un instrumento de realización personal y un vínculo social».
En el fondo, cuando alguien se conoce bien a sí mismo y entiende sus capacidades, llegará muy lejos en la profesión que escoja, aunque no se encuentre entre las más demandadas.¿Cuáles son las carreras con más salidas en el extranjero?Sólo en el último año, más de 221.000 jóvenes hicieron las maletas para buscar una oportunidad laboral fuera de nuestras fronteras. Pero no todos los que se marchan encuentran un trabajo en el país de destino. Muchos se ven obligados a volver a casa tras un periplo por empleos temporales y que nada tienen que ver con lo que estudiaron.
Aunque nunca conviene generalizar, porque cada país tiene sus propias necesidades de profesionales, hay algunas carreras que son más demandadas que otras. Según Alex Jané, jefe de equipo de ingeniería y logística de Randstad Professionals, son los informáticos, los ingenieros (en casi cualquiera de sus áreas, tanto superiores como técnicas), los graduados en administración y dirección de empresas y los médicos los titulados españoles más demandados en el extranjero.
En general, el talento español es requerido en toda Europa y ahora, cada vez más, también en países emergentes, Oriente y África.
Lourdes García, técnico en inserción profesional del COIE de la Universidad Complutense, recomienda a las personas interesadas en trabajar en otro país que contacten con las cámaras de comercio, embajadas , consejerías de empleo en el exterior y, en el caso de Europa, con la red Eures.
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