El despacho que preside Adolfo Suárez Illana ha ganado un litigio en la Corte Suprema de Londres en defensa de Andrew Ainsworth, fabricante de cascos y ‘merchandising’ de ‘La guerra de las galaxias’.
Ontier, el despacho que preside Adolfo Suárez Illana, ha ganado un pleito multimillonario a Lucasfilm en la Corte Suprema de Londres en defensa de Andrew Ainsworth, fabricante de cascos y merchandising de La guerra de las galaxias.
En la causa se personaron también Steven Spielberg, Peter Jackson, James Cameron y Jon Landau al entender que el litigio sobre la fabricación y venta de trajes y complementos que replican los de la saga afecta de lleno a toda la industria cinematográfica.
El grupo Lucasfilm, que pertenece a George Lucas, asesorado por Harbottle & Lewis, demandó a Ainsworth y a su compañía, Shepperton Design Studios Limited, por daños y perjuicios de más de 10 millones de libras para impedir que fabricara y vendiera réplicas de los trajes y complementos de La guerra de las galaxias.
Ainsworth participó en el diseño original de las tropas de la saga, las stormtroopers, en los años 70. Treinta años después, este inventor inglés encontró un guerrero original de la saga en un almacén y decidió hacer réplicas y venderlas. Y se encontró con la demanda de Lucasfilm.
SC Andrew LLP, el despacho británico que ha asesorado a Ainsworth y que forma parte de Ontier, consiguió persuadir a los tribunales de que el vestuario, decorados y atrezzo que ha salido en una película deben ser considerados de la misma forma que los diseños industriales, lo que significaba que el cliente tenía libertad para fabricar y vender réplicas de los cascos y armadura de los stormtroopers y para quedarse las herramientas originales y los moldes.
Según admite la Corte Suprema de Londres, bajo ley estadounidense Ainsworth infringió varios copyrights. Lucasfilm demandaba que el tribunal inglés debería aplicar la ley de EEUU. De hecho, Lucasfilm demandó a Ainsworth en California por 20 millones de dólares pero el inventor británico no compareció. De esta suma, 10 millones eran daños compensatorios. Lucasfilm pedía que el tribunal inglés reconociera y ejecutara el fallo por valor de 10 millones.
Esta demanda no fue atendida, a pesar de que Lucasfilm mostró que la web de Ainsworth se dirigía a clientes estadounidenses porque el precio de los cascos aparecía antes en dólares que en libras. También se especificaban los gastos de envío para EEUU y Canadá.
Ainsworth alegó que el trabajo que realizó para crear los cascos era “escultórico”, por lo que esgrimió que era el dueño de esos derechos. La Corte Suprema de Londres acepta, por tanto, los argumentos del inventor inglés, pero sólo le advierte de que si sigue vendiendo los cascos en EEUU puede enfrentarse a infracciones de copyrights en ese país.
La sentencia de primera instancia se dictó en 2008, en segunda instancia en 2009 y, en el Supremo, en 2011. El caso ha sido considerado uno de los litigios más importantes del año por The Lawyer.
En estos momentos, se acaba de ejecutar la sentencia y se estudian pleitos similares. Ramón Hermosilla & Gutiérrez de la Roza trabaja habitualmente con SC Andrew LLP en asuntos de diversa índole como arbitrajes internacionales, concursos o litigios derivados de inversiones realizadas por empresas españolas en Reino Unido.
SC Andrew LLP es una boutique especializada en litigios internacionales, sobre todo en pleitos offshore, en las Islas Caimán, de las que es originario, y las Islas Vírgenes.
Adolfo Suárez Illana ha liderado la creación de Ontier, una firma legal que ofrece, desde hace un mes, servicios jurídicos en diez países y en tres continentes desde la base del bufete Ramón Hermosilla & Gutiérrez de la Roza. Culmina así la integración del despacho español con bufetes de referencia de Reino Unido, Portugal, México, Colombia, Venezuela, Bolivia, Paraguay, Brasil y China, que suman cerca de 500 empleados.
Como adelantó EXPANSIÓN el 25 de enero de 2011, Suárez Illana fichó por Ramón Hermosilla & Gutiérrez de la Roza para dirigir este proyecto. Este abogado es el presidente de la firma, que se constituye como despacho global desde el impacto local de cada uno de sus oficinas, pero que huye de la figura de la red o de las alianzas. Todos los bufetes comparten procesos, facturación y acciones, imagen, control de clientes o medios informáticos. Desde la sede madrileña, Suárez Illana dirige el Comité Internacional y el Comité de Conflictos de interés y de atención al cliente del nuevo operador.
Fuente: Expansión.com
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