El Banco Santander ha comprado el Banco Popular por un euro ante el riesgo de colapso de la entidad, según ha comunicado esta mañana la Junta Única de Resolución europea (SRB por sus siglas en inglés). La decisión, adoptada después de una semana en la que la cotización del Popular casi ha tocado suelo, ha sido adoptada debido a la creciente falta de liquidez de la entidad y ante el riesgo de caída del Popular apreciada por el Banco Central Europeo (BCE). La medida de absorción está respaldada por la Comisión Europea.
Ante el riesgo de colapso se ha producido una intervención pública en que se ha llegado a la conclusión de que la única solución a la crisis de la entidad, la vía de resolución del banco, era la venta del negocio a un comprador capaz de integrar y absorber la entidad. Para ello se ha tenido en cuenta a las entidades que estaban participando en el proceso de venta del Popular que quería llevar a cabo la dirección del banco. La oferta presentada por el Banco Santander ha sido la única que cumplía los requisitos para su admisión. El Santander ampliará capital en 7.000 millones para digerir la absorción, según ha informado la primera de las entidades a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La cotización del banco que preside Emilio Saracho ha sido suspendida y previsiblemente las acciones no volverán a cotizar. Los accionistas del Popular perderán el 100% de su inversión en las acciones de la entidad tras la amortización y puesta a cero de todos los títulos. Los tenedores de capital adicional de nivel 1 y de instrumentos de capital de nivel 2 (deuda híbrida y subordinada) también perderán su inversión. Son títulos por importe de más de 2.000 millones de euros. En cambio, no tienen ningún riesgo los depositantes, ahorradores e inversores en fondos gestionados por la entidad.
A la apertura de la sesión en Bolsa, las acciones del Santander caían cerca de un 2%, mientras que Bankia y BBVA, los otros dos posibles compradores del Popular, subían en torno a un 1%.
«Hoy en día, la Junta de Solución Única (SRB) ha transferido a Banco Santander SA (Santander) todas las acciones e instrumentos de capital de Banco Popular Español SA (Banco Popular). Esto significa que Banco Popular operará en condiciones normales de negocio como miembro solvente y líquido del Grupo Santander con efecto inmediato», dice textualmente la nota.
El mecanismo único europeo de resolución de entidades bancarias ha llegado a la conclusión de que el Popular estaba a punto de caer o que era probable que cayese («failing or likely to fail»). Esta es la primera decisión de este tipo que adopta esta institución europea desde su creación. Por ello, el SRB y el FROB han considerado que la venta del Popular era «de interés público» para «proteger a los depositantes del banco y garantizar la estabilidad financiera».
«La decisión tomada hoy protege a tanto a los depositantes como las funciones críticas de Banco Popular. Esto demuestra que las herramientas dadas a las autoridades de resolución después de la crisis son efectivas para proteger el dinero de los contribuyentes de rescatar los bancos», ha manifestado Elke König, presidente de la SRB, según la nota de este organismo.
Sin ayudas públicas
El Santander ha emitido una nota en la que destaca que el rescate del Popular se llevará a cabo sin ayudas públicas. La entidad que preside Ana Patricia Botín ampliará capital en 7.000 millones de euros «para fortalecer el balance del Popular». El comunicado subraya que la entidad resultante de esta absorción será «la mayor de España en cuota de mercado en créditos y depósitos, con 17 millones de clientes».
El Santander calcula que la operación genere un retorno de la inversión del 13% o 14% en 2020 y un crecimiento del beneficio por acción en 2019. Las actuales acciones de este banco tendrán derecho de suscripción preferente en el aumento de capital, explica la entidad, que añade que ya «cuenta con compromisos para el aseguramiento por el total del referido importe». El Comunicado indica que se espera que el impacto sea neutral en capital principal de primer nivel (CET1) del Grupo Banco Santander.
La adquisición del Popular se produce tras la subasta llevada a cabo por el Fondo Único de Resolución (FUR) europeo y el FROB español en la que el Santander fue seleccionada como entidad adjudicataria y paga un euro de valor simbólico. Hasta ahora, y pese a su desplome, el Banco Popular estaba valorado en Bolsa en unos 1.300 millones de euros, que se volatilizan al 100% al fijarse ese precio simbólico.
La compra se produce después de que la entidad, cuyas cuentas están muy lastradas por los activos inmobiliarios, perdiera en bolsa más del 50 % de su valor en los últimos días y «sufriera un deterioro significativo en su posición de liquidez», según explica el BCE.
Como parte de la ejecución del mencionado dispositivo de resolución, explica la nota, se han amortizado íntegramente las acciones del Banco Popular que había en circulación al cierre de ayer, así como las acciones resultantes de la conversión de los instrumentos de capital regulatorio emitidos por el Popular.
Fuente: Elpais.es (7/6/17)
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