The Clove Club, en Londres, cargará a sus clientes 90 euros si cancelan su reserva con menos de 24 horas. Su decisión puede marcar tendencia en otros restaurantes de lujo. En España, David Muñoz, en su restaurante DiverXO, cobra 95 euros a los clientes con reserva que no aparecen.
En Londres, una ciudad acostumbrada al lujo y a los precios desorbitados, ha causado sorpresa la última decisión de uno de los restaurantes más conocidos de la ciudad.
The Clove Club ha anunciado que a partir del mes de junio, si un comensal cancela su reserva con menos de 24 horas, tendrá que pagar el precio entero del menú más barato del local, que cuesta 65 libras (90 euros).
Esta medida intenta poner freno a las cancelaciones de última hora que ,según los restaurantes, les hacen perder mucho dinero.
The Clove Club, situado en el barrio de Shoreditch, al este de la ciudad, tiene una estrella Michelin y es uno de los lugares de moda en la ciudad. El local ha implantado un nuevo sistema de reservas llamado Tuck, que sigue el modelo de los espectáculos deportivos y culturales. El cliente paga la entrada por adelantado y si luego no aparece, pierde el importe. «Antes de que el cliente llegue a nuestro local hemos gastado mucho dinero en ingredientes y en personal, así que si alguien cancela, nos hace perder mucho dinero», asegura Isaac McHale, el chef de The Clove Club.
La medida va un paso más allá en lo que otros restaurantes en Londres ya practican. Muchos, como es el caso de Sketch, piden la tarjeta de crédito del cliente al realizar la reserva, y cargan un depósito de 30 libras por comensal si cancelan en el último momento o no aparecen. «Este negocio es de márgenes y si el restaurante es muy pequeño y con menú, como le pasa a The Clove Club, las cancelaciones te hacen perder mucho dinero», declara Marcos Feránndez, consejero delegado de Ibérica, con cinco restaurantes en Londres y Manchester.
En España
En España, este tipo de medidas son menos frecuentes, aunque algunos restaurantes también han empezado a implantarlas. David Muñoz, en su restaurante DiverXO, con tres estrellas Michelin, cobra a los clientes que no aparecen 95 euros. Lo mismo hace Diego Guerrero en Dstage, que cobra 45 euros por cancelaciones de última hora.
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