El grupo de trabajo de la reforma estudia cómo recaudar los 4.500 millones de la rebaja en Renta. Si los productos gravados al 4% tributasen al 10% el Gobierno ingresaría 2.309 millones más.
La reforma fiscal que prepara el Gobierno tiene el hándicap de revertir el alza del IRPF operada en 2011 y recabar de otras figuras los 4.500 millones de euros que supondrá esa bajada, que recaerá especialmente en las rentas medias, según ha podido saber elEconomista.
Por el momento, el tributo elegido es el IVA, pero sin tocar los tipos de gravamen. El grupo de expertos que evalúa nuestro sistema tributario de cara a su reforma integral baraja una reclasificación aún por determinar que eleve la tributación de algunos productos y servicios actualmente gravados al 4 y al 10 por ciento a tramos superiores.
Tal como explicó recientemente el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en entrevista a elEconomista, la reforma fiscal consistirá en bajar impuestos. Al menos el de la Renta, al que se retirará el gravamen extra activado en diciembre de 2011. Los expertos calculan que devolver el IRPF, especialmente en los tramos de rentas medias, al nivel anterior supondrá un coste recaudatorio de 4.500 millones de euros que habrá que suplir con movimientos en otras figuras tributarias.
No en vano, España adolece de insuficiencia recaudatoria en relación a sus socios europeos pese a la intensidad individual de la fiscalidad. Hoy la mitad va al 4% o al 10% En estos y otros cambios trabaja el grupo de expertos que evalúa el sistema fiscal español de cara a su reforma integral. Y sobre la mesa tiene la solución de no subir los tipos de gravamen del IVA pero sí reclasificar productos de tipos inferiores al tipo máximo o intermedio para así intensificar la capacidad recaudatoria de este impuesto indirecto, ya que el 50 por ciento de la base imponible del Impuesto sobre el Valor Añadido está actualmente gravada a los tipos más bajos (del 4 y el 10 por ciento).
Tipo efectivo de Sociedades
Además de elevar la tributación de hechos imponibles situados en los tramos bajos, el Gobierno se reservaría nuevas acciones en el Impuesto de Sociedades en línea con las adoptadas hasta ahora. Es decir, tendentes a aproximar el tipo efectivo al tipo nominal a través de la supresión o concentración de deducciones o de una limpieza del tributo basada en combinar acciones sobre el tipo de gravamen y sobre las deducciones.
El tipo de Sociedades en España es del 30 por ciento y se reduce al 25 por ciento para empresas de reducida dimensión, en ambos casos superior al 23 por ciento de media europea. Pero la realidad fiscal es distinta de la material, y en 2012 el tipo efectivo se acercó al 12 por ciento de media por efecto de las deducciones.
Fiscalidad del ahorro
El grupo de trabajo estudia también medidas en el ámbito de la fiscalidad del ahorro, como acompañamiento a la diferente necesidad de previsión y planificación financiero-fiscal de la jubilación que depara la actual redefinición del sistema de pensiones.
Queda la opción del copago
Se reserva también el grupo de trabajo posibles estudios de acciones en materia de copagos, pero que podrían no activarse aún en el grueso de la reforma.
Financiación autonómica
Dentro de las áreas susceptibles de modificación en el marco de la reforma fiscal integral que ahora es objeto de estudio por el grupo de expertos, se encuentra también la redefinición de la financiación autonómica. Una reforma ésta que, junto con la del sector público, está especialmente influida por el calendario electoral y la sensibilidad política de las distintas Administraciones.
Figuras instrumentales
Por tanto, el grupo que informa al Gobierno sobre los futuros cambios fiscales prevé utilizar figuras tributarias como el impuesto sobre los depósitos bancarios, el de Patrimonio, el IBI y los medioambientales o energéticos como instrumentos activos en la nueva financiación autonómica. Una forma de implicar especialmente a las comunidades autónomas en la obtención de ingresos tributarios en función de su gasto presupuestado y nivelar así sus demandas al Estado central.
El caso de Patrimonio
En el caso del Impuesto sobre el Patrimonio, Montoro ya avanzó que las autonomías podrán quedarse con la recaudación de este tributo a partir de 2014, sin quitarles ninguno de los sistemas de compensación creados previamente para paliar la merma de ingresos que suponía su eliminación. De esta forma, las cantidades recabadas vía Patrimonio se convertirán en un ingreso adicional, por lo que desde 2015 los Gobiernos autonómicos que han vuelto a recurrir a este tributo recibirán los ingresos que de él se deriven y la compensación anual íntegra por su eliminación previa.
Eliminación del tipo mínimo
El Gobierno tendría, según expertos consultados, varias opciones a la hora de reclasificar productos gravados actualmente por los tipos reducido o superreducido. Un ejemplo sería eliminar el tipo superreducido del 4 por ciento y hacer que productos como el pan, los huevos, la leche, frutas, hortalizas, libros y prensa tributasen al 10 por ciento. Sólo ese cambio permitiría recaudar 2.309 millones más si se toma como referencia el gasto en este tipo de productos que realizaron los hogares de nuestro país el año pasado, de acuerdo con los datos de la última Encuesta de Presupuestos Familiares publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y con cálculos elaborados por los Técnicos del Ministerio de Hacienda agrupados en Gestha.
El mayor aumento en los ingresos se registraría al incrementar al 10 por ciento el IVA que grava el pan y los cereales, lo que permitiría al Ejecutivo recabar 1.163,2 millones de euros al año (697,9 millones más de lo que ingresa aplicándoles el tipo mínimo). Si leche, queso y huevos pasasen a estar gravados al 10 por ciento, la recaudación sumaría otros 564,5 euros más. Así, por ejemplo, una barra de pan pasaría a costar -en términos medios- 0,79 euros, frente a los 0,75 actuales, mientras que un litro de leche se encarecería cinco céntimos, al pasar de los 0,80 euros que cuesta hoy a 0,85. Del mismo modo, un libro que con el tipo más bajo de IVA costase 18 euros vería aumentar su precio en algo más de un euro. Reclasificación al 21%
Suponiendo que el Ejecutivo mantuviera el 10 por ciento de IVA en el resto de productos de la cesta de la compra que se consumen de forma más habitual, como la carne y el pescado, aceites y grasas, azúcar, chocolates, aguas minerales o bebidas refrescantes, sí podría elevar al 21 otro tipo de productos de alimentación cuyo consumo no sea tan básico o no se entienda como de primera necesidad.
Susceptible de reclasificar sería también el grupo relacionado con servicios municipales como la distribución de agua (que permitió recaudar 3.361 millones en concepto de IVA el año pasado), la recogida de basuras (que supuso unos ingresos por este tributo de 1.716 millones) o el alcantarillado (que sumó 621,3 millones en concepto de IVA). Si estos tres servicios tributasen al 21 por ciento general, el incremento de la recaudación sería de 655,38 millones anuales. Si a otro de los grupos más importantes, el que tiene que ver con el transporte, se le impusiese un tipo del 21 por ciento, frente al 10 por ciento actual, el Gobierno ingresaría 805 millones de euros más.
Una medida de este tipo podría afectar al sector en su conjunto o no. Un billete de Cercanías en Renfe costaría 2,75 euros, frente a los 2,50 actuales; mientras que por un abono transportes básico como el de Madrid habría que pagar 61,60 euros frente a los 56 euros actuales. En todo caso, se trata de ejemplos o cálculos posibles con los que podría contar Hacienda a la hora de tomar una decisión definitiva para poder compensar esa merma de ingresos que supondría la rebaja del IRPF a las rentas medias a niveles anteriores a diciembre de 2011.
Fuente: Eleconomista.es (22/11/13)
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