El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció el pasado miércoles que suprimirá la deducción por adquisición de vivienda para los nuevos compradores a partir de 2013. Sin embargo, Hacienda estudia también algún tipo de restricción en función de la renta para los 5,8 millones de propietarios que ya compraron su casa y se deducen por ella en el IRPF.
Un uf de alivio recorrió España cuando Mariano Rajoy, en el marco del anuncio de los recortes, aseguró el pasado miércoles que se «procederá a la eliminación de la deducción por vivienda para los nuevos compradores a partir de 2013». Sus palabras se entendieron como la confirmación de que los contribuyentes que actualmente se benefician de la desgravación mantendrán esta ventaja fiscal. Sin embargo, es pronto para cantar victoria. Como se comprobó en el real decreto-ley que se publicó el sábado, buena parte de los ajustes no se anunciaron.
En el anteproyecto de ley que recogerá los cambios en los llamados impuestos medioambientales, el Ejecutivo bajara fijar un límite a la deducción por vivienda -o incluso su supresión- para los que ya compraron una casa. En la norma aprobada en el último Consejo de Ministros ya se eliminó la compensación que se aplican quienes adquirieron su vivienda antes de enero de 2006. En esa fecha se rebajó el porcentaje de la deducción. Para mantener los derechos adquiridos se introdujo una casilla en la declaración de la renta, la 738, con el fin de que la medida no tuviera efectos para los que compraron su casas con anterioridad.
La compensación supone como máximo 225 euros por contribuyente, una anécdota si finalmente el Gobierno se atreve a limitar o suprimir la deducción por adquisición de vivienda para los antiguos propietarios. Este beneficio fiscal permite desgravar el 15% del importe destinado a pagar una hipoteca con un límite de 9.040 euros. Un contribuyente puede rebajar su factura tributaria en 1.356 euros cada ejercicio. Para una hipoteca a 25 años, el ahorro fiscal alcanza los 33.900 euros. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró a CincoDías tras el Consejo de Ministros que todavía no se ha tomado ninguna decisión sobre este tema. En cualquier caso, el mero hecho de que se estudie ya refleja un cambio de rumbo en la política fiscal sobre la vivienda vigente en España desde 1977.
En principio, la restricción de la deducción que valora Hacienda se establecería por rentas, algo que ya hizo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El Ejecutivo socialista eliminó la desgravación por vivienda para los contribuyentes con bases imponibles superiores a 24.100 euros que adquirieran una casa a partir de 2011. Rajoy, tras ganar las elecciones, cumplió su promesa electoral y derogó la medida de Zapatero. Seis meses después, no solo ha anunciado la eliminación de la deducción por vivienda para los nuevos compradores, sino que además baraja limitar esta ventaja fiscal a los actuales beneficiarios.
¿Y esto es constitucional?
Esta es la pregunta que suele escucharse cuando se aborda la posibilidad de suprimir completamente la deducción por vivienda con independencia del momento de la compra. Algunas posturas defienden que se trata de una medida con carácter retroactivo y, por tanto, resulta inconstitucional. «Cuando compré mi casa adquirí el derecho de poder desgravarme por ella hasta cancelar la hipoteca». Este argumento, que puede resultar válido en la calle, difícilmente prosperaría ante un tribunal. No existe retroactividad porque a nadie se le obliga a devolver el dinero, simplemente cambian las reglas del juego. Criticable, sí. Ilegal, no.
De esto saben mucho las empresas. Sin ir más lejos, el Ejecutivo acaba de limitar la posibilidad de deducir los gastos financieros, una medida que afecta a préstamos contraídos cuando no existía ninguna restricción. Ocurre que una medida que genera inseguridad jurídica no necesariamente es inconstitucional.
Las cifras
1.356 euros es el máximo que puede desgravarse un contribuyente al año a través de la deducción por vivienda.
2013 es el año a partir del cual los nuevos compradores de vivienda habitual no gozarán de ningún beneficio fiscal en el impuesto sobre la renta.
Fuente: Cincodias.com (18/7/12)
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