No sería la primera vez que tras tener un teléfono cargando toda una noche, a la mañana siguiente vemos como apenas un cuarto de su batería está llena. El cable parece en perfecto estado, el cargador es nuevo y el terminal indica que está cargando ¿donde está el problema?
La clave está en el amperaje
Actualmente, la mayoría de los dispositivos móviles cuentan con cargadores de 5 voltios, sin embargo, no todos ellos son iguales. Y es que la diferencia, como ya señalamos cuando hablamos de trucos para sacar más minutos a la batería de un smartphone, estaría en el amperaje. Los smartphones suelen tener cargadores de 1 amperio mientras que los de los tablets cuentan, habitualmente, con dispositivos de 2 amperios. Esta es la causa por la que los cargadores de tablets también son conocidos como los de 10 wattios (amperios x voltios = wattios). Por lo tanto, los cargadores de smartphones son de 5W y los de tablets de 10W, pese a contar con el mismo voltaje, y por tanto, poder utilizarse con unos y con otros.
Está claro que, por tanto, la diferencia es palpable. Utilizar un cargador de smartphone en un tablet puede duplicar el tiempo que necesita para cargar la batería mientras que al contrario se puede reducir a la mitad.
Todos parecen iguales, pero no lo son
Ya hemos hablado del cargador, pero es que habitualmente ya todos son cargadores USB y, erróneamente también, pensamos que todos los cables USB son iguales por llevar a un lado un conector normal y otro microUSB, el que se ha impuesto en el mercado. A parte de que, como es habitual, lo «barato sale caro», y no son pocos los casos de terminales que han echado a arder por utilizar cables no oficiales, lo que si deberíamos fijarnos es qué versión de USB son. No es lo mismo un cable USB 2.0, que nos cargará el terminal, como mucho, entre 0,5 amperios o 1 amperio como máximo, a usar un cable USB 3.0 que admite hasta 5 amperios. De nuevo, la suma es fácil.
Siempre mejor la pared que un puerto USB
Finalmente, tampoco es lo mismo cargar un terminal con el cable USB conectado a un ordenador u otro dispositivo que utilizar el cargador. Y es que donde enchufamos el cable también es importante. Los puertos USB, a nos ser que utilicemos un programa especial, suelen dar un máximo de 0,5 amperios, lo que da casi para mantener la batería del terminal que hemos conectado y poco más. Algunos ordenadores como los de Apple, al detectar que se ha conectado un iPhone o iPad suben esta cifra hasta los 1,5 amperios, pero siempre será más interesante conectar el terminal a la pared que utilizar cualqueir otra opción.
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