Juan Pablo Vázquez, un asturiano de 35 años, fue padre de mellizos en México hace 15 meses, a través de una gestación subrogada. Cuando llegó a España con Ariadna y Adrián, todo fue sencillo: al ser español y progenitor de los niños, Vázquez pudo registrarlos sin problemas. Pero las dificultades de este padre soltero empezaron cuando solicitó a la Seguridad Social los seis meses de baja por maternidad y su pedido fue denegado. “Solo me dieron los 19 días por paternidad, pero yo también tengo el rol de madre y mis hijos se merecen que me ocupe de ellos durante las 18 semanas que le corresponden a una mujer trabajadora”, solicita Vázquez.
El asturiano recurrió a la justicia, pero una juez consideró, el 19 de julio, que él no tiene derecho a la baja “porque la maternidad subrogada es ilegal en España”, según la sentencia. “A los ojos de la justicia, mis hijos no tienen los mismos derechos que otros niños españoles”, afirma Vázquez. Una portavoz de la Seguridad Social de Asturias afirma que, al no ser mujer, Vázquez no puede acceder a ese beneficio y que la institución “no valora casos como este, solo cumple la ley”.
La juez que dictó la sentencia falló hace tres años a favor de un matrimonio que tuvo una niña por gestación subrogada en India y que pedía lo mismo que Vázquez. “Yo creo que se trata de una discriminación de género. La justicia todavía no tiene claro que la estructura de las familias ha cambiado”, señala.
Vázquez trabaja como portero, es mileurista y ha gastado más que su sueldo mensual en el proceso judicial, pero no piensa desistir. Ahora quiere llevar su caso al Tribunal de Derechos Humanos Europeo y, para eso, tendrá que pagar entre 700 y 800 euros más a la letrada que le representa. Para eso, busca la ayuda de asociaciones que abogan por los derechos de las familias. “Es un gran esfuerzo, pero si no lucho ahora, doy lugar a que mis hijos sufran discriminación cuando vayan al colegio, por ejemplo. Lucho para que algún día puedan tener los mismos derechos que cualquier niño”, afirma. Su madre ha dejado de trabajar para cuidar a los nietos. Vázquez, quien trabaja 50 horas semanales, ve a los mellizos durante dos horas cada día.
Brecha legal
Hay más de 50 casos como este en trámite en la justicia, dos de ellos en el Tribunal Supremo, según la asociación Son Nuestros Hijos. El grupo, formado por 150 familias con hijos concebidos mediante gestación subrogada, afirma que hay una brecha legal sobre el tema en España y que los padres solteros y las parejas homosexuales lo tienen más difícil. “La ley solo contempla casos de gestación natural o adopción, pero la justicia se olvida de que está en juego el derecho de un niño a ser cuidado por sus padres cuando se incorpora a una familia”, explica Antonio Vila-Coro, vicepresidente de la asociación.
Vila-Coro y su marido fueron la primera pareja homosexual que logró obtener la prestación por baja de maternidad, en el Tribunal Supremo de Madrid, en 2012, después del nacimiento de su hija por gestación subrogada en Estados Unidos. Desde entonces, tribunales de toda España han dictado 11 sentencias que obligan a la Seguridad Social a pagar las bajas a esas familias.
Juan Pablo Vázquez espera que su caso sea uno de esos con final feliz. “Llevo 15 meses luchando no solo por mis hijos, sino también para que se garantice en España el derecho de las familias que recurren a la gestación subrogada. Es mi grano de arena en esta causa”, concluye.
La odisea de ser padre
La historia de Juan Pablo Vázquez empezó con una búsqueda en internet. Él contactó con una agencia de reproducción asistida en México, donde le hicieron un test psicológico y un estudio sobre su condición socioeconómica. Cuando comprobaron que Vázquez podría cuidar a un hijo, le enviaron un catálogo con fotos de chicas. Era el momento de comprar los óvulos. Vázquez eligió a una hispano-italiana. Después le asignaron una gestante: Alicia, una mujer casada y con dos hijos, que vive en Tabasco.
Alicia se quedó embarazada a la primera tentativa. «Si no hubiese sido así, no hubiera tenido condiciones financieras de seguir intentándolo», cuenta Vázquez. Él invirtió todos sus ahorros y pidió un préstamo bancario para realizar el sueño de ser padre, pero cuenta que lo más costoso fue acompañar la gestación desde España. Cuando nacieron los niños y se fue a México, tuvo que arreglar los papeles en el consulado para garantizarles la nacionalidad española, pero ese proceso se alargó durante tres meses.
Durante ese período, Vázquez tuvo que recorrer México de arriba abajo, pasando por Tabasco, Tijuana, DF y Rosario, y contó con el apoyo de la familia de la gestante, con quien mantiene una relación muy estrecha. “Hablamos por internet y tenemos una relación casi familiar”, cuenta. Para sus hijos, ella es la tía Alicia.
Cuando finalmente tenía la documentación de los mellizos, ya no le quedaba dinero. Recibió la ayuda de familias mexicanas para ir a Los Ángeles, en Estados Unidos, y desde allí volver a España.
Fuente: Elpais.es (30/8/16) Pixabay.com
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