La discreción es marca de la casa y Pablo Isla se ha sabido mimetizar muy bien desde el minuto uno. El todavía presidente de Inditex dejará el timón a Marta Ortega, hija menor del fundador, Amancio Ortega, el próximo 1 de abril. Ese día dejará atrás diez años de liderazgo en los que consolidó la compañía como el referente mundial de la industria de la moda y la revista Forbes le eligió como el mejor CEO de una firma española de la década y en los que, pese a que todos los ojos han mirado hacia él, ha sabido mantenerse en ese discreto segundo plano que marca la filosofía de la compañía.
Discreto y modesto. Así se le podría definir. Él mismo reveló este martes, en comparecencia ante los medios para explicar los cambios en la compañía, que este torbellino que ha revolucionado la empresa y el IBEX 35 se fraguó «con discreción, como todo en Inditex» e hizo gala de esa modestia que le caracteriza al restar importancia a su papel en una empresa que incluso en el año de la pandemia cerró con beneficios y asegurar que se trata de un éxito «colectivo».
Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y abogado del Estado, Isla (Madrid, 1964) asumió las riendas de la dirección en 2011, pero está en la compañía ya desde 2005 y desde ese momento se mudó con su familia a Galicia. Se instalaron en A Coruña y en los últimos 16 años se han integrado por completo en la vida en la ciudad, pero sin llamar demasiado la atención.
En esta discreción ha tenido un papel importante su compañera de vida, María de la Vega Cabrera (Madrid, 1964), con quien está casado y tiene tres hijos, Santiago, Cecilia y Belén. Desde hace años, el mayor ya está instalado en Madrid, pero el resto de la familia vive en una casa unifamiliar en la urbanización de Icaria, en Oleiros, que destaca por ser morada de los pesos pesados de la compañía. Allí tiene también una casa Eva Cárdenas, antigua responsable de Zara Home y pareja del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, si bien la pareja ahora no reside allí.
María de la Vega se mimetizó con el estilo reservado de Inditex igual de bien que su marido e hizo buenas migas con toda la familia Ortega, generando un vínculo personal más allá del profesional que le hizo romper su segundo plano habitual para acompañarles en dos momentos fundamentales de la historia familiar, el entierro en 2013 de Rosalía Mera, la primera mujer de Amancio Ortega, y la boda de Marta Ortega y Carlos Torretta en 2018.
Los eventos del club hípico de Casas Novas, que Amancio Ortega construyó para que que Marta pudiese practicar su afición por los caballos, son otra de sus citas habituales, en las que, además, suele hacer gala de un estilo sencillo y elegante y ser una embajadora envidiable de las prendas de Inditex. Allí se puede comprobar esa buena química con toda la familia y con la segunda esposa del fundador de Inditex y madre de Marta, Flora Pérez.
Como marca la seña Inditex, y sus propios padres, sus tres vástagos han heredado ese carácter reservado. Toda la familia lo potencia también en la intimidad y las costumbres familiares, huidizas de la prensa, que les llevan a pasar siempre la Navidad en Cubas de la Sagra, un pueblo de Madrid, y el verano en Mallorca, en una casa en Canyamel, en el municipio de Capdepera.
Pareja desde el instituto
La familia Isla-De la Vega encara ahora una nueva etapa personal y profesional de la que su reserva habitual impide conocer detalles. El listón que ha dejado Inditex resultará complicado de superar. Y también los ingresos. Como presidente de la multinacional, él tiene un sueldo fijo de 3,25 millones de euros desde 2013, a los que hay que unir una retribución variable que en 2020 sumó 2,53 millones a sus ingresos y en 2019 incluyó también otros 643.000 euros en un pago a través de acciones.
La pareja lleva junta varias décadas, desde que ambos estudiaban en el colegio madrileño jesuita Nuestra Señora del Recuerdo. Ambos hacían COU por la rama de Letras, pero luego encararon carreras profesionales muy diferentes, ella Historia del Arte y él Derecho, ambos en la Universidad Complutense.
En sus primeros años de vida laboral, ambos ejercieron en Madrid en el sector público. Él pasó por los servicios jurídicos del Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones, la Dirección General del Servicio Jurídico del Estado y como delegado español ante la Comisión de las Naciones Unidas para la Unificación del Derecho Mercantil Internacional. También ella aprobó las oposiciones como Técnico de Administración Civil y pasó por el Ministerio de Cultura, fue subdirectora general de Promoción del Libro y jefa de área de Organización Institucional del CSIC.
Isla dio el salto a la empresa privada, primero en el Banco Popular y luego en Altadis (tras un breve regreso a la Administración Pública como director general de Patrimonio del Estado) hasta que un cazatalentos le fichó para Inditex. Ese nuevo paso supuso un giro absoluto para la familia, que dejó la zona de Puerta de Hierro, al norte de Madrid, para trasladarse a Galicia; y también para María de la Vega, que pidió una excedencia.
Una familia unida a las artes
De la Vega se centró en el cuidado de tres hijos (la tercera nació ya en Galicia), si bien sin dejar de lado sus inquietudes artísticas y manteniéndose muy activa en el mundo del arte. La semana pasada, sin ir más lejos, se presentó su último trabajo, un libro sobre el pintor y escultor gallego Antonio Murado, considerado uno de los pintores españoles con mayor proyección internacional, que ha expuesto en renombradas galerías y espacios artísticos de Estados Unidos, Holanda, Bélgica, Australia, Canadá, Austria, Portugal, Nueva Zelanda o Sudamérica.
Esa faceta artística, que la ha llevado al círculo íntimo de Murado y de una larga nómina de artistas, se ha la pasado a sus hijos. El mayor, Santiago (Madrid, 1994) estudió ICADE, tiene su propio grupo de música, Chelsea Boots, y en 2020 publicó su primera novela, Buenas noches. Sus padres están detrás de todas estas inquietudes, fundamentalmente ella en la vertiente musical y él en la literaria. Desde 2017, el primogénito también firma el blog Sonajero.
Fuente: elmundo.es (1/12/21) pixabay.com