La tarjeta de crédito ya no es un medio de pago seguro. Al menos para los hoteles. El dinero de plástico es uno de los ganchos que están usando los especialistas en timos para realizar ‘sinpas’ en los establecimientos hoteleros de la Costa Blanca. La picaresca de estos turistas, en su mayor parte extranjeros según comentan fuentes del sector consultadas por este diario, les lleva a disfrutar de unos días a todo tren y gratis total en cualquier hotel del litoral y en plena temporada alta mediante el pago de sus reservas con tarjetas de crédito que no son de su propiedad y de las que no son titulares.
El resultado es un goteo constante de clientes que pasan unas vacaciones de lujo pero que luego se van sin pagar porque los bancos y compañías como Visa y Mastercard anulan las operaciones al considerarlas fraudulentas. ¿Por qué? Porque las tarjetas de crédito que han usado para pagar sus vacaciones no son suyas, sino de otras personas, y estas luego denuncian que ellas no han autorizado de ningún modo el pago de las vacaciones.
Conclusión:el negocio es ruinoso, ya que los turistas se hospedan, se van y los hoteles no cobran por los servicios prestados. Sólo les queda denunciar a los clientes que han hecho uso de sus instalaciones.
Varias empresas hoteleras de Alicante, hartas del timo, están poniendo los casos en manos de despachos de abogados para cortar de raíz esta peligrosa tendencia, que en pleno verano, supone un auténtico quebradero de cabeza para la actividad de los establecimientos.
El método
El modus operandi es sencillo. Un cliente contrata unas vacaciones en un hotel de la provincia, realiza la reserva a través del portal Booking, y materializa el pago mediante una tarjeta de crédito, que es la garantía exigida para la contratación de las vacaciones. A continuación, el hotel cobra la tarifa estipulada de forma inmediata, ya que puede hacerlo en cualquier momento. En la fecha pactada, el cliente llega al hotel, firma el llamado bienvenido -el documento que sirve para registrarse en el establecimiento-, la boleta del cargo que se le ha efectuado en la tarjeta, y se le requiere su documentación.
En principio, todo es correcto. El turista pasa los días en el hotel y luego lo abandona sin ningún problema, ya que el hotel ya ha cobrado el dinero de la reserva con la tarjeta que dio el cliente a través de Booking. El conflicto llega después.
La sorpresa
Al cabo de unos días, el establecimiento hotelero recibe una comunicación del banco, que asegura que le ha llegado una reclamación del titular de la tarjeta, que ha argumentado que no ha autorizado la operación, de forma que el dueño de la tarjeta no es el cliente que verdaderamente se ha alojado en el hotel.
El paso siguiente es devolver la operación, de forma que el hotel se queda sin el dinero que había cobrado al cliente, y este, que se ha pasado unos días de asueto, no paga ni un euro. Ha habido casos en Alicante de clientes que han disfrutado de suites a pensión completa durante semanas y que luego no han pagado nada gracias a este método. La tarjeta que se ha usado no figuraba ni como robada ni extraviada. Aparentemente es legal.
La razón por la que el banco devuelve la operación estriba en que el cargo inicial que cobró el hotel cuando se contrató la reserva se efectuó mediante la operativa de tecleo, es decir, sin presencia física de la tarjeta, ni autorización expresa del titular, ni lectura de banda o chip, de modo que el tecleo en el datáfono invalida la firma. Este tipo de reclamaciones por operaciones no autorizadas se considera fraude, por lo que tanto los bancos como Visa y Mastercard endosan el cargo al hotel. El cliente y el titular de la tarjeta no son la misma persona.
A partir de ahí, al hotel le queda denunciar al cliente, y extremar las medidas de seguridad, como comprobar, a la llegada del turista al establecimiento, que es el titular de la tarjeta de crédito con la que se ha contratado la reserva. No obstante, el cliente puede alegar que no está obligado a mostrar la tarjeta, ya que en muchos casos en las condiciones de contratación no se exige este paso, ya que el turista ya ha pagado su reserva previamente y el hotel ya la ha cobrado.
Sin embargo, por un criterio de prudencia y para evitar más timos, la mayor parte de los hoteles van a reclamar al cliente, en el momento del check-in, la tarjeta de crédito con la que han realizado la reserva, para certificar que es el titular de la misma. Si no, se exponen a un repunte peligroso de ‘sinpas’ en verano.
Fuente: Elmundo.es (2/7/17) Pixabay.com
Dejar una contestacion