Con los bebés en los carritos, portando pancartas, megáfonos y copias de sus denuncias ocho parejas se han presentado este martes en la plaza de los Cubos de Madrid para demandar a la Seguridad Social y exigir permisos de paternidad intransferibles e iguales a los de maternidad —de 16 semanas—. «Hoy por hoy nosotras asumimos todo el coste de criar a los hijos y no es justo», protesta Marta Jiménez, de 34 años, que ha acudido a la plaza con su marido, Javier Jambrina, de 35, y su hija Abril, que nació hace apenas cinco meses.
Arropadas por las pancartas, con lemas como Fin de la discriminación por maternidad o Permisos iguales, intransferibles y pagados al 100%, y con la ayuda de la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (Ppiina), las ocho parejas —a las que se unirán otras dos que todavía no han dado a luz a sus bebés— han presentado sus demandas en los juzgados de lo social de Madrid. Meses antes, a finales de 2015, solicitaron por vía administrativa a la Seguridad Social permisos igualitarios e intransferibles de 16 semanas, pero, como Raúl Sánchez y su esposa, ninguno de los matrimonios obtuvo respuesta alguna del organismo público. «Me parece justo protestar para pedir permisos equitativos para cuidar a los niños porque es una tarea que requiere mucho tiempo y dedicación», opina Sánchez, que tiene 37 años y sale de trabajar a las cinco de la tarde, llega a las seis a casa y solo tiene una hora y media, «hasta que se acuesta la niña», para disfrutar de su hija Sol.
En España, los permisos de maternidad son de 16 semanas y los de paternidad, de dos. Aunque existe la posibilidad de transferir las últimas 10 semanas al padre, este traspaso solo se realizó en el 1,8% de los casos en 2015, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Las ocho parejas que este martes han presentado la demanda lo han hecho con la ayuda del equipo de abogados de Ppiina, que han elegido esta semana como acto simbólico —el domingo es el Día del Padre—, pero también porque «el argumento jurídico puede prosperar».
«La interpretación de la ley debe ir más allá de la propia letra y debe acoger los principios que estamos invocando, que son el de igualdad, recogido en la Constitución, y el de igualdad de trato, una directiva de la Unión Europea de 2006 que prevé que en situaciones similares se den respuestas similares o idénticas por las instituciones», explica Elena Rodilla, una de las abogadas de la plataforma.
Todas las madres han dado a luz a sus bebés hace pocos meses. Eider, que nació el pasado noviembre, es la segunda hija de Rubén Errasti, de 43 años, y Leire Fernández, de 37. De los permisos desiguales, a Errasti le molestan, sobre todo, dos cosas: separarse tanto de su niña cuando todavía es tan pequeña y tener que delegar todo ese trabajo en su mujer. «Para conciliar mi vida familiar y laboral solicité una reducción de jornada. No me la concedieron, pero me facilitaron una jornada continua, de siete de la mañana a tres de la tarde. Antes salía a las siete de la noche y tardaba 60 minutos en llegar a mi casa y ver a mi hija, que a esa hora ya casi estaba dormida. Esto me ha facilitado la vida, pero no es suficiente», dice Errasti mientras su mujer da el pecho a Eider en una cafetería.
Tanto las parejas como la plataforma piden que los permisos de maternidad y paternidad no sean transferibles. El pacto al que llegaron PSOE y Ciudadanos el pasado febrero recoge un aumento del permiso de maternidad de seis a ocho semanas intransferibles y otras ocho exclusivas para los padres, a las que hay que sumar otras 10 semanas de reparto «opcional» entre ambos progenitores. El acuerdo, que fue criticado por los expertos, tampoco gusta a Ppiina y a las ocho parejas. «Se ha demostrado que cuando los permisos son transferibles, habitualmente son las mujeres, en un porcentaje elevadísimo, las que los acaban solicitando. Así no se rompe el círculo de la discriminación», dice Rodilla.
Fue durante el embarazo cuando Marta Jiménez y Javier Jambrina decidieron solicitar la ayuda de la plataforma para demandar permisos igualitarios. Los dos son consultores, pero tras dar a luz a Abril, su primera hija, Jiménez estuvo 16 semanas sin trabajar y Jambrina dos. Tomaron la determinación de demandar a la Seguridad Social para demostrar que está actuando “como un instrumento que perpetúa la desigualdad entre hombres y mujeres”. “No tiene sentido que ellas tengan un permiso de 16 semanas y nosotros de dos. Genera desigualdades en todos los ámbitos y se contribuye a que la carga de la crianza la asuma la madre y los padres se centren en el ámbito laboral”, dice Jambrina, que tiene 34 años y este martes ha entrado acompañado de Abril y su esposa a los juzgados de lo social de Madrid.
En la denuncia, Ppiina también cita informes científicos que relacionan los permisos de paternidad de los padres con la mayor implicación en el cuidado de los niños en toda la crianza, los beneficios para la salud de la mujer, la menor incidencia de violencia en los hombres, la menor precarización del empleo femenino y la mejora de las relaciones de pareja.
La plataforma registró en el Congreso de los Diputados en 2012 una proposición de ley para dotar a los permisos de paternidad y de maternidad de 16 semanas y dar a ambos carácter intransferible. El hemiciclo reconoció su necesidad mediante una proposición no de ley que no fue tramitada.
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