La mayoría de trabajadores autónomos ha cotizado históricamente por la base mínima de su régimen de la Seguridad Social. En concreto, el 81% de todos ellos aporta lo mínimo exigido y el 91% de entre los que tienen menos de 47 años. Esto les hace cobrar pensiones más bajas y cuatro de cada diez no se financian su jubilación con lo que han aportado, por lo que tienen que percibir los llamados complementos a mínimos.
Alguna asociación de trabajadores autónomos se queja habitualmente de lo bajas que son las pensiones de jubilación de este colectivo. Sin embargo, su cuantía está relacionada muy estrechamente con lo que aportan a diario a la financiación del sistema con sus cotizaciones.
De hecho, los últimos datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social indican que el 81% de ellos cotiza por lo mínimo (por lo que paga una cuota de 254 euros al mes). Pero este porcentaje aún es 10 puntos mayor, hasta alcanzar el 91%, entre los autónomos menores de 47 años.
Es a partir de esta edad cuando tienen topada su cotización máxima (1.870,44 euros este año), para evitar que diseñen sus aportaciones al sistema con el fin de recibir una pensión mayor, elevando su aportación solo en sus últimos años de vida laboral. En definitiva, la ley intenta evitar que este colectivo compre sus pensiones durante sus últimos años en activo.
Pero la realidad es que la mayoría de estos trabajadores ni siquiera aprovecha la posibilidad de elevar su cotización en sus últimos años en ejercicio con el fin de mejorar su pensión futura.
Según los datos de Empleo, la mayoría de este colectivo espera hasta los 56 años para incrementar su base de cara al cobro de la jubilación.
Así, es entre los 56 y los 65 años cuando se registra un mayor porcentaje de trabajadores por cuenta propia que paga sus cuotas por bases superiores a la mínima. Concretamente, el 43% cotiza más durante los últimos 10 años de vida laboral (sin contar a los pertenecientes al Sistema Especial Agrario). Estas aportaciones mínimas durante la mayor parte de los años de actividad son la causa de que la pensión contributiva media de jubilación de este colectivo sea de 582 euros frente a 933 euros de la prestación del régimen general de asalariados (un 41% inferior).
Menores pensiones
Esto se corresponde con que la base media de cotización de los trabajadores por cuenta ajena (que determina lo que se aporta al sistema) es de 1.672 euros al mes, aproximadamente un 43% más que la base media de los autónomos, que es de 968 euros mensuales.
Si bien la base mínima de los autónomos es desde hace años algo superior a la del régimen general, para evitar precisamente menores ingresos del sistema porque la práctica totalidad se refugia en la base mínima. Por tanto, aportan un 43% menos que los asalariados y reciben pensiones un 41% más bajas.
A esto hay que sumar que sus carreras de cotización son también significativamente más cortas que las de los asalariados: el 71% de los asalariados ya jubilados cotizó más de 35 años, frente al 36% de los autónomos.
Es más, un tercio de los trabajadores por cuenta propia ya retirados cotizó menos de 20 años en comparación con el 7% del régimen general.
Por todo ello, el 41% de los autónomos jubilados ven completadas sus pensiones (complemento a mínimos) porque cotizaron el tiempo suficiente pero no la cantidad para llegar a la pensión mínima. En otras palabras, cuatro de cada diez no se financian la pensión que reciben con lo que han aportado. Entre los asalariados, el porcentaje de beneficiarios de estos complementos cae a la mitad (20%).
Las cifras
91% de autónomos menores de 47 años cotiza por la base mínima de su régimen.
56 son los años a partir de los que cuatro de cada diez autónomos empiezan a pagar cotizaciones por encima de la base mínima.
1.672 euros es la base media de cotización de los trabajadores por cuenta ajena, 968 la de los autónomos.
«Pagar más solo al final se tiene que acabar»
«Hay que seguir insistiendo en concienciar a los autónomos de que está en su mano aumentar su nivel de protección social, a través de la adecuación de sus bases de cotización a sus ingresos reales, siempre que estos se lo permitan», asegura la vicepresidenta ejecutiva de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), Celia Ferrero. Así, recuerda a sus asociados que «el hecho de que coticen menos también les supone que perciben mucho menos en jubilación y otras pensiones.»
Por ello, Ferrero dice que «hay que acabar ya con esa costumbre de aumentar la base solo en los últimos años de cotización y que cotizar por la base mínima sea una costumbre y la regla cuando se tramitan las altas en el régimen correspondiente del sistema».
De hecho, otras fuentes del colectivo aseguran que en el momento en que estos trabajadores solicitan el alta, ya sea en una gestoría o directamente a los funcionarios de la Seguridad Social, «automáticamente te apuntan en la casilla de la base mínima de cotización, sin preguntar cuál es su previsión de ingresos».
Desde UPTA-UGT, otra de las asociaciones que representa a estos trabajadores, sus responsables alertaban recientemente sobre la necesidad de que los autónomos paguen más al sistema.
El motivo no es tanto para mejorar su protección, que también, sino que quieren llamar la atención de la necesidad de cotizar más «para compensar la disminución media de las nuevas pensiones de los autónomos por el efecto de la reciente reforma del sistema de pensiones».
Según un estudio elaborado para ATA-Valencia con datos oficiales sobre vidas laborales y que recibió el visto bueno del Ministerio de Empleo, dicha reforma podría recortar alrededor de un 4% estas prestaciones.
Fuente: Cincodías.com (7/6/12)
Más información: http://www.seg-social.es/prdi00/groups/public/documents/binario/117362.pdf
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