Nueva Zelanda busca dejar atrás su pasado colonial y eliminar la Union Jack (enseña del Reino Unido) de su bandera. La iniciativa es una de las propuestas del conservador John Key, que fue reelegido primer ministro en enero de 2014. A lo largo de los últimos meses, el Gobierno neozelandés ha recogido 10.292 propuestas de centenares de ciudadanos que iban desde sobrias evocaciones maoríes hasta símbolos llenos de humor, como el simbólico pájaro kiwi lanzando rayos de láser verde por los ojos.
La propuesta ha generado revuelo entre los neozelandeses, que esperan con ansia que un panel de expertos elija cuatro propuestas de entre las cuarenta más populares. A finales de este año, un referéndum nacional decidirá la más popular de entre las cuatro finalistas y en marzo de 2016, los neozelandeses elegirán entre la bandera actual y la mejor de las nuevas propuestas.
En Nueva Zelanda, la cuestión de la bandera ha sido fuente de complejos y malentendidos durante décadas. No solo acarrea la Union Jack, la bandera británica símbolo de la época colonial, sino que es tan parecida a la bandera australiana que lo único que las diferencia son el color de las estrellas: blancas para Australia, rojas para Nueva Zelanda.
Ya en 1984 el primer ministro australiano, Bob Hawke, fue recibido en Canadá con banderas neozelandesas, y el mismo Key ha perdido la cuenta de las veces que ha representado Nueva Zelanda bajo el emblema australiano. “Que pongan una oveja en la bandera, así todos les reconocerán”, ironizaba el editorial del australiano Sydney Morning Herald, en alusión al tópico de que en Nueva Zelanda hay más ovejas que personas.
Pero más allá de la ironía, buena parte de los neozelandeses reclaman que los pueblos indígenas de las islas norte y sur del país estén representados en la bandera. Así, no son pocos los diseños que incluyen referencias a la ancestral cultura maorí, de la que los neozelandeses se enorgullecen.
Así, la constelación Matariki, también conocida como Pléyades, está presente en muchas de las propuestas. Cuenta la tradición indígena que Matariki aparece en el firmamento entre finales de mayo y principios de junio. Para los maoríes, simboliza el principio del año y es una de las señales que utilizaban las civilizaciones del Pacífico para determinar la época de cosecha y caza de ciertas plantas o animales.
Otro símbolo común en las decenas de propuestas de bandera es la forma espiral que toman los tallos de los helechos neozelandeses al brotar. Así, el helecho bordado en blanco sobre fondo negro es ya el símbolo de los All Blacks, el equipo de rugby de Nueva Zelanda, cuya feroz danza indígena, la haka, lo ha convertido en un símbolo del país.
Los expertos dan por hecho que la constelación Matariki, el helecho o ambos estarán presentes en las cuatro propuestas que elegirá el comité de expertos y que votarán los neozelandeses el año que viene.
“Nuestra bandera es el símbolo más importante de nuestra identidad nacional y creo que este es el momento adecuado para que los neozelandeses consideren cambiar el diseño por algo que refleje mejor nuestro estatus como nación moderna e independiente”, aseguró Key.
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