Dada la peculiar e irritante propensión de los gobiernos de España (el de antes y el de ahora) a mentir sobre la crisis económica (hace menos de dos días que el presidente del gobierno, don Mariano Rajoy, juraba y perjuraba que no habría rescate de España y hace una semana que el ministro Montoro decía que no habría intervención: “los hombres de negro no vendrán a España porque es técnicamente imposible que España sea intervenida”… y ya ven lo que ha pasado), ayer escribí un post un poco en condicional. Decía cosas como: “si lo que ha dicho De Guindos en la rueda de prensa es verdad, entonces puede pasar esto y lo otro…”. No quería hacer afirmaciones sin haber leído el comunicado oficial del Eurogrupo. Ahora ya lo he hecho y estoy en disposición de opinar con un poco más de criterio.
Antes de hacerlo, es bueno recordar el problema que se intenta arreglar. Los gobiernos de España (el de antes y el de ahora) habían cometido el error de prometer que ningún banco quebraría. Eso fue un error por dos razones. Si hace 4 años hubieran dejado quebrar a los bancos y las cajas insolventes cuando eran pequeñitas, no hubiera pasada nada que no haya pasado ahora (es decir, se hubiera “secado” el crédito de la economía, es verdad, pero eso es exactamente lo que ha pasado por lo que el mal sería el mismo, y los contribuyentes nos habríamos ahorrado unos miles de millones de euros).
La segunda razón por la que la promesa de rescate fue un error es que uno solo puede garantizar el rescate financiero de un amigo (o de un banco) si tiene suficiente dinero para hacerlo porque si uno garantiza el rescate del amigo (o el banco) sin tener el dinero suficiente, uno tiene que endeudrse y el rescate le puede llevar a la quiebra. Pues bien, el gobierno de España no tenía el dinero. Eso hizo que los acreedores anticiparan que al final el rescate se acabaría a base de endeudamiento por parte del gobierno y que aumentara la probabilidad de que España no pudiera pagar sus deudas (de ahí la prima de riesgo).
Y claro, si existe la probabilidad de que el gobierno no pague, entonces los bonos del gobierno que tienen los bancos valen menos, lo cual hace aumentar el riesgo de que los bancos quiebren y eso hace que el gobierno tenga que asegurar con más dinero las necesidades de capital de los bancos. Es decir, estábamos ante un pez que se muerde la cola: el gobierno es la garantía de que los bancos no quebrarán, y los bancos tienen deuda pública cuyo valor se reduce si el gobierno garantiza el rescate de los bancos. La única manera de romper este círculo vicioso era con la recapitaliación de los bancos por parte de las autoridades europeas, una recapitalización que no representara un aumento de la deuda del gobierno Español.
Dicho esto: ¿Qué se acordó ayer? Pues varias cosas. Primero, que el Eurogrupo permitirá que el gobierno obtenga créditos (repito, créditos) del Fondo de Rescate (el llamado EFSF/ESM) por un valor de hasta 100.000 millones de euros. Dado que el Fondo Montario Internacional había valorado las necesidades de recapitalización de la banca española en unos 40.000 millones, la cantidad aprobada debería servir (según el comunicado del eurogrupo) para recapitalizar a los bancos y además con un margen de maniobra que debería dar suficiente confianza a los inversores de que esta vez sí hay suficiente dinero en el fondo. En el post de ayer en la mañana expliqué porqué era importante que el tamaño del rescate fuera suficiente (y decía la cantidad tendría que parecerse más a 150.000 millones). 100.000 millones parece una cantidad más razonable que 40.000 millones aunque al final podría ser insuficiente. Tendremos que esperar a ver qué dicen las auditoras independientes.
Segundo, el comunicado del Eurogrupo pide que sea el FROB (el Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria) el que actúe como agente del gobierno español pero deja claro que el crédito es para el gobierno. Es decir, no se rescata directamente a los bancos sino que se da un crédito al estado. Eso quiere decir que la deuda pública del reino de España aumentará y que, por lo tanto, no se romperá el círculo vicioso en el que están metidos los bancos y el gobierno y que he mencionado arriba.
Tercero, el comunicado felicita los esfuerzos que ha hecho España para reformar el mercado laboral y las finanzas públicas pero luego lanza veladamente una frase amenazadora: «el eurogrupo expresa su confianza en que España va a hacer honor a sus compromisos de reducir el déficit excesivo y corregir los desequilibrios macroeconómicos». Añade que el progreso llevado a cabo en estas áreas «será vigilado muy de cerca y de manera paralela al proceso de ayuda financiera». Este punto es MUY problemático porque el ministro De Guindos ha dicho que las condiciones que había impuesto para el rescate eran condiciones sobre la banca pero en ningún caso condiciones macroeconómicas de mayor austeridad. Y era muy importante que eso fuera así como ya expliqué en el post de ayer en la mañana. Yo no sé como interpretará de Guindos el párrafo:
“The Eurogroup is confident that Spain will honour its commitments under the excessive deficit procedure and with regard to structural reforms, with a view to correcting macroeconomic imbalances in the framework of the European semester. Progress in these areas will be closely and regularly reviewed also in parallel with the financial assistance.
Beyond the determined implementation of these commitments, the Eurogroup considers that the policy conditionality of the financial assistance should be focused on specific reforms targeting the financial sector, including restructuring plans in line with EU state-aid rules and horizontal structural reforms of the domestic financial sector. ”
Yo lo interpreto como que van a ser inflexibles en materia fiscal y macroeconómica y que hay una velada relación entre la ayuda financiera y el cumplimiento de las condiciones fiscales y macroeconómicas. ¿A qué viene, si no, mencionar el compromiso de reducir el déficit excesivo y que el cumplimiento de ese compromiso va a ser vigilado muy de cerca?
En el post preliminar de ayer dije “Si De Guindos dice la verdad y las condiciones que impone Europa se circunscriben al sector bancario (y que el FMI está en el paquete solo como supervisor bancario y no como aportador de dinero, cosa que implicaría condicionalidad macroeconómica) el rescate va en la buena dirección.” Deberemos esperar al contrato definitivo que firmen el gobierno de España y las autoridades europeas (el llamado MoU, que no es el diminutivo de Mourinho sino las siglas de «memorandum of understanding») para ver si es verdad, pero leyendo el comunicado del Eurogrupo, a mi me da la impresión de que el nuevo crédito va a tener condiciones sobre austeridad fiscal aunque De Guindos parezca decir lo contrario. Y lo digo porque hay precendentes como el de Irlanda, que tuvo que pedir ayuda para rescatar a los bancos pidiendo condicionalidad solo para los bancos… pero fue forzada a asumir un rescate en toda regla, con condiciones sobre como administrar la polìtica fiscal y macroeconómica.
Cuarto, el gobierno se niega a utilizar la palabra rescate y habla de “ayudas” y “préstamo en condiciones favorables”. Sería importante que el gobierno dejara de jugar con los nombres para esconder la realidad (un fenómeno conocido como “Zapaterizar” la realidad). Señores ministros: ¡esto es un rescate en toda regla! Ustedes reciben una ayuda en forma de crédito en condiciones favorables (y la diferencia entre esas condiciones favorables y las que obtendrían ustedes en el mercado son sufragadas por los contribuyentes alemanes) y a cambio, se comprometen ustedes a seguir una serie de normas dictadas por los socios europeos. Eso es lo que vulgarmente se conoce con el nombre de… ¿RESCATE? La irritación con la que De Guindos contestó a algunas preguntas de periodistas podrían ser el fruto del cansancio y de la tensión de los últimos días… pero sus patéticos intentos de esconder la realidad repitiendo una y otra vez que no estábamos ante un rescate no hacen más que minar la confianza de los ciudadanos. No queremos un médico que nos esconde la verdad. Queremos un médico que nos explica el diagnóstico de la grave enfermedad y nos explica qué tenemos que hacer para curarnos.(*)
Quinto, en su rueda de prensa de ayer, el ministro de Guindos dijo repetidamente que este “préstamo en condiciones favorables” (es decir, este rescate) no costaría dinero a los contribuyentes. Esto puede ser verdad o puede ser mentira. Me explico: el gobierno utilizará la linea de crédito para recapitalizar a los bancos a través de la nacionalización. Es decir, el estado pone el dinero para sanear Bankia y, a cambio, pasa a ser el propietario. Como propietario, no podrá tomar todas las decisiones que quiera porque tendrá a unos supervisores del FMI mirando por encima del hombro, unos supervisores que van a ayudar a convertir el banco zombi e insolvente en un banco vivo y operativo. Una vez el banco esté sano, el gobierno lo va a vender. Si el precio de venta acaba siendo superior a lo que pone el gobierno, el estado recuperará todo el dinero y al contribuyente no le costará nada. Ahora bien, si el precio al que vende Bankia dentro de unos años es inferior al dinero que aporta el estado ahora, la diferencia será a cargo del contribuyente.
Sexto, los costes para el contribuyente pueden no acabar aquí porque, aunque el documento no lo dice, es seguro que la nueva deuda seguramente tendrá prioridad a la hora de ser cobrada (en argot financiero, la nueva deuda será «super-senior»). Esto quiere decir que la deuda anterior tiene un riesgo superior por lo que podría pasar que las primas de riesgo, en lugar de bajar, subiesen en los próximos meses. Esa diferencia también sería un coste a cargo del contribuyente. Finalmente, ya he explicado antes que de la lectura del documento se deduce que la condicionalidad no será solo bancaria sino también fiscal. Es decir, a cambio del rescate, Europa va a imponer más austeridad fiscal. Quizá no tanta como si en lugar de rescatar a la banca se hubiera rescatado al país, pero austeridad al fin y al cabo, una austeridad que va a sufrir el contribuyente (en forma de aumentos de impuestos -pronto veremos más IVA- y recortes de servicios y menor crecimiento).
Y séptimo, he oído que el PSOE se reunirá hoy para discutir las implicaciones del rescate. La situación es seria y sería conveniente que los partidos de la oposición se abstuvieran de intentar sacar partido haciendo análisis y declaraciones demagógicas y populistas. Sobre todo, los partidos que han sido directamente responsables de la situación en la que nos encontramos ahora. Las lecciones las tenían que dar cuando gobernaban.
Resumiendo, ayer Europa tuvo la oportunidad de poner fin a la crisis financiera de España. Sólo tenían que recapitalizar directamente a los bancos con dinero de los fondos de rescate (y quedarse ellos los bancos, gestionarlos directamente y venderlos una vez estén sanos) y separar así el problema fiscal del problema financiero. En lugar de hacerlo, se ha creado una nueva linea de crédito que aumenta la deuda soberana de España y no separa lo fiscal de lo financiero. Es más, el gobierno sigue con la nefasta tendencia de negar los problems. Señores ministros: !No son hilillos de plastelina!
El post de ayer por la mañana se titulaba «el principio del fin» porqué pensé que si se hacía bien el rescate, sería el principio del fin de la crisis. Y si se hacía mal podría ser el principio del fin del euro. Ahora pienso que quizá no se ha hecho ni una cosa ni la otra sino algu mucho peor: creo que con el rescate a base de crédito lo que se ha hecho es perpetuar la situación de crisis porque no una catástrofe, pero tampoco es la solución que se necesitaba.
(*) La prensa internacional ya se cachondea de la rueda de prensa de De Guindos. La portada de Time reza: «You say tomato, I say bail out» (usted lo califica de tomate, yo lo califico de bailout). La pérdida de credibilidad es una de las consecuencias de creerse que los demás son tontos y no pueden analizar la realidad más que a través de sus comunicados oficiales. El problema es que todo el mundo ve que no son hilillos de plastelina!!!
Fuente: www.salaimartin.com (10/6/2012)
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