El catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull, Santiago Niño Becerra, cree que la clave para el futuro profesional de la población será su especialización. La formación marcará la gran diferencia en los salarios y la calidad de vida. Esto es algo que ya se puede ver a día de hoy, sobre todo fuera de España. Un reponedor en Barcelona vive mejor que un homólogo suyo en la ciudad suiza de Zurich, mientras que si este caso se extrapola a los ingenieros ocurre todo lo contrario. Los salarios y la demanda de trabajo cualificado es superior en países como Suiza, Alemania o Suecia.
Becerra explica en La Carta de la Bolsa que «en Zurich un trabajador de Lidl tiene un salario mínimo de unos 3.300 euros, pero ¿qué cuesta vivir en Zurich? ¿Un reponedor de Zurich vive mejor que un reponedor de Mercadona en Bacerlona? Vivir mejor, en conjunto, me suena que no». Y es el que precio de la vida en Suiza es muy elevado, los trabajos que requieren cualificación tienen salarios muy elevados, mientras que los que no la requieren están mucho peor remunerados en relación con el coste de la vida de esos países.
Por el contrario, «un ingeniero de sistemas en Helsinki o en Múnich trabajado de ingeniero de sistemas vive mejor que un ingeniero de sistemas en Barcelona, entre otras razones porque un ingeniero de sistemas tiene más probabilidades de trabajador de ingeniero de Helsinki o en Múnich que en Barcelona».
La diferencia se encuentra en la demanda de trabajo, sobre todo del trabajo cualificado para el que se necesita formación: «En Zurich, en Helsinki y en Múnich hay mucha más demanda de trabajo que en Barcelona, luego las probabilidades de encontrar un empleo en esas ciudades es mayor».
La importancia de la formación
La formación va a marcar la diferencia en el futuro, ya lo hace en la actualidad, pero la brecha se incrementará con el paso de los años y con el aumento del factor capital en el proceso productivo. Los empleos que no requieran cualificación serán sustituidos por las máquinas, mientras que los empleos más cualificados serán los más demandados y los que disfruten de una mayor remuneración por su importancia en la producción.
«La formación es esencial, y cada vez lo será más, lo que sucede es que no tiene porqué ser necesariamente reglada. Usted mismo seguro que utiliza al ‘autoaprendizaje’, con recorridos personalizados por uno mismo en el que se combine trabajo profesional, autoformación y la asistencia a centros donde se curse una materia», explica el economista catalán.
Ante la ‘fuga de cerebros’ que sufre España, Becerra cree que caben dos planteamientos posibles: «España está tirando por la ventana toneladas de capital humano y cuya carencia se padecerá en el futuro, o bien el capital humano que se va es un excedente que aquí jamás se utilizará. En el primer caso se están quemando cantidades ingentes de dinero, sea público o privado; en el segundo, evidentemente, también».
En España se forman ingenieros, arquitectos, informáticos, etc. La inversión en la enseñanza pública superior es inmensa, para que finalmente el retorno de esa inversión se produzca fuera, donde hay mayor demanda de empleo cualificado y salarios más elevados.
Dejar una contestacion