Cristiano Ronaldo ha decidido jugársela ante la Justicia española, de momento. El lunes, en su declaración como investigado en el Juzgado de Instrucción número uno de Pozuelo de Alarcón se mostró confiado en su inocencia. «Si no me llamara Cristiano Ronaldo, no estaría aquí», afirmó. Pero esa actitud desafiante no será su mayor problema si finalmente es procesado por defraudar 14,7 millones de euros a Hacienda entre 2011 y 2014.
Cuando fue citado a declarar por cuatro presuntos delitos fiscales, las primeras informaciones apuntaban a que el futbolista pagaría de manera preventiva la suma que la Fiscalía le acusa de defraudar. Esto le permitiría beneficiarse de una eventual reducción de condena. Sin embargo, la defensa de Ronaldo, liderada por el bufete Baker McKenzie, parece haber cambiado de opinión. En las últimas semanas su entorno ha insistido en que no pagará al fisco y mantendrá el litigio. «No nos lo hemos planteado», respondía este martes a EL MUNDO su agencia de prensa en España, Estudio de Comunicación, cuestionada por este hecho. La estrategia es arriesgada: no pagar hace que ir a la cárcel sea una posibilidad real para el jugador si acaba condenado.
Este agosto se le acabará el plazo. El 20 de junio, el Juzgado de Primera Instancia de Pozuelo comunicó que Ronaldo había sido llamado a declarar y, desde esa actuación de la juez, el plazo es de dos meses. Así, el futbolista tiene hasta mediados de mes para poder beneficiarse de «una atenuante muy cualificada» que, en el mejor de los casos, garantizaría que su entrada en la cárcel no se produjera.
Si el futbolista fuese condenado al final de ese proceso, la pena mínima total sería de siete años de prisión, según los cálculos del sindicato de técnicos de Hacienda Gestha. Ese periodo es muy superior a los dos años que suelen suponer el ingreso efectivo en prisión. Y por eso, si las cosas le van mal a Ronaldo será clave poder beneficiarse de la «atenuante muy cualificada» recogida en el Código Penal.
Como ya ocurrió en el caso de Leo Messi, esa modificación permitiría a un juez reducir la pena de cárcel a la mitad e incluso a una cuarta parte del total; es decir, hasta 21 meses. Pero requiere unas acciones previas. «La posibilidad de imponer la pena inferior en uno o dos grados exige que antes de dos meses de la citación judicial como imputado se abone la deuda tributaria y se reconozcan judicialmente los hechos», explica a este periódico Javier Rodríguez Ten, abogado en Crowe Horwath y profesor de la Universidad San Jorge.
«Mi consejo sería pagar»
Negarse a pagar la cantidad supuestamente defraudada a Hacienda y continuar con el litigio supondría que, de continuar el proceso y acabar con una condena, Ronaldo no podría esquivar la cárcel. EL MUNDO se ha puesto en contacto con el bufete Baker McKenzie para preguntar por la estrategia del jugador, pero el despacho ha declinado hacer declaraciones y ha remitido las preguntas sobre el caso Cristiano Ronaldo a la empresa Estudio de Comunicación. «No nos hemos planteado que Ronaldo se beneficie de ese atenuante», afirmaron desde la agencia.
Ronaldo aseguraba, en un comunicado emitido el lunes, estar «tranquilo y satisfecho» después de su declaración. «Es el momento de dejar trabajar a la Justicia», subrayó. Pero la Justicia se tomará un descanso de su caso -y de todos los no urgentes- durante el mes de agosto. En las próximas semanas, no habrá avances en el caso, aunque la cuenta atrás sigue. Ronaldo debe decidir ya si se arriesga al todo o nada. Para el letrado Rodríguez Ter no hay duda: «Mi consejo sería pagar, salvo en el supuesto de estar completamente seguro de no haber incurrido en ninguna irregularidad y además poder acreditar completamente que el contenido de todas las acusaciones o de los hechos en los que se basan son inciertos o erróneos. Cualquier otra línea de defensa diferente a la seguridad total y absoluta o a pagar ante la más mínima duda sería muy arriesgada».
Fuente: Elmundo.es (2/8/17) Pixabay.com
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