Es tiempo de vacaciones, de viajes y de relax pero la crisis obliga a ser cautos a la hora de gastar. Recurrir a viajes de bajo coste es lo más común sobre todo entre los jóvenes que tienen facilidad a la hora de elegir fechas y horas. Pero como nadie ofrece duros a pesetas las compañías «low cost» optan por trabajan con aeropuertos secundarios que suelen estar lejos del centro de la ciudad y que tienen menores impuestos, lo que se traduce en precios más bajos en los billetes. Pero ¿cómo conseguir que el cliente no se percate de la lejanía del centro aeroportuario? Aquí entra la picaresca y son muchos los que utilizan nombres engañosos para sus instalaciones.
El último en entrar en esta curiosa lista es el aeropuerto París-Vatry Disney. Con esta nomenglatura el turista podría pensar que está cerca de París o del parque de Disney pero nada más lejos de la realidad. El viajero tendrá que costearse en tren, autobús o taxi un trayecto de 150 km si quiere llegar hasta la ciudad del Loira o de 112 si el destino seleccionado es EuroDisney.
Valorar el tiempo y el precio del traslado
Otros ejemplos son los del aeropuerto de Memmingen Munich que se encuentra a 112 kilómetros de la ciudad de Munich, el Oslo Torp a 110 Kilómetros de Oslo, el nuevo London Southend que está a 67 Kilómetros del centro de la ciudad (a la misma distancia a la que se encuentra el aeropuerto London Stansted de Londres) o el alemán de Dusseldorf (Weeze) a 80 Km del centro de la ciudad que lleva su nombre.
En esta línea Eliana Gómez, responsable de Skyscanner, sitio web que localiza vuelos baratos, advierte que «dependiendo de su destino final, los aeródromo regionales pueden ser muy cómodos, pero los viajeros que deseen llegar al centro de ciertas ciudades deben tener en cuenta los costes de transporte y el tiempo que van a utilizar entre llegar a uno regional o a otro más céntrico».
La responsable de la empresa para España añade que si uno vuela a un aeropuerto con «París» en su nombre, es de esperar que se encuentre en algún lugar cerca de la capital francesa, pero 150 kilómetros no es lo que se podría denominar «cercano».
El caso español, bien distinto
En España la práctica totalidad se encuentran cerca de su respectivas ciudades. Por ejemplo el aeropuerto de Madrid (Barajas) está a 15 Km del centro de la capital de España, el de Barcelona (El Prat) a 18 Km del centro o el de Valencia (Manises) a 8 Km. La buena comunicación y cercanía de la red aeroportuaria española es uno de los motivos por los que los aeropuertos regionales no han triunfado y se han convertido en centros fantasmas abocados a la clausura total o parcial de sus instalaciones.
Dejar una contestacion