Los profesionales sanitarios británicos se oponen a la inauguración de un gigantesco restaurante de comida rápida en el que dentro de tres meses se convertirá en el epicentro del deporte mundial. Consideran que se está mandando “un mensaje equivocado” a una sociedad cada vez más afectada por problemas de salud derivados de la obesidad.
¿Es el deporte salud? No siempre, pensarán los médicos británicos, horrorizados con la idea de que McDonald’s abra el restaurante de comida rápida más grande del planeta en el corazón del recinto Olímpico Londinense. Entre el 27 de julio y el 9 de septiembre, los Big Mac, los batidos y las patatas fritas serán el menú fundamental para atletas olímpicos y paralímpicos, además de para los millones de visitantes que acudirán a la mayor cita deportiva del año.
Con motivo de los Juegos Olímpicos de 2012, la cadena de ‘fast food’ abrirá un gigantesco establecimiento de 3.000 metros cuadrados –aproximadamente la misma dimensión del terreno de juego del Estadio Camp Nou del F.C. Barcelona–, divididos en dos plantas, en las con asientos para hasta 1.500 personas.
McDonald’s espera que su nuevo restaurante se convierta en el más visitado de los 32.000 que la cadena tiene repartidos en 117 países y en los que atiende a más de 64 millones de personas diariamente en todo el mundo. Durante los Juegos, la previsión del gigante de la comida rápida es servir 1,75 millones de menús en sus cuatros establecimientos de las instalaciones olímpicas.
“Es muy triste que un evento en el que se celebran los logros atléticos sea patrocinado por compañías que contribuyen al desarrollo de la obesidad y los hábitos de vida poco saludables”, se ha quejado Terence Stephenson, portavoz de la Academy of Royal Medical Colleges, una de las asociaciones médicas más prestigiosas del Reino Unido, que cuenta con 200.000 miembros.
La organización ha pedido al gobierno británico que limite la presencia publicitaria de marcas como McDonald’s, Coca Cola o Heineken durante las olimpiadas. Este verano McDonald’s se convertirá por novena vez consecutiva en el restaurante oficial del evento y el único proveedor certificado para alimentar a los atletas.
La cadena de hamburgueserías inició su historia como patrocinador oficial del mayor evento deportivo mundial en Montreal 1976. Entre sus clientes más ilustres está el velocista jamaicano y ‘recordman’ mundial de 100 metros lisos Usain Bolt, que presume de su afición a los ‘nuggets’ de pollo.
En respuesta a las peticiones del colectivo médico, un portavoz del Comité Olímpico ha recordado a los galenos que, sin el respaldo de los patrocinadores, 170 de los 200 comités olímpicos nacionales no podrían enviar a sus atletas a competir a los Juegos.
Fuente: Lainformación.com
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