La rebaja y flexibilización de la tributación por módulos anunciada por el Gobierno ha hecho sonar las alarmas de la Organización de Inspectores de Hacienda, que alertan del riesgo de fraude de este sistema fiscal que aplican unos 600.000 autónomos. Los funcionarios de la Agencia Tributaria reclaman que se prohíba a las empresas de albañilería tributar por módulos.
El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, trabaja en un plan para rebajar un 5% la tributación por módulos y en una reforma que permita a los autónomos y pequeños empresarios flexibilizar el sistema de tributación. Actualmente, un autónomo puede optar por tributar por estimación objetiva (módulos) o directa. En el primer caso, los ingresos se pagan en función de variables objetivas, como los metros cuadrados del negocio, la electricidad consumida o el número de trabajadores. En el segundo modelo, se tributa en función de los beneficios reales, es decir, la base imponible es el resultado de restar los gastos de los ingresos obtenidos. Un empresario puede elegir la forma de tributación, pero, sin embargo, no puede cambiar de modelo hasta pasados tres años.
El Ejecutivo planea que cada empresa pueda optar cada año por un sistema u otro en función de sus intereses. Los inspectores de Hacienda entienden que si ello se lleva a cabo, también debería reforzarse la lucha fiscal en la tributación por módulos, «un nido de facturas falsas». En este sentido, reclaman que se prohíba acceder al sistema de módulos a las empresas de albañilería o del transporte de mercancías, nichos en los que «se detecta que existe un volumen relevante de facturación irregular».
Además, reclaman que las empresas con una cifra de negocio de más de 100.000 euros no pueden acceder a la tributación por módulos, umbral que actualmente está fijado en 450.000 euros. La prohibición se extendería, según la reforma que proponen los inspectores, a toda compañía que facture más de un 20% de su cifra de negocio a otras empresas o profesionales. Con ello se trata de evitar una clásica forma de fraude que consiste en que el modulero emita una factura falsa a otro empresario para que este se pueda deducir un IVA y reducir el impuesto sobre sociedades. «Un solo emisor de facturas falsas, en el límite de 450.000 euros, puede ocasionar un quebranto a las arcas públicas del 48% (216.000 euros), más de 20 veces la cantidad ingresada por cada empresario honesto en el régimen de módulos», dicen los inspectores.
Autónomos ‘mileuristas’
Los últimos datos de la Agencia Tributaria indican que los autónomos y pymes que tributan por IRPF obtuvieron en 2009 un rendimiento neto por el método de estimación directa de 11.036 euros anuales frente a los 19.359 euros que declaran de media asalariados y pensionistas. Los autónomos aseguran que esos datos ilustran los efectos de la crisis sobre los pequeños empresarios mientras que los funcionarios de Hacienda entienden que existe un problema de fraude en la tributación de los autónomos.
Los profesionales y empresarios que tributaron por módulos obtuvieron, de media, un rendimiento neto de 10.832 euros, una cifra algo inferior a los que aplicaron el sistema de estimación directa. Así, los trabajadores por cuenta propia ganan, de media menos que un mileurista, una realidad que levanta sospechas dentro de la Agencia Tributaria. En cualquier caso, los datos indican que cada vez más empresarios por cuenta propia se ven abocados al cierre de su negocio.
Fuente: Cinco Días (28/2/2012)
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