La política antiinmigración del recién nombrado presidente Donald Trump ha echado por tierra una de las legendarias señas de identidad de Estados Unidos: su historia social, económica y política ha sido configurada en gran parte por población extranjera. Mientras el presidente se ha escudado en que sus medidas van encaminadas a proteger a los ciudadanos estadounidenses, ya sea frente al terrorismo o la delincuencia, voces de ambos lados del Atlántico se han elevado para tratar de borrar la fórmula que identifica inmigración con peligros de todo tipo.
Por ejemplo, basta con echar una mirada a los números sobre la aportación de inmigrantes o los hijos de los inmigrantes a la economía de EE UU para hace palidecer cualquier intento de echar sobre este colectivo la culpa de todos los males.
Según cifras de la ONU sobre migraciones, Estados Unidos es el país del mundo con mayor población inmigrante en números absolutos, más de 46 millones de personas, lo que representa un 15% de su población. No es de extrañar que el último gran informe sobre la aportación al crecimiento estadounidense afirmara que el 40% de las grandes compañías del Fortune 500 (una clasificación por ingresos elaborada por la revista del mismo nombre) estaba fundada por un inmigrante (90 empresas) o por hijo de inmigrante (114 empresas). Eran datos de 2010 que revelaban que los ingresos generados por estas empresas son mayores que el Producto Interior Bruto de cualquier país del mundo exceptuando EEUU, China y Japón. Con datos actualizados de 2016, hasta 160 empresas de esta lista forman parte de esa contundente estadística.
Empresas fundadas por inmigrantes o hijos de inmigrantes y sus ingresos con datos de 2016 (Fuente: Fortune 500)
Es el caso, por ejemplo, de empresas y marcas tan conocidas como Procter & Gamble (fundada por un irlandés y un inglés), Pfizer (un alemán) o US Steel (un escocés). En el mismo saco podrían entrar AT&T (Escocia), Goldman Sachs (Alemania), News Corp (Australia), General Electric (Canadá), DuPont (Francia), Colgate (Inglaterra), McDonalds (Irlanda), Walt Disney (Canadá), Oracle (Rusia-Irán), Clorox (Irlanda), Boeing (Alemania), 3M (Canadá), Mattel (Polonia) y Home Depot (Rusia).
Entre las de más reciente creación estarían Apple (Siria), Intel (Hungría), eBay (Francia), Google (Rusia) o Tesla (Sudáfrica).
Precisamente, según un informe de 2016 de la National Foundation for American Policy, estas empresas emergentes fundadas por inmigrantes representan otro ejemplo de emprendimiento llevado a cabo por la población no nativa de EE UU. El 51% (44 de 87) de las empresas del billion dollar startup (club figurado que agrupa a las compañías tecnológicas de reciente creación con más de mil millones de dólares, unos 935 millones de euros, de valoración en bolsa) tuvo, al menos, un inmigrante entre sus fundadores.
El estudio revela además que 62 de las 87 compañías (71%) tiene al menos un inmigrante en puestos de dirección o en cargos vitales en el desarrollo de producto.
Estos son algunos de los ejemplos más destacados de empresas fundadas por no nativos de EE UU.
– Elon Musk, sería como el nuevo Steve Jobs, la estrella de Silicon Valley, fundador de Tesla y SpaceX, es de Sudáfrica. Tesla está valorada en 36.700 millones de dólares (34.365 millones de euros). SpaceX en más de 20.000 millones.
– Laks Srini, fundador de Zenefits, startup de gestión de beneficios para empleados. Valorada en 2.000 millones de dólares (1.872 millones de euros). Es de la India.
– Garret Camp, cofundador de Uber, valorada en 62.000 millones de dólares (58.055 millones de euros). Es de Canadá.
– Peter Thiel (consejero de Trump, que habló en la conferencia republicana), fundador de Paypal y Palantir, valorada en más de 20.000 millones de dólares (18.727 millones de euros). Nació en Alemania.
– Vinod Khosla, uno de los padres de Silicon Valley, de origen indio.
– Sergey Brin, ruso, cofundador de Google, que acaba de superar a Apple como la compañía más cotizada del planeta con un valor en bolsa de 571.000 millones de dólares, (522.576 millones de euros).
– Eduardo Saverin, cofundador de Facebook, de Brasil. (con un valor de 387.000 millones de dólares o 362.000 millones de euros).
– Andrew Viterbi, cofundador de Qualcomm, el mayor fabricante mundial de chips para móviles. (78.000 millones de dólares, 73.037 millones de euros)
– Cecil Green, de Reino Unido, fundó Texas Instruments. (75.000 millones de dólares o 70.228 millones de euros)
– Jerry Yang, de Taiwán, cofundador de Yahoo! (42.000 millones de dólares, 39.327 millones de euros)
– William Wang, fundador de Vizio, nacido en Taiwán.
Las empresas del ‘club’ han creado, de media, 760 puestos de trabajo en Estados Unidos.
Información elaborada por Rosa Jiménez Cano, Sandro Pozzi y Gonzalo Téubal. Gráficos de Rafa Höhr y José Manuel Abad.
Fuente: Elpais.es (7/2/17) Pixabay.com
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