Los accionistas del Banco Popular perderán el 100% de su inversión en las acciones de la entidad tras el traspaso de todo el capital por un euro al Banco Santander. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha decidido suspender la cotización del Popular, que había perdido más de la mitad de su valor en Bolsa en las últimas cinco sesiones, pero ahora sus acciones han dejado de tener valor alguno, pues las autoridades europeas las han dado de baja o amortizado. Los accionistas han dejado de tener sus acciones. Para los inversores, casi la única alternativa será tratar de pleitear contra la entidad o los anteriores responsables del banco.
La adquisición del Banco Popular se produce tras la subasta llevada a cabo por el Fondo Único de Resolución (FUR) europeo y el FROB español en la que el Banco Santander fue seleccionada como entidad adjudicataria y paga un euro de valor simbólico. Hasta ahora, y pese a su desplome, el Banco Popular estaba valorado en Bolsa en unos 1.300 millones de euros, que se volatilizan al 100% al fijarse ese precio simbólico. Son unos 300.000 accionistas los afectados por la pérdida de todo su dinero. El dato más reciente, a 31 de marzo pasado, señalaba que el banco tenía 305.152 accionistas.
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ha descartado la posibilidad de cualquier tipo de compensación a los pequeños accionistas. También ha explicado que el riesgo de posibles demandas se ha tenido en cuenta a la hora de presentar la oferta. El banco no cuenta con garantías públicas de ningún tipo ante eventuales reclamaciones de inversores.
Pérdidas para bonistas
Las pérdidas se extienden también a los tenedores de bonos contingentes convertibles, conocidos como cocos, y de bonos subordinados (todos los instrumentos calificados como Aditional Tier 1, que también han sido dados de baja y los instrumentos Tier 2, que han sido convertidos en acciones nuevas, pero que han sido traspasadas al Santander por un euro). Son más de 2.000 millones en deuda en una serie de emisiones que detalla la resolución del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Así, son los accionistas y algunos bonistas los que absorben las pérdidas de la entidad y se evita un rescate con dinero público.
Entre los inversores afectados, según las participaciones comunicadas al registro de la CNMV está la Sindicatura de Accionistas, que agrupa a numerosos accionistas del banco y posee un 9,6% del capital. Otras participaciones declaradas al supervisor son el 3,497% de Allianza, el 4% de Credit Mutuel y el 3,05% del fondo británico Silchester. También pierde su inversión la Fundación Barrié de la Maza, que se convirtió en accionista del Popular cuando esta absorbió el Pastor.
El grupo Luksic, que compró un 3% del Popular hace solo un mes por 90 millones a través de la sociedad Vallum Foundation, ha perdido todo ese dinero. Más aún ha perdido el grupo de inversores mexicano encabezado por Antonio del Valle, que invirtió 450 millones en hacerse con un 6% de la entidad en 2013 y reforzó su inversión en la ampliación de capital del año pasado. Controlaba un 4,28% del banco y sus pérdidas superan los 550 millones.
Entre los consejeros, la que tenía declarada una mayor participación era Helena Revoredo, dueña de Prosegur, con 2,59 millones de títulos, que han pasado de valer más de 800.000 euros este martes a no valer nada.
Sin problema para los depositantes
En cambio, ni los titulares de deuda senior, ni los ahorradores, depositantes o inversores en fondos gestionados por el Popular tendrán ningún problema. De hecho, la cotización de los bonos de deuda senior se ha disparado más de un 10% en el mercado. En cuanto a los fondos, su valor puede caer algo si tenían inversiones en acciones del Popular, pero eso ocurre también con los fondos gestionados por otras entidades.
Los gestores del Popular trataban de manejar una subasta del banco que pudiera maximizar el valor para los accionistas, pero no han tenido tiempo para ello. El hecho de que la entidad necesitase grandes provisiones para sanear su balance y la acelerada caída de la entidad en Bolsa han llevado al Banco Central Europeo (BCE) a intervenir.
El mecanismo único europeo de resolución de entidades bancarias ha llegado a la conclusión de que el Popular estaba a punto de caer o que era probable que cayese (failing or likely to fail). La pérdida de liquidez por la fuga de depósitos dejaba a la entidad, según las autoridades europeas, en una posición en que no podría pagar sus deudas en tiempo y forma en un futuro próximo.
Fuente: Elpais.es (7/6/17) Pixabay.com
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