Cinco Días ha publicado un estudio sobre los principales problemas que sufren los autónomos.
1. Morosidad
Ni las empresas ni las Administraciones Públicas cumplen los plazos de pago que marca la Ley. Los primeros, que deberían pagar como máximo a 60 días lo están haciendo en torno a los 85. Los segundos, que deberían pagar a 30 días máximo, lo están haciendo en torno a los 90.
2. Gestiones administrativas
A pesar de que se han reducido los tiempos para iniciar una actividad, sigue siendo necesario que una sóla persona rellene diferentes impresos para llevar a cabo una única actividad. La gestión de altas y bajas laborales u otras gestiones telemáticas son una utopía sin una gestoría o apoyo externo.
3. Adelantar el IVA de facturas no cobradas
El IVA de caja no ha cuajado, y los autónomos siguen teniendo que adelantar el IVA de facturas que no ha cobrado. Teniendo en cuenta la alta morosidad, se crea un importante problema de liquidez para la actividad del autónomo
4. Alta cuota de autónomo en comparación con otros países
La cuota de autónomos en España es muy elevada en comparación con otros países, y no tiene en cuenta los ingresos que el autónomo pueda tener.
5. Costes por trabajador elevados
Los costes de la Seguridad Social cuando se contrata un empleado son elevados. Las ayudas no son de fácil acceso para el autónomo.
6. Estrés en la gestión unipersonal del negocio.
Muchos de los autónomos se han dado de alta en busca de un empleo que el mercado laboral no les brinda. Esto ha generado altos ratios de estrés derivados de una gestión unipersonal que se encarga de prácticamente todo en el negocio.
7. Falta de financiación
El crédito se recupera, pero no para los autónomos. Los préstamos de menor tamaño siguen sin fluir como lo hacían antes. Ante situaciones de impagos o imprevistos, el autónomo está totalmente desprotegido, al no poder utilizar esta modalidad financiera. Tampoco puede hacer grandes inversiones para crecer, al no ser que salgan de su bolsillo.
8. Dificultad para acceder al paro de los autónomos
Las coberturas sociales de un trabajador autónomo son otro importante problema. La prestación por cese de actividad, o paro de los autónomos, sólo se concede al 30% de quienes lo solicitan, y eso que se han flexibilizado las condiciones de acceso en los últimos meses.
9. Pérdidas al trabajar desde casa
Muchos autónomos se han visto obligados a trabajar desde casa, haciendo uso de sus propias instalaciones y recursos para la ejecución de un trabajo. Gastos como luz, agua, oficina o gas que es difícil desgravarse, y que son indispensables para la actividad profesional.
10. Pérdida de competitividad de la economía sumergida
Cuando tu competencia trabaja en negro es muy difícil competir en precios con ella. En este caso, el autónomo se ve obligado a trabajar en esas mismas condiciones, o a perder la batalla debido a la indefensión cuando se enfrenta a casos de este tipo.
11. La pensión
Las diferencias con los trabajadores asalariados son abismales. Un autónomo cobra casi 500 euros de pensión que un asalariado. Las cuotas por ser autónomo son tan elevadas, que es difícil elevar la cotización en busca de una mayor pensión en el futuro.
12. Ley de Segunda Oportunidad incompleta
Las deudas que un autónomo haya contraído le lastran de por vida. Con la Ley de Segunda Oportunidad se ha intentado corregir este problema, aunque ahora sabemos que las deudas con la Administración Pública, que son las más comunes, no estarán incluidas, con lo que es posible que esta normativa genere muy pocas nuevas oportunidades
13. Falta de coberturas sociales
Muchos autónomos están completamente solos en la gestión de su actividad. ¿Qué ocurre si me pongo enfermo? ¿Qué puedo hacer si tengo que cuidar a un familiar? Se han presentado leyes recientemente que intentan apoyar este tipo de situaciones, aunque son incompletas.
Fuente: Cincodias.com (17/3/15)
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