La Dirección General de Tráfico (DGT) comenzará a comprobar si los vehículos circulan con seguro a través de lectores de matrícula instalados en los paneles de las carreteras, según anunció este lunes la directora de la institución, María Seguí, en el Salón del Automóvil de Barcelona. Tráfico no ha confirmado aún la fecha exacta.
La medida se suma a la iniciativa que la DGT inauguró en Semana Santa para cazar a los automóviles que no habían pasado la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). El 6,2% de los coches controlados (40.000 en un día) tenían la ITV caducada o no habían subsanado los errores detectados durante inspecciones que resultaron desfavorables.
Por ahora, la DGT se limita a comunicar la infracción a los propietarios de los vehículos en lo que llama una campaña informativa. La intención es denunciarles más adelante si no acuden a pasar la ITV o no corrigen los problemas de sus vehículos.
Estas acciones se enmarcan en el Plan de Movilidad Segura y Sostenible, que la DGT tendrá redactado en los próximos meses y del que Seguí avanzó los principales puntos en Barcelona. Entre otras cuestiones, la DGT se ha fijado el objetivo de rejuvenecer el parque automovilístico español. Actualmente, la mitad de los coches que circulan por las carreteras españolas tienen 9,5 o más años (hasta 13 en el caso de furgonetas y camiones pesados). Tráfico persigue rebajar la edad a siete años en 2016 (seis para las motos).
“Existen abundantes razones para justificar que los coches que tienen siete años cuentan con un mínimo de medidas de seguridad pasiva, y esas medidas marcan la diferencia entre la vida y la muerte”, defendió la directora de Tráfico. Seguí citó el sistema de estabilización ESP, que según un estudio internacional al que aludió, podría salvar 600 vidas al año, algo menos de un tercio de las víctimas que se producen anualmente en España (2.060 en 2011).
La máxima responsable de la DGT no especificó cómo logrará este objetivo, pero dejó muy clara la intención de apoyarse en herramientas como las tecnologías de la información o monitorización de las matrículas de vehículos para marcar de cerca a los conductores y propietarios. Tampoco explicó si se producirán incentivos para la compra (más allá del actual Plan PIVE 2) que faciliten la renovación en el quinto año consecutivo de caída de las matriculaciones como consecuencia de la crisis.
Además de controlar la ITV y los seguros, la DGT pretende vigilar el historial de reparaciones y siniestros de los vehículos. El objetivo, por poner un ejemplo extremo, es que nadie pueda revender un vehículo que haya sido declarado siniestro total sin que el comprador lo sepa.
El vicepresidente de la patronal de los fabricantes (ANFAC), Mario Armero, aplaudió una medida que aseguró que es una “reclamación histórica”.
Fuente: Elpais.es (13/5/13)
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