El presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (GANVAM), Juan Antonio Sánchez Torres, ha señalado que la subida de tres puntos en el tipo general del IVA encarecerá unos 650 euros de media el precio de los turismos, lo que supondrá ‘un obstáculo insalvable’ para muchos de los concesionarios que ya se encuentran en ‘números rojos’.
Sánchez Torres, que representa a 4.600 concesionarios/servicios oficiales y 3.000 compraventas, explica que el impacto será incluso peor en lo psicológico que en lo material, ya que para muchos posibles compradores representa «la gota que colma el vaso» en un ambiente marcado por los recortes y la recesión económica.
Además, recuerda que «llueve sobre mojado» tras la subida aplicada en verano de 2010 coincidiendo con el fin del Plan 2000E, lo que agravará el efecto inhibidor del consumo reflejado en la caída de ventas registrada desde entonces.
Esta situación ha lastrado la rentabilidad media de los concesionarios hasta un resultado negativo del -1%, lo que unido a los importantes rebajas que ya están aplicando -con rebajas de hasta 5.000 euros- hará muy difícil que los negocios puedan asumir el sobrecoste generado por el nuevo alza del IVA.
También el área de la posventa se verá perjudicada por la nueva subida, ya que tanto el precio de los recambios como las tarifas de reparación y mantenimiento aumentarán. Ello se produce «en el peor momento posible» para la seguridad en carretera, después de que los pasos por el taller se redujeran entre un 4% y un 7% durante el pasado año.
El alza de precios en el sector, unido a la reducción general del consumido interno y la falta de financiación, se traducirán «a buen seguro» en una nueva destrucción de pymes y puestos de trabajo en las redes de distribución, que vendrán a sumarse a los 40.000 empleos y 2.500 pequeños y medianos negocios desaparecidos en los últimos años.
El único modo de evitar esta debacle sería, la coincidencia en el tiempo de la aplicación del IVA con la puesta en marcha de un nuevo plan de activación de la demanda basado en la retirada de los vehículos de mayor edad a cambio de la compra de uno nuevo o usado de hasta cinco años, lo cual contribuiría además al rejuvenecimiento del parque. Este movimiento dinamizaría las ventas y contribuiría a engordar las arcas públicas gracias al IVA, el Impuesto de Hidrocarburos y el Impuesto de Matriculación.
«La inversión estatal se recuperaría con creces, el mercado no se resentiría por la subida de impuestos y los conductores podrían renovar sus coches por otros más jóvenes y seguros», indicó el responsable de Ganvam, en lo que «sin duda sería la jugada perfecta para todos».
Fuente: As.com (11/7/12)
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