La percepción rusa de Ucrania

Rusia_Ucrania-300x286Recientemente Rusia incorporó a su soberanía Crimea y Sebastopol. Lo que el mundo considera la anexión de un territorio extranjero es interpretado por Rusia como la recuperación de lo que siempre fue suyo. En Ucrania coexisten dos comunidades con percepciones, lecturas históricas y sentimientos contrapuestos. Para entender cómo se ha llegado hasta aquí es imprescindible una mirada a la Historia.

Rusia nació en el siglo X como la «Rus» de Kiev, considerada, como recordó Putin,»madre de todas las ciudades rusas». El zar lo era «de todas las Rusias»: Grande (la Rusia propiamente dicha), Pequeña (Ucrania) y Blanca (Bielorus),el núcleo eslavo del antiguo imperio. Desde 1.654, Ucrania estaba unida a Rusia.Ucrania separándose de Rusia es algo así como León o Asturias separándose de Castilla. La gran mayoría de los rusos lo percibieron como si les hubiesen cortado un brazo y no creyeron que fuera algo definitivo.

En cuanto a la Historia próxima, un cuarto de siglo atrás se inició un proceso que cambió el mapa de Europa, formado por varios episodios a priori impensables. El primero fue la pérdida de poder del Partido Comunista en Polonia, en beneficio de Solidarnost. A diferencia de Hungría en 1956 o de Checoslovaquia en 1968, Gorbachov no envió los tanques, renunciando a la doctrina Breznev. Luego vino la caída del Muro de Berlín y la reunificación de Alemania. Un año antes de que se produjera, Mitterrand o Thatcher (véanse las Memorias de ésta), que en un primer momento no la querían, la consideraban imposible: o Gorbachov la evitaría o los militares rusos lo harían. Sin embargo, Gorbachov lo aceptó. Desapareció el Pacto de Varsovia ,también sin reacción soviética.Todos los dirigentes occidentales (Bush, Mitterrand,Thatcher, Kohl, González) estuvieron contra la disolución de la URSS, temiendo un baño de sangre si se intentaba.El primer Bush, en su famoso discurso «Chicken Kiev» previno al Parlamento ucraniano contra el «nacionalismo suicida». Thatcher dijo que no podía abrir una embajada en Kiev como no podía hacerlo en San Francisco. Pero cuando Yeltsin, Kravchuk y Shushkevich decidieron, en el acuerdo de Bieloviezhsk ,liquidar la URSS, tanto Gorbachov como los militares rusos dejaron hacer. No hubo sangre, cierto, dicen muchos rusos, pero si la prioridad de Lincoln hubiese sido no hacer sangre, Estados Unidos habría dejado de existir. Gorbachov se ha quejado amargamente de que Estados Unidos y Alemania le prometieron que si aceptaba el ingreso de la Alemania reunificada en la OTAN, ésta no avanzaría hacia el Este .No sólo engulló los antiguos miembros del Pacto de Varsovia, sino también las repúblicas bálticas, parte de la antigua URSS.

¿Habrían aceptado Breznev o Putin este vasto proceso de desistimiento? Gorbachov no obtuvo ayuda económica a fondo, aunque Alemania sí se la dio.Tampoco la Casa común europea, que pedía que si una vez liquidado el Pacto de Varsovia no se liquidaba la OTAN, al menos hubiera un acuerdo de asociación con la UE. Alemania, tras la I Guerra Mundial salió resentida de Versalles,con las consecuencias conocidas; Rusia salió igualmente ofendida y humillada del proceso descrito.Consideró que lo cedió todo, no utilizó la fuerza cuando podía haberlo hecho y, a cambio, fue arrinconada. Entendió que se había portado como un amigo y fue tratada como un enemigo. Ella abandonó la Guerra Fría y Occidente no.

Después vino Yugoslavia y Kosovo. Sólo España y Grecia, entre los miembros de la UE, han sido coherentes, al no reconocer la independencia de Kosovo ni la de Crimea.Cuando,después de la destitución anticonstitucional de Yanukovich, la UE tendió la mano a los dirigentes ucranianos antirrusos, Moscú entendió que un acuerdo con la UE podría llevar a otro con la OTAN. Y la perspectiva de los barcos de la VI Flota en Crimea,un cuchillo en el cuello de Rusia, resultaba inaceptable.

Putin dijo que la desintegración de la URSS fue el peor desastre geoestratégico del siglo XX.Segunda lectura: conmigo no habría pasado.Tercera lectura: eso no ha terminado.Se cerró en falso el proceso de desintegración de la URSS.Y aquellos polvos han traído esos lodos.

Eugenio Bregolat fue consejero comercial en la delegación comercial de España en la URSS (1974-78) y primer embajador de España en la nueva Rusia (1992-97).

Fuente: Elmundo.es (18/3/14)

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