La Guardia Civil ha localizado en aguas próximas a Andalucia un galeón, dos anclas de más de 2.000 años de antigüedad, ánforas del siglo I, así como diversas piezas de cerámica cuya antigüedad está todavía por determinar como resultado de una operación desarrollada a lo largo de las últimas dos semanas contra el saqueo de yacimientos submarinos, según ha informado el instituto armado. Eso ha supuesto la apertura de varias líneas de investigación, así como la imposición de sanciones a clubes náuticos y de buceo que exponían este tipo de piezas sin la correspondiente autorización.
Dentro del Plan para la Defensa del Patrimonio Histórico español se ha intensificado la vigilancia de pecios, así como inspecciones en clubes de buceo, zonas aledañas a puertos deportivos y embarcaciones de pesca en todo el territorio nacional. Con esta campaña se pretende evitar el expolio de yacimientos submarinos y detectar la posesión o venta ilegal de bienes arqueológicos subacuáticos. Entre los bienes que suelen ser expoliados destacan las piezas de cerámica, armas, monedas, objetos cotidianos de la vida a bordo e instrumentos de navegación.
Estas actividades policiales se enmarcan dentro la primera fase de la Operación Ánfora durante las dos últimas dos semanas, en la que han participado más de 1.500 agentes de la Guardia Civil pertenecientes a las unidades subacuáticas, fiscales y marítimas en las provincias de Barcelona, Girona, Valencia, Alicante, Murcia, Almería, Málaga, Cadiz, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Ibiza, Mallorca, A Coruña, Asturias y Vizcaya, y las ciudades de Ceuta y Melilla.
En las más de 248 inspecciones realizadas se han recuperado en aguas cercanas a Galicia dos anclas de más de 2.000 años de antigüedad, ánforas del siglo I en las costas de Murcia y se ha localizado a 50 metros de profundidad un posible galeón del cual no se tenía conocimiento, diversas piezas de cerámica y otros objetos de interés arqueológico.
Una de las vertientes de la operación se ha centrado en evitar el expolio conocido como de «pequeña escala», cuyos casos varían desde los descubrimientos accidentales de pescadores que en su trabajo diario recuperan en sus redes objetos procedentes de los fondos marinos, normalmente fragmentos cerámicos de ánforas, útiles de navegación (catalejos, sextantes, etcétera) e incluso anclas o cañones.
Por otra parte, la Guardia Civil va a intentar controlar a los buceadores aficionados que se quedan para sí los objetos que encuentran, y a aquellos otros buceadores dedicados específicamente a la búsqueda ilícita de estos materiales, que en ocasiones incluso se apoyan en estudios documentales para la localización de pecios o estudio de piezas, para su posterior comercialización.
Este tipo de actividades causan daños irreparables en los yacimientos, ya que no son extraídos con metodología arqueológica, descontextualizando los objetos que son extraídos sin ningún tipo de control, y ocasionando la pérdida de información histórica. «El patrimonio submarino que hay en nuestras costas está esquilmado», afirma el comandante Jesús Gayoso, del área de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil.
«Queremos hacer un mapa exacto de los pecios que hay en nuestras aguas territoriales y registrar las coordenadas exactas en las que se encuentran. Después introduciremos esas coordenadas en la red electrónica del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), lo que nos permitirá tener controlados permanentemente esos puntos y detectar si alguien se acerca a esas zonas», recalca Gayoso. El oficial de la Guardia Civil insiste en que la operación pretende proteger el patrimonio subacuático y concienciar a los buceadores de que no se lleven los pecios como trofeos.
El “Plan para la Defensa del Patrimonio Histórico Español” se enmarca en el objetivo estratégico establecido por el Ministerio del Interior para la defensa de los bienes culturales. La Guardia Civil tiene competencia exclusiva en el mar, por lo que es un actor fundamental en la protección del patrimonio arqueológico subacuático. Para ello cuenta con la colaboración de Arqua, que es el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, donde la Guardia Civil entregó los restos del buque Nuestra Señora de las Mercedes, la fragata cargada de monedas que fue loclizada en mayo de 2007 por expertos de la empresa cazatesoros estadounidense Odyssey Marines Exploratiom.
Fuente: Elpais.com (27/4/13)
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