Hace unas semanas El Confidencial ya tuvo ocasión de ponerse al volante de la E-Transit, coincidiendo con un evento internacional en Barcelona donde Ford Pro, la división reservada a vehículos comerciales y servicios profesionales de la firma del óvalo, presentaba su estrategia de futuro, empezando por esta primera furgoneta 100% eléctrica de gran tamaño, fabricada en la planta turca de Kocaeli. Se trata de una parte esencial en la actividad de Ford, pues estamos hablando de la marca que lidera el mercado europeo de los vehículos comerciales ligeros desde hace siete años.
Y la multinacional americana ha ideado un futuro eminentemente electrificado también en este ámbito, de manera que cuando finalice el 2024 ya serán cinco los vehículos comerciales disponibles con mecánicas 100% eléctricas, pues a esta E-Transit que ahora llega a España con precios a partir de 70.170 euros (IVA y transporte incluidos, y antes de posibles descuentos) se sumarán más adelante otros cuatro modelos de batería: Transit Courier, Tourneo Courier, Transit Custom y Tourneo Custom. Porque las futuras restricciones de la Unión Europea a los vehículos de combustión no afectarán solo a los turismos o SUV, sino también a los llamados LCV (Light Commercial Vehicles), a los que, por cierto, también afectarán las inminentes prohibiciones de acceso al centro de las ciudades que definirán las ZBE (Zonas de Bajas Emisiones), previstas por ejemplo para casi 150 localidades españolas. Y eso puede suponer un antes y un después para el sector del transporte.
Para ese escenario se ha preparado la E-Transit, el modelo más grande de esos cinco vehículos eléctricos previstos. Aunque cada cliente podrá escoger la configuración de carrocería que mejor se ajuste a sus necesidades, fruto de combinar tres longitudes (L2 de 5,53 metros, L3 de 5,98 metros y L4 de 6,71 metros) y dos alturas (H2 y H3) con dos tipos de cabina (simple o doble), al margen de las variantes chasis-cabina. El resultado, más de 30 posibilidades diferentes, entre las que por ahora no figuran curiosamente las versiones Kombi o Minibús, sí disponibles con mecánicas tradicionales.
Así, la E-Transit está disponible con un peso máximo autorizado de entre 3.500 y 4.250 kilos, y en el caso de los furgones, con un volumen de carga que oscila entre los 9,5 metros cúbicos de una versión L2H2 350 y los 15,1 de la configuración L4H3 350. Y los precios son relativamente parecidos en todos los casos, oscilando entre 70.170 y 75.020 euros si es una E-Transit chasis-cabina, entre 71.270 y 76.620 si es una E-Transit Van de cabina simple y entre 73.970 y 77.270 euros si es una E-Transit de doble cabina. Precios, no obstante, que se aquilatan en la práctica, pues si restamos el IVA y el 8% de descuento base sobre el PFF encontramos facturas a partir de 53.726 euros, correspondiente a una versión Furgón Van de cabina simple con carrocería L2H2.
Sigue siendo bastante dinero, porque una Transit similar pero con motor diésel de 130 CV y cambio automático arranca en 26.721 euros (sin IVA y con descuento aplicado), o en 29.966 si preferimos el motor diésel de 170 CV, más próximo a los 184 CV que rinde la E-Transit básica. Pero Ford Pro insiste en los beneficios de productividad de los vehículos comerciales eléctricos, y para ello lleva meses ensayando 60 unidades de la E-Transit en colaboraciones con empresas y profesionales de los más variados sectores. Al respecto, Ford Pro ofrece un intervalo de servicio de un año sin límite de kilometraje y una garantía de ocho años o 160.000 kilómetros para todos los componentes eléctricos de alto voltaje, incluida la cobertura por degradación excesiva (70% para las furgonetas y 65% para las E-Transit chasis-cabina) y asistencia en carretera gratuita durante un año, que incluye recarga eléctrica de rescate. Asimismo, la marca insiste en el ahorro que supone en términos de mantenimientos programados y no programados, pues al cabo de tres años o 180.000 kilómetros podrían reducirse los costes un 40% en relación a una Transit de motor diésel.
Además de elegir el tipo de carrocería, que nunca pierde volumen de transporte en relación a las Transit de combustión, el cliente también puede optar entre dos niveles de potencia, siempre con tracción a las ruedas traseras: 184 y 269 CV, en ambos casos con 430 Nm de par máximo instantáneo. Y en el resto de características tecnicas la oferta es única, pues todas las E-Transit comparten la batería de iones de litio de 75 kWh de capacidad bruta (68 kWh útiles), que podemos recargar de dos maneras: con corriente alterna, a un máximo de 11 kW de potencia (unas 7 horas para pasar del 10 al 100%), y con corriente continua, a un máximo de 115 kW (34 minutos para pasar del 15 al 80%).
Pero lo bueno es que la E-Transit no solo puede recibir energía para alimentar su batería de 212 centímetros de largo por 147 de ancho y 20 de alto ubicada bajo el piso de carga (es como un colchón de matrimonio, y por tanto reduce un poco la distancia libre al suelo), sino que también puede suministrar electricidad para los usos más variados que podamos imaginar. Porque gracias al sistema Pro Power on Board, que es opcional, sus tres enchufes de 2,3 kW cada uno (dos en la parte trasera de la caja y uno en la cabina) son capaces de alimentar simultáneamente tres herramientas o aparatos eléctricos: taladradora, pulidora, sierra, cortacésped… o una cafetera y un microondas, si llega el caso.
Si el precio puede ser un primer elemento desalentador, por más que a Ford Pro sí le salgan las cuentas a medio y largo plazo, la autonomía entre recargas suele ser otro motivo de preocupación entre los potenciales clientes de un vehículo comercial eléctrico. Y aquí también cada usuario, cada sector y cada tarea concreta es un mundo, lo que obligará a estudiar bien los cometidos que tendrá diariamente nuestra Transit (hay mecánicas diésel e híbridas) o nuestra E-Transit eléctrica, aunque la marca del óvalo tiene pensada una estrategia de soluciones como Blue Oval, que nos permite usar 155.000 puntos en toda Europa, o el sistema de navegación conectada, que racionaliza las rutas y busca los mejores puntos para recargar la batería.
Autonomía hasta 317 kilómetros
¿Pero cuál es la autonomía eléctrica de una E-Transit con sus 68 kWh útiles? Pues hasta un máximo de 317 kilómetros de media WLTP en el caso de una versión chasis-cabina dotada de limitación N2, que deja la velocidad máxima en 90 km/h. Y 258 kilómetros en el furgón más ‘pequeño’, que es el L2H2, también con la limitación N2. Lógicamente, si el usuario prefiere que su E-Transit tenga homologación N1, con una velocidad máxima de 130 km/h, la autonomía media se reducirá aproximadamente un 20%, y por ejemplo la E-Transit chasis-cabina con homologación N1 anuncia 256 kilómetros en vez de 317. Para los responsables de Ford Pro, no obstante, buena parte de sus clientes no alcanzan durante la jornada ninguna de esas cifras citadas, pues el kilometraje diario medio de un conductor de Transit en Europa es, aunque sorprenda, de 111 kilómetros.
Más de eso, alrededor de 150 kilómetros, tenía la ruta por carreteras catalanas de nuestro más reciente test, para el que contamos con una E-Transit Van con motor de 269 CV. Ciudad, carretera y autovía para firmar un consumo medio final inferior a 20 kWh/100 km, con un gasto especialmente bajo en carreteras locales, circulando a 70 y 80 km/h, o por vías urbanas de poco tráfico, donde sorprenden los 17 o 18 kWh/100 km, que se traducirían en casi 380 kilómetros reales. En autovía, con cruceros de 110 o 115 km/h se va por encima de los 22 e incluso de los 24 kWh/100 km, pero nos sigue pareciendo un promedio económico para un vehículo tan voluminoso y pesado (ninguna E-Transit de tipo furgón baja de los 2.485 kilos en vacío), y daría para unos 250 kilómetros en ese escenario tan poco propicio.
Además, nos convenció plenamente por agrado de uso, ya que es segura y la mecánica resulta silenciosa y muy progresiva, y al menos la versión de 269 CV tiene una magnífica respuesta en los adelantamientos, que solventa con agilidad. Especialmente si seleccionamos el programa de conducción Normal, uno de los tres disponibles junto a Eco, que suaviza un poco la respuesta y prioriza el ahorro, y Resbaladizo, ideado para firmes poco adherentes. Y el cambio, que se maneja fácilmente con una rueda similar a la del Mustang Mach-E, tiene dos posiciones: D, que es la de uso habitual, y L, que acentúa la retención al desacelerar, lo que evita en bastantes ocasiones usar el pedal de freno y transmite una sensación de mayor control cuando, por ejemplo, nos movemos por carreteras en descenso o llenas de curvas.
Fuente: elconfidencial.com (21/6/22) pixabay.com