Desde los inicios de la informática y el hardware se ha perseguido aumentar el almacenamiento digital, utilizando para ello diversos formatos físicos.
En 1981 Bill Gates predijo que “640kb tendrían que ser suficientes para cualquiera”. 30 años después podemos decir que esta predicción fue un completo error, ya que encontramos en el mercado discos duros que superan los 1000 gigabytes, el equivalente a muchos millones de kilobytes. El hecho de que se mejorase la capacidad de los sistemas de almacenamiento, ha sido la llave de los nuevos contenidos en alta calidad tales como el Blu-Ray que, de no haberse inventado el disco de 25/50GB, no habría sido posible comercializar ni almacenar películas en tal definición. Esta infografía pretende dar un paso por la evolución de los sistemas de almacenamiento a lo largo de los años para observar la rapidez con la que ha evolucionado nuestro sistema de datos.
Música: Lo primero fue el almacenamiento de música. El cilindro de fonógrafo de Thomas Edison fue el primer medio físico para almacenar contenidos musicales. A penas podía contener 2 minutos de música y era un sistema bastante rudimentario, pero así fue como empezó todo. Cuando apareció el disco de vinilo de 10 pulgadas, se podían alcanzar los 6 minutos de grabación pero donde realmente hubo un salto importante fue con la invención del vinilo de 12 pulgadas. Este nuevo tamaño permitía grabar hasta 44 minutos de música, lo que permitía a las discográficas distribuir más música en un solo disco. Más tarde llegó el cartucho de 8 pistas, pasando así del disco a la cinta. No obstante, no tuvo mucho éxito y fue reemplazado rápidamente por el casette, que podía contener una hora de música completa. Los discos compactos significaron un enorme avance en el campo del almacenamiento, ya que no solo permitía contener 80 minutos de música, sino que además se podía copiar y distribuir muy fácilmente, era más resistente y tenia una mejor calidad. Al presentar Apple su iPod, el contenido musical pasó a ser completamente portable y a existir en formato digital. Un iPod de 120GB contenía el equivalente a 28.080 vinilos de 10”, 3829 de 12, 3663 cartuchos de 8 pistas, 2808 casettes o 2106 discos compactos. Más tarde llegó el auge de los discos duros de grandes capacidades, con más discos mecánicos y sectores más optimizados. Y así es como aparecieron discos duros de 2 terabytes, que pueden contener el equivalente a 17 iPod de 120GB.
Fotografías: La necesidad de guardar recuerdos fotográficos de las mejores situaciones de la vida llevaron a la creación de sistemas de almacenamiento para este nuevo formato. Todo empezó con las fotos que se imprimían al instante de hacerlas, para después almacenarlas en un álbum fotográfico de unas 100 fotografías. Luego surgió la necesidad de querer copiar varias veces una misma fotografía, para lo que se creó el carrete fotográfico, que admitía hasta 24 fotos en negativo. Después del Floppy Disck llegaron las tarjetas de almacenamiento Flash que han evolucionado hasta poder contener enormes cantidades de fotografías. También se crearon sistemas tales como las tarjetas Wireless Secure Digital, que permitían transferir las fotografías sin cables de la cámara al ordenador. A día de hoy, con discos duros de 2TB, podemos almacenar cerca de 680.000 fotografías.
Datos: En el caso del almacenamiento de datos, la evolución ha sido más brusca y veloz. En poco tiempo se pasó de Floppy Disks de 1,2 y 1,44 megabytes a Zip Disks de 100 megabytes. Después esta cantidad se decuplicó para concebir el Jaz Drive, que admitía 1GB de contenidos. El CD y el DVD fueron los siguientes, con 700 y 4700 megabytes respectivamente. El segundo evolucionó hasta tener una variante de 2 capas, que almacenaba 8,5GB. El Blu-Ray y el Blu-Ray de doble capa dieron lugar a contenidos en alta definición. La portabilidad de datos llevó a la creación de pequeñas memorias flash de grandes capacidades y hasta discos duros de tamaños reducidos. Hoy día se apuesta de cara al futuro por el almacenamiento en la nube, pero todo aún por ver.
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