La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) pide a Hacienda que analice si debe mantener la existencia del monopolio de distribución de tabaco en los estancos y recomienda, entre otras medidas, que el estanco sea quien decida qué vende y que la concesión sea inferior a 25 años.
Así figura en su informe sobre el Proyecto de Real Decreto por el que se modifica el Real Decreto 1199/1999, de 9 de julio.
La CNMC advierte que el mercado de tabaco en España presenta fuertes restricciones a la competencia por la configuración del comercio al por menor de las labores de tabaco como un régimen de monopolio del que es titular el Estado.
Entre otras recomendaciones, en su informe pide al Gobierno que analice la conveniencia de mantener este monopolio atendiendo a los principios de buena regulación, y en caso de que no se encuentre suficientemente justificado, proceda a realizar las modificaciones normativas necesarias para su progresiva eliminación.
Considera “desproporcionada” que las concesiones sean de 25 años y pide a Hacienda que “regule un plazo inferior”.
Solicita que “elimine o suavice” los requisitos para ser titular de una expendeduría (hoy debe ser una persona física; comprometerse a residir en la localidad; gestionar por sí mismo el negocio y no ser titular de otra expendeduría) porque “no se aprecia una justificación razonable”.
Reclama a Hacienda que deje “libertad a los operadores para que decidan qué actividades o servicios realizar en los estancos, declarando sus actividades a través de una simple comunicación” y que elimine la limitación en los productos a comercializar.
La CNMC sugiere que los despachos temporales de tabaco a terceros, para ferias o exposiciones, se concedan por mecanismos competitivos, como la subasta.
Recomienda que el Gobierno revise las reglas generales para la instalación de expendedurías porque se “concede excesiva discrecionalidad a la Administración Pública”.
Quiere que se elimine la exigencia de tener previamente un establecimiento para optar a una expendeduría complementaria y considera una barrera innecesaria y desproporcionada a la competencia exigir que el tabaco se almacene en el punto de venta y se exija una autorización administrativa para utilizar otro local.
En su opinión tampoco estarían justificadas las causas tasadas para el cambio de ubicación.
Solicita que se elimine la limitación que existe en la actualidad de abastecer en exclusividad las máquinas expendedoras entre los tres estancos más próximos.
Al tiempo que reclama que se elimine o se justifique mejor la obligación de adquirir y transportar las labores de tabaco personalmente por el titular del estanco.
También requiere que se eliminen las restricciones en la transmisión de los estancos y la participación en nuevos concursos.
La norma en que se basa este informe surge por la necesidad de dar cumplimiento a la sentencia del Tribunal Supremo de 8 de noviembre de 2012, que declaró nulos varios artículos del Real Decreto 1199/1999 como resultado de la sentencia del Tribunal Justicia de la Unión Europea.
Una sentencia que estableció que la exclusión de los expendedores para actuar como importadores resultaba contraria al artículo 34 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE).
En ella se efectúan las modificaciones oportunas derivadas de la sustitución del procedimiento de acceso a la titularidad de expendedurías de concurso a subasta; mejora la regulación y otorga mayor seguridad jurídica a los operadores.
Absoluto desconocimiento
La Unión de Asociaciones de Estanqueros ha asegurado que la recomendación de la CNMC para que el Gobierno analice la conveniencia de mantener el control de la venta minorista de tabaco es una “clara demostración del absoluto desconocimiento” que tiene sobre el mercado de tabacos.
Es la respuesta de la Unión a la recomendación que hoy ha hecho pública la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en la que pide a Hacienda que analice si debe mantener la existencia del monopolio de distribución de tabaco en los estancos, y recomienda, entre otras medidas, que el estanco sea quien decida qué vende y que la concesión sea inferior a 25 años.
En un comunicado, la Unión ha precisado que el tabaco, por motivos sanitarios y económicos, es de máxima importancia para los estados por su fuerte carga fiscal y por la responsabilidad que conlleva el control de un producto muy vigilado sanitariamente por sus consecuencias para la salud, como se advierte en las propias cajetillas.
Ha asegurado que perder el control de unos 10.000 millones de euros anuales en recaudación sería “una irresponsabilidad máxima para cualquier Gobierno”.
En este sentido, han recordado que el Estado recaudó 8.699,2 millones de euros en 2012 por la venta de labores de tabaco y, de enero a noviembre de 2013, 8.417 millones de euros.
Fuente: Cincodias.com (15/1/14)
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