Si pienso recorrer unos 1.400 kilómetros durante las vacaciones, mi coche hace un consumo medio real de unos 7 l/100 km y el precio de un litro está a unos dos euros, este verano destinaré a moverme unos 196 euros, cálculo aproximado que se nos podrá ir 10 euros arriba o abajo en función del kilometraje final, de si la media definitiva del vehículo se fue a 7,3 o a 6,7 litros, o de lo caras o ‘baratas’ que sean las estaciones de servicio donde repostamos gasolina o gasóleo durante el veraneo. Pero si trasladamos el ejemplo a movilidad eléctrica, la cosa se complica bastante.
Y lo hace principalmente porque el precio al que pagamos la electricidad en las estaciones públicas de recarga oscila mucho más que el de los carburantes. Es decir, si salimos estos meses a la carretera con nuestro diésel, podremos encontrar el gasóleo, según la zona, la marca o el día de la semana, a 1,97 euros por litro, o a 2,01 si el punto es caro, o a 1,90 si es de los asequibles; pero con la energía eléctrica, por cada kilovatio recargado podemos pagar desde 0,20 euros hasta casi 0,80. Aunque también puede ocurrir que carguemos gratuitamente en un supermercado, por ejemplo, o que el precio se dispare hasta rebasar los 0,90 euros por kilovatio si se pone todo en contra: marca más cara, estación ultrarrápida y servicio contratado desde una ‘app’ agregada, es decir, que no es la aplicación de la empresa que nos está vendiendo la energía. Con eso hay que tener cuidado para no llevarse sorpresas y acabar escuchando al operador explicándonos por teléfono: «es que usted ha recargado desde la ‘app’ de la marca de su coche, pero si hubiese usado nuestra ‘app’ el precio habría sido más bajo». Por eso conviene armar nuestro smartphone con todas las aplicaciones posibles de cara a los viajes.
Primer punto a la hora de viajar con un vehículo eléctrico: salgamos de casa, o del lugar donde habitualmente recarguemos la batería, con el máximo de energía posible, pues será probablemente la electricidad que paguemos más barata en todo el verano. Salvo, por supuesto, la que nos regalen en un hipermercado o un hotel, por ejemplo. Pero recorridos 200, 300 o a lo sumo 350 kilómetros (todo dependerá de la autonomía del vehículo, de nuestro ritmo de marcha, de la intensidad de uso de la climatización o de la orografía por donde circulemos) habrá que ir pensando en la primera recarga. Parar en el primer punto que veamos no parece la mejor idea, y con un eléctrico se hace más necesario que con otros vehículos programar los ‘repostajes’, para elegir los que más nos interesen desde el punto de vista de la rapidez o la economía, e incluso reservándolos para minimizar las posibles esperas.
Precios en ocho redes de carga
En lo que a precios se refiere, veamos ocho ejemplos, correspondientes a las redes suministradoras más frecuentes en nuestro país. EDP, por ejemplo, cuenta con su ‘app’ EDP Move On y aplica básicamente dos tarifas en sus estaciones, que divide en carga estándar y carga rápida: en las primeras, con potencias de carga hasta 22 kW, el precio es de 0,39 euros/kWh; mientras que en las segundas, con potencias hasta 50 kW, el precio sube a 0,45 euros/kWh.
Siguiendo nuestro repaso en estricto orden alfabético, Endesa X, que podemos usar a través de su ‘app’ Juice Pass, nos cobra actualmente 0,35 euros/kWh por las recargas en puntos de 22 a 43 kW, y 0,40 euros/kWh en los cargadores con 50 kW o más. No obstante, esta compañía ofrece también paquetes mensuales con los que el precio de la recarga se abarata bastante, como uno de 10 euros que permite cargar 35 kWh (sale a 0,285 euros/kWh) y otro de 50 euros que permite cargar 200 kWh (sale a 0,25 euros/kWh).
Otra de las grandes eléctricas del país, Iberdrola, pone a nuestra disposición su ‘app’ Recarga Pública Iberdrola, y los precios finales dependerán de si somos o no clientes de la compañía (los primeros disfrutan de un descuento del 15%) o del plan que hayamos seleccionado: Plan Aventurero, con 40 kWh por 11,50 euros al mes (sale a 0,287 euros/kWh), o Plan Aventurero+, con 80 kWh por 21,50 euros al mes (sale a 0,268 euros/kWh), sea cual sea el tipo de cargador empleado en su red. Pero una vez consumidos esos paquetes de energía, el precio será el normal. Y esos precios básicos de Iberdrola son de 0,25 euros/kWh en los cargadores de hasta 22 kW, 0,39 euros/kWh en los de potencia hasta 50 kW, 0,45 euros/kWh en los de potencia hasta 150 kW y 0,69 euros/kWh en los de 350 kW de potencia.
Ionity, que funciona a través de la ‘app’ del mismo nombre y especializa su red de carga en puntos ultrarrápidos con un mínimo de 150 kW de potencia, aplica ahora un precio base de 0,79 euros/kWh que denomina tarifa Direct. Pero si nos suscribimos al servicio, lo que supone el pago de 17,99 euros mensuales, disfrutaremos de un precio rebajado a 0,35 euros/kWh gracias a la tarifa Passport. No obstante, el coste puede bajar a 0,29 euros/kWh gracias a los acuerdos con Ionity de algunos fabricantes, aunque para disfrutar de esa tarifa reducida se exige una suscripción que ronda, según la marca, los 10 euros mensuales.
En cuanto a Repsol, cuya red de recarga pública eléctrica se gestiona a través de la ‘app’ Waylet, en este caso las tarifas aplicadas son básicamente tres, según la potencia del cargador utilizado: 0,35 euros/kWh en los puntos de hasta 22 kW, 0,39 euros/kWh en los de hasta 50 kW y 0,45 euros/kWh en los rápidos y ultrarrápidos, de hasta 350 kW.
Los famosos Supercharger de Tesla, que podemos utilizar a través de la ‘app’ Tesla, están abiertos desde el pasado mes de mayo a usuarios de vehículos de otras marcas, posibilidad no obstante limitada por el momento a solo 13 estaciones de la geografía española, que totalizan 116 puntos de carga. Y en ellos, con potencias que se sitúan siempre entre 150 y 250 kW, la tarifa base es de 0,64 euros/kWh, aunque si somos suscriptores (12,99 euros al mes) el precio de la recarga baja a 0,43 euros/kWh. Pero no son precios inamovibles, y en función de la estación de carga y del horario puede haber pequeñas fluctuaciones, de unos pocos céntimos.
La red de Wenea, cuyas operaciones de recarga podemos gestionar a través de la ‘app’ del mismo nombre, cuenta como otras con tres tarifas diferentes en función de la potencia del punto, de manera que en las tomas de hasta 43 kW, pagamos 0,30 euros/kWh, en las de 50 kW el precio es de 0,39 euros/kWh y en las de potencia superior a 50 kW el coste es de 0,49 euros/kWh.
Por último, la red de Zunder, anterior Easycharger, se gestiona ahora a través de la ‘app’ Zunder y también divide sus tarifas en tres niveles, según la potencia del cargador. En los más lentos, de hasta 22 kW, el coste es de 0,20 euros/kWh, mientras que en los cargadores de hasta 50 kW pagamos 0,30 euros/kWh y en los de mayor potencia, de hasta 180 kWh, el precio es de 0,55 euros/kWh.
El coste de viajar en eléctrico
Así las cosas, ¿cuánto cuesta viajar en un coche eléctrico? Como vemos, depende de infinidad de factores, y lógicamente también del vehículo que conduzcamos. E incluso de la época del año, porque con mucho frío los promedios de consumo se disparan, incluso más que en plena ola de calor, aunque tiremos mucho de climatización. Lo ideal para un vehículo de batería es circular a temperaturas entre 15 y 25 grados, y en esas condiciones El Confidencial ha medido el gasto medio en autovía, a 120 km/h de crucero, de tres modelos: el Renault Zoe 50 kWh, con un registro de 17,9 kWh/100 km; el Audi Q4 e-tron 50 Quattro, al que hemos medido 21,8 kWh/100 km; y el Volvo XC40 P8 AWD Recharge, que se fue hasta 28,4 kWh/100 km.
Si tomamos como referencia la tarifa para cargas a 50 kW de potencia, la más asequible actualmente es la de Zunder, a 0,30 euros/kWh, seguida por Iberdrola, Repsol y Wenea, a 0,39 euros/kWh en los tres casos; mientras que Endesa nos cobra a 0,40 y EDP, a 0,45. Si nos movemos en el citado Renault Zoe (motor de 136 CV y batería de 52 kW), esos 17,9 kWh/100 km supondrían entre 5,37 euros cada 100 kilómetros (Zunder) y 8,05 euros (EDP). Si usamos cargadores de potencia más alta, tanto de las empresas citadas como de las redes especializadas en carga rápida, el coste se dispara, y en Tesla, por ejemplo, esos 17,9 kWh/100 km nos saldrían a 11,45 euros; e incluso 14,14 euros en Ionity. Además, si el vehículo no admite cargas a más de 50, 80 o 100 kW, utilizar cargadores de 150, 250 o 350 kW tiene poco sentido, porque agilizaremos poco la operación, pero pagaremos mucho más.
En el caso del Audi Q4 e-tron 50 Quattro (motor de 299 CV y batería de 77 kW), sus 21,8 kWh/100 km reales en autovía (medidos a 19 grados, para ser precisos) nos supondrían, si usamos cargadores de 50 kW, un coste de 6,54 euros cada 100 kilómetros en Zunder, 8,50 euros en Iberdrola, Repsol y Wenea, 8,72 en Endesa y 9,81 en EDP. Pero mucho más en cargadores rápidos: 13,95 euros en Tesla y 17,22 en Ionity. Aunque, recordémoslo, nos referimos a precios base, no a las tarifas rebajadas a cambio de una suscripción mensual, que será interesante para los más ruteros.
Nuestro tercer ejemplo, el Volvo XC40 P8 AWD (motor de 408 CV, batería de 75 kWh y potencia máxima de recarga de 150 kW), nos sorprendió con un gasto medio en autovía de 28,4 kWh/100 km (medición a 11 grados de temperatura exactamente), y eso lleva el coste real por autovía a un mínimo de 8,52 euros cada 100 kilómetros si recargamos en Zunder. Pero en Iberdrola, Repsol y Wenea ya serían 11,07 euros, en Endesa nos iríamos a 11,36 euros y en EDP cada 100 kilómetros de carga supondrían 12,78 euros. Y si recargamos nuestro SUV sueco en las estaciones rápidas de Tesla y Ionity sin ser suscriptores, el coste se dispara: 18,17 euros en el primero y 22,43 en el segundo, cifra esta última que equivale a casi 11 litros y medio de gasóleo cada 100 kilómetros. Con ‘sustos’ como ese, parece claro que merece la pena programar bien dónde, cómo y a qué precio cargaremos nuestro eléctrico este verano.
Fuente: elconfidencial.com (21/7/22) pixaba.com