El plan integral de apoyo del Gobierno al automóvil destinará un total de 3.750 millones desde este año y durante los siguientes a reforzar el sector. De esa cantidad, 250 millones se destinarán específicamente a un programa para la renovación del parque del que se pueden beneficiar particulares, autónomos y empresas.
Se podrá comprar un vehículo nuevo (turismo o furgoneta ligera) con independencia de su tecnología -diésel, gasolina, de gas, híbrido, eléctrico o de pila de combustible- y las subvenciones podrán pedirse desde este martes 16 de junio de 2020, ha asegurado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la presentación del plan.
Requisitos para recibir la ayuda
Para acogerse al programa, habrá que enviar al desguace un coche con al menos de 10 años. El modelo que se compra debe tener unas emisiones de CO2 inferiores a los 120 gramos por kilómetro, (155 si es una furgoneta) con etiqueta de eficiencia energética A o B (las concede el IDAE y las puede consultar aquí), y C, ECO o CERO de la DGT. Su precio no puede superar los 35.000 euros para los turismos, aunque sube hasta los 45.000 euros si se trata de personas con movilidad reducida o vehículos con etiqueta CERO.
Además, se permitirá la adquisición de vehículos usados que han sido matriculados ya por los concesionarios. Es decir, los famosos km 0. La medida pretende ayudar a que los vendedores alivien su excedente de coches sin vender (unos 200.000) por el tiempo que han estado cerrados; y por el desplome del mercado una vez que se han abierto.
Ayudas estatales para el cambio de coches
En función del nivel de emisiones del coche, la horquilla de ayudas oficiales para un particular o un autónomo, oscila entre los 400 euros y los 4.000 euros (caso de un modelo de etiqueta CERO). Las marcas están obligadas a hacer un descuento adicional por el mismo importe, salvo en los modelos eléctricos, eléctricos de autonomía extendida, de pila de combustible e híbridos ‘enchufables’ con más de 40 kilómetros de autonomía eléctrica. En este caso, el fabricante descontará solo 1.000 euros extras. Es decir, que cualquier comprador privado o autónomo podrá recibir, como máximo, una subvención de entre 800 y 5.000 euros.
Si el coche que se achatarra tiene más de 20 años; si el comprador tiene movilidad reducida, o si pertenece a un hogar con unos ingresos mensuales inferiores a los 1.500 euros, la subvención se amplía con 500 euros más.
El plan también ofrece ayudas a las pymes y a las grandes empresas, aunque con cantidades inferiores en cuanto a la parte estatal: entre 300 y 3.200 euros.
Si se trata de la adquisición de una furgoneta, las de hasta 2.500 kilos de MMTA se beneficiarán de un descuento de entre 1.000 y 4.000 euros según sean etiqueta C, ECO o CERO. Y de entre 2.100 y 4.000 euros si tienen más de 2.500 kilos de MMTA. Habría que añadir la aportación de la marca y las ayudas se corresponden siempre a un particular o un autónomo.
Finalmente, de los 250 millones del fondo para la renovación del parque, 20 millones se reservan para camiones pesados y autobuses que recibirán entre 2.000 y 4.000 euros.
El Gobierno también ha puesto en marcha una segunda edición del Plan Moves, que estará dotado con 100 millones y que se destina a fomentar, sobre todo, la movilidad 100% eléctrica. Semanas atrás, Industria aseguró que el requisito de entregar un coche antiguo pasaba de ser obligatorio a opcional, pero entonces la ayuda por adquirir un modelo a pilas, descendería desde 5.500 a 4.000 euros. En el documento facilitado hoy, esas cifras no aparecen por ningún sitio. Salvo que se regulen por el mismo esquema usado para el plan de renovación, con el que no es compatible.
Actuaciones a corto y medio plazo
En total, las medidas para modernizar el parque alcanzan los 550 millones, ya que también se introducen dos paquetes de 100 millones cada uno para que el Estado central y los Ayuntamientos cambien sus flotas con vehículos no contaminantes o de bajas emisiones.
Estos programas se incluyen en el grupo de las llamadas ‘medidas a corto plazo’, que suman 1.535 millones y se movilizarán durante 2020; los restantes 2.215 millones (hasta los 3,750 millones de la dotación global) irán a actuaciones en 2021 y los años siguientes.
Ayudas a la renovación excluidas, son 415 millones para I+D+i; otros 95 millones van a formación profesional; y el grueso son 2.690 millones para inversiones, sobre todo préstamos con mejores condiciones.
Revisión de impuestos y de la etiqueta de la DGT
Esos fondos se plasmarán en 19 iniciativas, dos de las cuales también son interesantes del lado del usuario. Por un lado, la revisión de las etiquetas de la DGT, que tendrá seis meses para consensuar con el sector cómo se incorporan las nuevas tecnologías al sistema ya existente. O si se introducen otras nuevas. Sigue existiendo bastante polémica, sobre todo con automóviles de muy elevada potencia y peso que, gracias a ser híbridos ligeros o ‘enchufables’, logran el reconocimiento ECO o CERO emisiones.
Por otro lado, parece que esta vez será la definitiva para abordar la reforma de la fiscalidad del automóvil, en lo que se refiere al Impuesto de Matriculación y el de Circulación. El sector pide eliminar el primero y trasladar toda esa carga al segundo, haciendo que paguen más los vehículos que más contaminan. El problema es que la recaudación de ambos está transferida a las CCAA y los Ayuntamientos, respectivamente. Estos últimos, de hecho, también tienen potestad para modificarlo.En cualquier caso, tampoco hay una gran prisa: se da de plazo hasta 2024 para tener lista esa reforma.
Fuente: Elmundo.es (15/6/20) Pixabay.com