La categoría de un futbolista no solo se mide por su rendimiento, también hace falta estar rodeado de buenos agentes que negocien buenos contratos futbolísticos y de esponsorización. De esta manera, el binomio creado es indestructible. Pero esto no es nuevo. Ya ocurría en la época dorada de Hollywood cuando Charles Feldman representó a Claudette Colbert o Michael Curtiz y Kurt Frings llevaba las carreras de Audrey Hepburn y Elizabeth Taylor.
En el fútbol, probablemente el agente más poderoso del mundo sea Jorge Mendes (58). Convertido en estrella gracias a su cliente más rentable, Cristiano Ronaldo (39), el portugués huele a kilómetros dónde se puede sacar tajada. Actualmente, el agente deportivo está en negociaciones para solucionar el futuro de Lunin (25) y de fichar a Yoro (18) y no hay que olvidar que desde hace poco asesora a nivel de marketing y finanzas a la gran estrella de la Eurocopa 2024, Lamine Yamal(16).
Con una fortuna que Celebrity Net Worth calcula en 100 millones de dólares, los orígenes de Mendes no fueron boyantes. Ayudaba a su madre a vender sus productos artesanales como canastas de mimbre y sombreros en la playa, trabajó en una heladería y como fan de Robert de Niro incluso abrió el primer videoclub de Viana do Castelo, al norte de Portugal. Pensaba que estos serían trabajos esporádicos porque lo que realmente pretendía era ser jugador profesional. Estuvo en varios clubs de segunda y tercera categoría como el SC Vianense o el Neves FC.
Como no tenía claro si se iba a ganar la vida sobre el terreno de juego apostó por ser DJ y con los beneficios abrió más videoclubs. Consciente de que a mediados de los noventa la representación de jugadores generaba importantes beneficios decidió fundar en 1996 Gestifute, con la que debutó al traspasar al portero Nuno Espirito Santo del Vitória de Guimarães al Deportivo de La Coruña por 300 millones de pesetas (1,8 millones de euros). A partir de ese momento abonaría su camino al éxito.
El negocio del fútbol es muy goloso, lo que conllevó que Mendes incluso llegara a pelearse físicamente en un aeropuerto con José Veiga, el más importante de los agentes lusos en aquel momento, ya que llevaba a Zidane y Figo. Pero en 2003 se obró el milagro al formarse la pareja Mendes-Ronaldo ya que el agente lo traspasó del Sporting de Lisboa al Manchester United. Había nacido la leyenda. Y también un cheque al portador. Lo de ambos fue de Guinness ya que en 2009 negociaron el contrato con el Real Madrid por 96 millones de euros, el más caro de la historia. Luego se siguieron batiendo otros récords de forma dramática. Las dos estrellas estuvieron juntas hasta el año pasado, ya que el súper agente decidió no colaborar tras el fichaje de Ronaldo por Al-Nassr.
La afinidad y el amor que sentían el uno por el otro quedó patente cuando Ronaldo le regaló una isla griega a Mendes por su boda con Sandra Barbosa en la que el astro ejerció como padrino en 2015. No se supo a ciencia cierta cuál era el precio de ese paraíso en el Mediterráneo, pero los expertos aseguraban que por menos de 3 millones de euros no se podía comprar nada. De este segundo enlace tiene tres hijos, Bárbara, Beatriz y Jorge.
De su anterior matrimonio con Fernanda Farinha tiene otras dos hijas, Marisa y Ana Caterina. Poco a poco la primogénita se está quedando con la cartera de clientes de su padre quien, aunque no piensa en la retirada, sí desea estar más relajado ya que en cualquier momento del día y de la noche está pendiente de tres móviles y no se quita ni los pinganillos del oído. Está tan obsesionado por el trabajo que incluso en su mansión del Algarve se niega a desconectar.
No todo en su trayectoria ha sido brillante. A sus espaldas arrastra varios escándalos que no pudo parar. El diario Correio de la casa publicó en 2015 que algunos empleados de su residencia le habían demandado por explotación y por trabajar en condiciones infrahumanas ya que al parecer les daba de comer los restos y no respetaba los días festivos. Dos años más tarde saltó la noticia que algunos de sus representados como Ronaldo, Mourinho o Falcao tenían problemas con Hacienda. Mendes negó estar relacionado con la gestión fiscal de sus clientes. Sin duda, Mendes sigue siendo la gallina de los huevos de oro.
Fuente: elmundo.es (11/7/24) pixabay.com