Tras meses de debate y con una epidemia de sarampión en curso, el Gobierno italiano ha tomado cartas en el asunto y ha aprobado una ley que obliga a los padres a vacunar a sus hijos y que, además, contempla sanciones para aquellos que no cumplan con el calendario establecido.
El Ejecutivo dirigido por Paolo Gentiloni pretende con este decreto, que entrará en vigor en septiembre, frenar una posible emergencia sanitaria como la que ha suscitado la actual epidemia de sarampión: los casos en 2017 ya ascienden a 2.395, de los cuales el 90% no estaban vacunados, mientras que en todo 2016 fueron 844, según cifras del Instituto Superior de Sanidad. Solo entre Italia y Rumanía suman el 48% del número total de casos registrados en todo el continente europeo, según la Organización Mundial de la Salud.
La subdirectora general de la salud de la familia, de la mujer y del niño de la OMS, Flavia Bustreo ha advertido recientemente de que bajar el nivel de cobertura de las vacunas favorecerá la vuelta de enfermedades mortales que se habían conseguido combatir.
Paralelamente el debate sobre las vacunaciones ha ido ganando en intensidad en los últimos meses, enfrentando a quienes defienden la necesidad de vacunar a los niños para evitar contagios y a quienes alertan de los supuestos peligros que las vacunas pueden acarrear para la salud de los más pequeños.
Con el carpetazo del Gobierno al asunto, a partir de la próxima vuelta al colegio, para inscribir a un niño de 0 a seis años a una escuela infantil o a una guardería en Italia sus padres deberán presentar la libreta con 12 vacunas aplicadas: la difteria, el tétanos, la polio, la hepatitis B, la tos ferina, la Haemophilus B, el sarampión, las paperas, la rubéola, la meningococo B y C y la varicela.
El sarampión, las paperas, la rubéola y la varicela sólo eran opcionales y recomendadas hasta la fecha pero el decreto las hace obligatorias y se aplicarán entre los 13 y los 15 meses.
Multas de hasta 7.500 euros
Con la escuela primaria, de los seis a los 16 años, el Gobierno se muestra más flexible. En este caso el incumplimiento del calendario de vacunación no impide la escolarización de los menores pero, de ser así, los padres deberán pagar una multa que oscilará entre los 500 y los 7.500 euros.
En el supuesto de que los padres o tutores incumplan la obligación de vacunación a los niños, podrían también incluso perder la patria potestad, si los médicos lo solicitan así al Tribunal de Menores, según puede leerse en el texto del decreto.
Las vacunas no presentan la misma cobertura en todos los países de la Unión Europea por lo que desde su órgano ejecutivo, la Comisión, se ha instado en un comunicado a todos los Estados miembro a «garantizar que el mayor número de niños posible reciba las vacunas básicas de la infancia».
Con la adopción de esta norma en Italia, el número de países comunitarios en los que vacunar a los niños es obligatorio es de 14: Bélgica, Bulgaria, República Checa, Croacia, Francia, Grecia, Letonia, Malta, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia y Hungría.
Por el contrario, quince son los que no contemplan un calendario de vacunación obligatorio para los niños, entre ellos España, que se basa únicamente en recomendaciones y donde además no existe un único calendario de vacunación sino que depende de las comunidades autónomas.
A pesar de que la vacunación es voluntaria, hay una elevada concienciación. También varias vacunas que no aparecen en los calendarios generales, como las utilizadas para combatir infecciones como el rotavirus, la Meningitis B o el Herpes Zóster se venden en las farmacias, no están cubiertas por la sanidad pública y su uso depende exclusivamente del criterio del médico y el paciente o los padres o tutores legales en el caso de los niños.
Fuente: Elmundo.es (20/5/17) Pixabay.com
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