«Hoy nos cobran por el sol, mañana por el aire que respiramos». Así de indignada es la respuesta de António Frias, presidente de la Asociación Nacional de Propietarios de Portugal, tras la entrada en vigor de la revisión catastral con el llamado ‘impuesto del sol’. El Gobierno socialista ha aprobado una revisión de los valores catastrales de los inmuebles donde la “localización y operacionalidad relativas” tienen un peso del 20%. Bajo ese eufemismo se cobija una revalorización del piso en función del sol que recibe y de su calidad ambiental.
En los baremos de la tabla de valoración de inmuebles se contemplan otros factores, como la existencia de ascensor, climatización central o el garaje, sin embargo, la gran novedad es el impuesto del sol, pues pasa de un peso máximo del 5% al 20%, cinco veces más que, por ejemplo, una piscina privada en la casa o siete veces más que la pista de tenis.
La novedad ha indignado a los agentes inmobiliarios, por un lado porque va a suponer una subida del IBI (IMI, en Portugal), pero también porque el factor solar es muy subjetivo. ¿Se pagará más en función de las horas que hay sol en la casa? ¿Y si todo el año está nublado? ¿Y si un árbol me quita la luz? Así lo estima la Asociación de Profesionales y Empresas de mediación Inmobiliaria de Portugal (APEMIP), que ve una mayor complejidad y subjetividad en los peritajes.
La nueva tabla está ya en vigor desde agosto para toda vivienda nueva, y a partir de la revisión catastral en la vivienda existente, una revisión que realizan los municipios cada tres años y que es una de sus principales fuentes de ingresos.
Peritos y asociaciones de propietarios critican el factor subjetivo de la medición lumínica de una casa
El presidente de la Asociación Lisboeta de Propietarios (ALP), Menezes Leitão, calificó de «gravísima» la alteración, «porque va a generar valores insoportables». “La idea de tributar un patrimonio ya es de por sí gravísima, porque el patrimonio puede que no genere ningún rendimiento porque es la vivienda habitual del contribuyente”. Según Menezes con la revisión del valor catastral, sobre el que se aplica el IBI de la vivienda, para a ser “prácticamente imposible que la mayoría de las personas tengan un inmueble”.
Un país muy soleado
«Era inevitable que estos cerebros que inventan estas alteraciones acabaran por gravar el sol que tenemos”, señala António Frias, presidente de la Asociación Nacional de Propietarios (ANP). “Portugal es un país con sol 365 días al año y por tanto pensaron que de ahí se podía aumentar la recaudación fiscal”.
«Todas las casas en Portugal tienen exposición al sol porque somos un país meridional y el sol abunda. Todo indica que la fase siguiente va a ser tasar el oxígeno que la gente respira”. Y se pregunta “¿qué es una buena vista? Se puede valorar tener una parada de metro cercana, pero la exposición solar es absurdo”.
La luz puede ser un valor de revalorización o desvalorización en la nueva tabla catastral, pues así como el sol puede incrementar el valor del inmueble hasta en un 0,20, la sombra puede rebajar el precio en un 0,10, la misma minusvalía que si el piso careciera de baño.
La nueva valoración de los inmuebles no llega sola. Los nuevos presupuestos contemplan un nuevo impuesto inmobiliario para gravar el patrimonio inmobiliario que supere los 600.000 euros, lo que también ha provocado las protestas del sector que, gracias al turismo extranjero, vive un auge inmobiliario sin precedentes, sobre todo en Lisboa y su línea marítima hasta Estoril y Cascais.
Fuente: Elpais.es (18/11/16) Pixabay.com
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