¿Comprar un boleto de lotería y resultar agraciado con una vivienda es posible? Sí. ¿Y legal? También. Aunque apenas se conozca, desde 2011 existe regulación en nuestro país que permite a los propietarios de una vivienda, ya sean empresas, promotoras, ONG o particulares, sortear sus inmuebles, aunque el intrincado proceso técnico, legal y administrativo que requiere ha jugado en contra de su desarrollo.
Hasta ahora. O, al menos, eso es lo que persigue la plataforma tecnológica Sesortea, que ha decidido demostrar que el modelo funciona y que la lotería de casas puede tener un hueco en España. En el pasado, de hecho, ya ha habido subastas de inmuebles protagonizados por empresas como Lotohome o la inmobiliaria Líder Today, pero el modelo no ha terminado de cristalizar como, en cambio, sí ha ocurrido en otros países, sobre todo, anglosajones.
En Canadá, por ejemplo, se sortea de media una vivienda cada dos o tres meses, con la particularidad de que solo las organizaciones de caridad pueden celebrar este tipo de eventos y de que el ganador tiene la opción de recibir la casa o su valor de tasación en metálico.
En Australia, donde el modelo también está consolidado y ligado a organizaciones benéficas, el referente por la cantidad de premios entregados es Prize Home Tickets, que en los últimos seis años ha organizado el sorteo de 349 viviendas por un valor total aproximado de 500 millones de dólares australianos.
En Reino Unido, este tipo de subastas está regulado desde 2005 y los inmuebles que se sacan a sorteo son principalmente casas unifamiliares. Actualmente hay un sorteo en activo que tendrá lugar el 1 de diciembre en el que se sortea una casa por valor de 750.000 libras (unos 825.000 euros al cambio).
Sesortea ya ha superado el primer requisito que exige la legislación, que es obtener la autorización de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), luz verde que, una vez conseguido, permite empezar con la venta de participaciones.
Lograr este permiso es uno los principales escollos que han dificultado el desarrollo de la lotería de inmuebles y, para salvarlo, esta plataforma ofrece a los propietarios de las viviendas que salgan a subasta encargarse de todos los trámites necesarios para obtener el permiso, iniciar el proceso y sortear la casa.
Startup tecnológica
Fundada en 2019 por Manuel Gonzalvez, que cuenta con siete años de experiencia en la dirección de operaciones y desarrollo de negocio en la compañía digital de análisis de productos financieros iAhorro, y Pablo Carballo, Sesortea ha levantado 320.000 euros de capital con sus primeras dos rondas de financiación y, en noviembre, lanzará la tercera.
Para demostrar que la lotería de pisos funciona, los socios fundadores han adquirido con sus propios recursos la primera vivienda que se va a sortear: un apartamento con dos habitaciones y dos baños en una urbanización privada con piscina en Vera Playa (Almería), que se sorteará el 25 de marzo de 2021. Según los promotores de esta iniciativa, la clave de su trabajo está en todo el desarrollo tecnológico en el que han estado trabajando durante el último año, para crear las herramientas tecnológicas y legales que permiten a los propietarios de casas, ya sean individuos o entidades, vender sus viviendas a través de esta plataforma.
En países como Canadá, Australia o Reino Unido, ya está consolidado el modelo de subastas de hogares y, en general, muy ligado a instituciones benéficas
La adquisición de los números también se realiza a través de la web, a un precio de cinco euros por participación y con las únicas limitaciones de ser mayor de edad y adquirir como máximo 1.000 participaciones. En total, en este primer sorteo, se venderá 125.800 participaciones, un límite que dispara las posibilidades de ganar en comparación con otros sorteos como La Primitiva o el Euromillón. La otra cara de la moneda son todas las tasas e impuestos a los que deberá hacer frente el ganador de las viviendas, una exigencia inmediata de liquidez de la que carecen muchas personas.
Consciente de ello, Sesortea asume los gastos administrativos (notaría, registro, etc.) hasta un total de 5.000 euros, la totalidad del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (TPO), y hasta 20.000 euros en lo que respecta al incremento patrimonial en el IRPF del ganador.
Fuente: Elconfidencial.com (11/10/2020) Pixabay.com