El sector óptico se enfrenta a una regularización fiscal masiva en el pago del IVA de las monturas de las gafas entre los años 2015 y 2016. La Agencia Tributaria comunicó el pasado lunes a la patronal sectorial Fedao que las 700 empresas de óptica que operan en España están obligadas a poner al día sus pagos en el IVA de este producto tras detectar que el sector no ha aplicado en los dos últimos años la subida del tipo del 10% al 21% aprobada en el año 2014, según explican a ELMUNDO fuentes conocedoras del proceso.
El departamento que dirige Cristóbal Montoro descarta lanzar en un primer momento una «inspección masiva» sobre el sector, según ha comunicado Fedao a sus asociados. No obstante, Hacienda va a recomendar por carta la regularización bajo la amenaza de sanciones. La patronal recomienda, en este sentido, que sus asociados acometan una liquidación complementaria a la mayor brevedad con el consiguiente recargo por intereses de demora. No obstante, la Agencia Tributaria estudia eliminar los recargos complementarios y limitar el pago a la regularización. La segunda opción pasaría por ponerse al corriente de pagos en la siguiente liquidación del IVA a presentar, si bien esta modalidad puede dar lugar a sanción.
El sector estima que la recaudación por la regularización podría situarse entre los 100 y los 200 millones de euros. Fuentes de la Agencia Tributaria confirman la investigación pero no ofrecen cifras sobre la potencial recaudación.
El origen de la crisis abierta entre el sector óptico y Hacienda se encuentra en la Ley 28/2014 que modifica la regulación del Impuesto de Valor Añadido (IVA). La norma cambió el tipo que grava decenas de productos, entre ellos el de las monturas de las gafas. La Dirección General de Tributos apoyó la decisión en el cumplimiento de una sentencia europea que establece que las lentes de contacto estén gravadas al tipo reducido pero las monturas al tipo general.
A pesar del cambio fiscal, el sector óptico continuó pagando el 10% por la importación de las monturas a las empresas fabricantes al entender que el cambio no había sido desarrollado mediante la reglamentación correspondiente. No obstante, el servicio de Aduanas detectó el mal pago de impuestos y se trasladó de forma anónima una consulta a la Dirección General de Tributos si el cambio en el tipo era aplicable desde el 1 de enero de 2015, a lo que Hacienda respondió de forma afirmativa el pasado 26 de de diciembre. Por este motivo, las compañías se enfrentan ahora al abono retroactivo de los 11 puntos porcentuales que separan el 21% del 10% del impuesto.
Los representantes de Fedao trasladaron el pasado lunes a la Agencia Tributaria que la regularización va a tener un «trágico efecto» para el sector. Los representantes del fisco no han impuesto ningún plazo concreto para regularizar, si bien explicaron que todas las empresas tienen la obligación de hacerlo tras tener conocimiento de la situación. Fedao reclamó que las gafas sean consideradas como prótesis a efectos tributarios, lo que fijaría un tipo del 10% sobre toda la cadena de componentes.
«Muchas empresas, en su mayoría nacionales, no podrán soportar la carga fiscal que se les exige para regularizar los años 2015 y 2016. Su tesorería no es suficiente y no podrán seguir adelante con su negocio», explican desde la patronal óptica. Fedao estima que un centenar de las 700 empresas ópticas que operan en España están «en un aprieto». «Si las entidades que representamos a este sector no logramos dar la vuelta a la situación, hemos calculado que el sector se sumergirá en una crisis inmensa», remarcan.
¿Y qué impacto tendrá sobre los consumidores? La patronal asegura que ninguno, ya que estos seguirán pagando un IVA del 10% por la compra de una gafa completa, que incluye lente más montura. No obstante, las compañías acabarán repercutiendo el pago del impuesto sobre el coste de sus productos, lo que al final se traducirá en un incremento de precios para el consumidor final tanto de gafas graduadas como de gafas de sol.
Fuente: Elmundo.es (2/2/17) Pixabay.com
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