La renovación de Cristiano Ronaldo en el club blanco es inminente y diferentes medios de comunicación ya han confirmado que su salario neto se elevará a 17 millones de euros anuales, siete millones más de los que cobra actualmente. Pero el jugador no es el único que celebrará este aumento de sueldo. Hacienda también lo hará porque, a partir de 2015, ingresará seis veces más de lo que recaudaba hasta ahora por el portugués.
Esto se explica, además de por el incremento en la nómina, porque transcurridos seis años de residencia fiscal en España, el jugador ya no puede beneficiarse de la llamada Ley Beckham, que le permitía tributar en el IRPF al 24,75%, un tipo más propio de un mileurista que de un millonario. No obstante, él no será el gran perjudicado.
Los grandes futbolistas negocian su sueldo en neto con los equipos y, por ello, es el club quien asume la carga fiscal. Los salarios superiores a 300.000 euros tributan en el IRPF en torno al 52%, dependiendo de la comunidad autónoma. El Real Madrid soportará, por lo tanto, el peso de esta renovación, ya que deberá pagar un total de 35,3 millones de euros: 17 millones netos al jugador y 18,3 a Hacienda, frente a los 3,3 que ingresa a la Agencia Tributaria actualmente. Es decir, si el Madrid quiere que Ronaldo siga siendo blanco deberá pagar el tipo del 51,9% en el IRPF de esta comunidad.
Cristiano Ronaldo fue uno de los últimos jugadores que se benefició de la Ley Beckham, creada al final del último gobierno popular de José María Aznar para atraer profesionales de alta cualificación. A pesar del objetivo inicial de la medida, uno de los primeros en beneficiarse de la ventaja fiscal fue David Beckham, cuyo nombre sirvió para bautizarla. Precisamente con el fichaje del portugués en junio de 2009, se reabrió el debate sobre esta norma. El gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero modificó la ley en 2010 suprimiendo la posibilidad de tributar al 24,75% para aquellos que tuvieran unos ingresos superiores a 600.000 euros. La medida disgustó a la Liga de Fútbol Profesional (LFP), que amenazó incluso con paralizar la competición.
El caso de Lionel Messi fue distinto. Cuando firmó su contrato profesional con el FC Barcelona ya era residente fiscal en el país y no pudo, por ello, acogerse a la Ley Beckham. El club blaugrana ingresa a la Agencia Tributaria el tipo del 56% fijado en Cataluña, la región con el gravamen más alto del IRPF. En números redondos, paga 36 millones de euros en total: 20 millones al fisco y 16 millones al jugador.
Neymar, el gran fichaje de la temporada, en espera del destino del galés Gareth Bale, firmó por un sueldo de siete millones netos en el club barcelonés. De nuevo, Hacienda es la gran beneficiaria puesto que ingresará más que el jugador: unos 8,9 millones, que serán abonados por el club blaugrana.
Por estos tres jugadores, Hacienda acabará recaudando alrededor de 50 millones de euros al año. Una cifra que equivale a lo que ingresa por IRPF la Agencia Tributaria por 15.723 trabajadores que cobran un sueldo bruto de 22.000 euros anuales.
La Comisión Europea investiga a los dos grandes de España
Según publicó el periódico británico The Independent, la primera semana de agosto, el Real Madrid C.F. y el Barcelona estarían siendo investigados por el departamento de competitividad de la Comisión Europea, por considerar que ambos cuentan con un régimen jurídico privilegiado y que este les habría proporcionado ayudas públicas ilegales.
La Comisión podría obligarles a convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas, “perdiendo una de las ventajas claves detrás de su predominio en el fútbol español y su éxito en las competiciones europeas”, según el artículo.
El diario británico aseguró que la investigación vuelve a recuperar su relevancia en un verano en el que el club blanco se encuentra camino de batir de nuevo un récord de compra por el jugador galés Gareth Bale.
Al mismo tiempo, en el artículo, se afirmó que mientras que ambos equipo encabezan la lista de los equipos de fútbol más rentables de Europa, elaborada y publicada el pasado enero por la auditora Deloitte, tanto el Madrid como el Barcelona han estado operando con ventajas fiscales.
Estas se remontan, según The Independent, a 1990 año en el que el primer gobierno de Felipe González obligó a que todos los clubs de fútbol se constituyesen como sociedades anónimas deportivas (SAD), excepto el Real Madrid, el Barcelona, el Athletic de Bilbao y el Osasuna, que quedaron exentos.
Además, el periódico recordó que existe otro proceso abierto contra el club blanco por la repartición de unos terrenos acordada con el Ayuntamiento de la capital española en 1996. De ser así, se trataría de nuevo de una ayuda pública ilegal, según The Independent.
Fuente: Expansion.com (20/8/13)
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