Un estudio publicado en «Science» descubrió la verdadera razón de esta particular configuración somática, que no se debe al mestizaje, la dieta o el sol.
La piel oscura y el cabello rubio que caracterizan a los habitantes originarios de las Islas Salomón, en el Pacífico Sur, no se debe a mestizaje o a efectos del ambiente sino a un gen único que poseen, de acuerdo a un reciente estudio científico.
El descubrimiento, que figura en la edición de la prestigiosa revista «Science» de este viernes, busca dilucidar la particular conformación física de este pueblo, que habita durante milenios este territorio oceánico.
Durante mucho tiempo, los extranjeros supusieron que las características de los melanesios que viven en las islas se debían a la mezcla con comerciantes europeos. Otros atribuían el color claro de su cabello a una dieta rica en pescado o a la exposición constante al sol.
No obstante, el análisis de su material genético halló que la razón por la que de 5 a 10% de los isleños son rubios se relaciona con un gen específico, denominado TYRP1, que poseen los nativos de las Islas Salomón y que está ausente en los europeos, indicó el estudio.
Evolución paralela
Según el principal autor del estudio, Eimear Kenny, investigador postdoctoral en la Universidad de Stanford en California, el hallazgo muestra que la característica del pelo rubio evolucionó independientemente en Europa y en Melanesia.
«Eso es bastante inesperado y fascinante», señaló.
Los investigadores se ganaron la confianza de un jefe local y recogieron datos de 1.000 personas, que incluían evaluaciones de color de pelo y piel, presión arterial, altura, peso y muestras de saliva para estudios de ADN.
«Fue una señal llamativa apuntando a un solo gen, un resultado como para sacarse el sombrero. Esto rara vez ocurre en ciencia», destacó.
La idea de estudiar la genética de esta población fue de especialista Sean Myles, un ex becado de estudios posdoctorales de Stanford, actual profesor asistente en la universidad canadiense Nova Scotia Agricultural College, después de visitar la zona en 2004.
Otro de los autores del estudio, Carlos Bustamante, profesor de genética en la Universidad de Stanford, dijo que el estudio incita a una mayor investigación sobre los genomas de poblaciones poco estudiadas.
«Como la mayoría de los estudios de genética humana sólo incluyen a participantes de ascendencia europea, podríamos estar recibiendo una visión muy sesgada de los genes y las mutaciones que influyen en los rasgos que investigamos», advirtió.
Fuente: emol.com (5/5/12)
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