Las familias españolas destinaron en 2012 el 28% de sus ingresos brutos anuales disponibles a comprar una vivienda y emplearon para ello una media de seis años. Unas cifras que están muy lejos de los máximos que se alcanzaban en pleno ‘boom’ del sector inmobiliario.
De hecho, el porcentaje anual de ingresos que necesitaron los hogares españoles para adquirir una casa el pasado año 2012 se redujo en dieciséis puntos con respecto a las cotas que se registraban hace cuatro años, cuando los hogares dedicaban el 42% de su renta.
De acuerdo con los últimos datos difundidos por el Banco de España (BE), en el último trimestre de 2012 los hogares aportaron el 26,3% de los ingresos anuales para la compra de vivienda (con deducciones fiscales), el menor desembolso de todo el ejercicio.
Y es que desde comienzos del ejercicio, el esfuerzo de los españoles se ha ido reduciendo progresivamente (el 29,4% de los ingresos brutos en el primer trimestre del año; el 28,8% en el segundo trimestre y el 27,4% en el tercer trimestre del ejercicio).
Desde 1995, cuando el Banco de España tiene datos comparables, el esfuerzo de las familias ha pasado de situarse en un entorno del 36% a reducirse por debajo del 30% durante el periodo comprendido entre 1996 y 2006, año a partir del cual repuntó hasta superar el 40% en 2008 y volvió a reducirse desde entonces hasta el nivel actual.
En consecuencia, para pagar unavivienda tipo de unos 90 metros cuadrados construidos (base sobre la que el BE elabora sus cálculos) las familias emplearon 6,2 años en el primer trimestre, 6,1 años en el segundo, 6 en el tercero y 5,9 a cierre del año.
En plena expansión del sector inmobiliario y de fluidez crediticia, para poder comprar una vivienda las familias empleaban las rentas de más de 7,5 años.
Entre los factores que han propiciado este cambio de tendencia destaca el abaratamiento del 13,7% que registró la vivienda en 2012, la quinta caída anual consecutiva y el mayor descenso en un ejercicio completo desde que en 2007 se comenzó a elaborar el índice de precios de vivienda (IPV) del Instituto Nacional de Estadística (INE).
A pesar de ello, la compraventa de viviendas encadenó el pasado año 2012 su segunda caída anual consecutiva tras ceder un 11,3%, una tendencia que si bien se moderó respecto a ejercicios anteriores no se vio suficientemente impulsada por el fin de las desgravaciones fiscales y del IVA superreducido para este tipo de operaciones.
Con ello, la constitución de hipotecas sobre viviendas alcanzó las 274.715 en 2012, lo que supone una reducción del 32,7% respecto a 2011 y el sexto año consecutivo de descensos.
Para calcular el esfuerzo financiero necesario para comprar una vivienda, el BE utiliza el importe de las cuotas que tiene que pagar el hogar mediano en el primer año tras la adquisición de una vivienda tipo financiada con un préstamo estándar por el 80% del valor del piso.
Fuente: observatorioinmobiliario.es (8/4/13) Idealista.com (25/6/13)
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