«Presione un botón, nosotros hacemos el resto» fue el eslogan que marcó los prósperos inicios de Kodak, en 1888, y una de las mejores campañas publicitarias de la época.
La compañía estadounidense, fundada por George Eastman, un humilde hijo de inmigrante inglés, enamoró a los consumidores con unos precios más económicos y un invento revolucionario: el carrete. Las primeras de estas cámaras estaban preparadas para tomar cien imágenes. Kodak se encargaba después de revelar la película y devolver el aparato a sus propietarios, listo para hacer otras cien fotografías.
La edad de oro de Kodak duró casi un siglo, incluyendo éxito como las cámaras Instamatic, en 1963, y su temprano estreno en bolsa, en 1905.
No obstante, el grupo no ha sabido sacar provecho de la revolución digital, a pesar de que el inventor de la cámara digital, Steve Sasson, había sido un ingeniero de la casa.
Eastman Kodak ha decidido solicitar la declaración del estado de quiebra voluntaria para la matriz y las filiales estadounidenses ante los tribunales de Nueva York, y acogerse así a la protección que ofrece el capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EEUU para reorganizar sus actividades, informa Efe.
Líder español
“Kodak está adoptando un paso significativo para permitir que la empresa complete su transformación”, dijo el presidente y consejero delegado de Kodak, el español Antonio Pérez.
“Tras tomar en consideración todas las ventajas del capítulo 11 en estos momentos, el consejo de administración cree unánimemente que este es un paso necesario y lo más correcto para el futuro de Kodak”, añadió el ejecutivo.
La declaración de suspensión de pagos de Kodak se daba por descontada desde hace meses. Según las normas del parqué estadounidense, una compañía cuenta con seis meses desde que recibe la notificación para volver a cumplir el requisito de que sus acciones valgan más de un dólar. No ha hecho falta esperar.
Tras la suspensión depagos, el regulador del NYSE ha decidido expulsarla del parqué. Cotizaba a 0,36 dólares por título, según Bloomberg.
No está todo perdido. En la actualidad, la imagen digital representa el 75% de la facturación del grupo con sede en Rochester (Nueva York) y Citigroup le ha concedido un crédito de 950 millones de dólares (748 millones de euros) con vencimiento a 18 meses que empleará en mejorar su liquidez.
“Esta línea de crédito está sujeta a la aprobación por parte de los tribunales y otras condiciones previas”, precisó la empresa, que confía en contar con liquidez suficiente para seguir operando mientras se encuentre bajo la protección del capítulo 11.
Además, Eastman Kodak es propietaria de más de un millar de patentes en la industria fotográfica, algunas de las cuales ahora planea vender. El plan, en palabras de la propia compañía, es reorganizarse para “rentabilizar los derechos de propiedad intelectual no estratégicos”, resolver la situación de su pasivo y concentrar sus esfuerzos en las líneas de negocio más rentables”.
Polaroid
Kodak no ha sido la única víctima de la digitalización del sector y de la competencia de los móviles de última generación. Es el caso de Agfa, su histórico rival. El rey de la fotografía instantánea, Polaroid, no corrió mejor suerte. En 2011 presentó su primera suspensión de pagos. La segunda tuvo lugar en 2008, tras cerrar la producción de carretes un año antes y destaparse un fraude millonario cometido por Tom Petters, fundador y presidente de la matriz Petters Group.
Precisamente, Kodak y Polaroid protagonizaron una dura batalla legal en la década de los ochenta, que la primera perdió, generándole pérdidas ese ejercicio.
Fuente: Cinco Días (20/01/2012)
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