España, líder mundial en el aceite de oliva, ha dejado tradicionalmente en manos italianas buena parte del valor añadido de ese oro líquido. De hecho, en torno al 80% del aceite español se vende a granel al país transalpino. Pero ahora ese dominio podría ser aún más aplastante si el Fondo Estratégico Italiano logra hacerse con el control de Deoleo, el gigante aceitero español que ha puesto a la venta el 31% de su capital, que está en manos de entidades financieras. La irrupción de este fondo italiano, junto a otras cinco ofertas no vinculantes recibidas por Deoleo hasta este miércoles, ha movilizado a las cooperativas andaluzas y también al Ministerio y a la Junta de Andalucía para articular una estrategia que permita seguir manteniendo el control de la empresa líder del sector oleícola.
Unicaja es la única entidad financiera que participa en el gigante aceitero
La alternativa andaluza más sólida pasa por la cooperativa malagueña Dcoop, que el año pasado aterrizó en Deoleo con un 10% de su capital social a cambio de su marca de aceite de oliva virgen extra Hojiblanca y su planta industrial de Antequera. La cooperativa que dirige Antonio Luque ha mostrado su intención de aumentar su participación en Deoleo (podría llegar hasta el 25%), pero lo supedita a que ningún grupo lance una OPA sobre Deoleo (la ley lo exige a partir del 30%) por un precio que sería inasumible para ellos. No obstante, Dcoop busca alianzas para hacer posible la operación: “Estamos abiertos a seguir sumando cooperativas y productores porque sería una pena que Deoleo se fuera a otras manos con otros intereses muy distintos”, señaló Esteban Carneros, responsable de Relaciones Corporativas.
Mientras, ya se sabe también que Unicaja mantendrá al menos su participación del 10% en Deoleo. Será la única entidad financiera que permanezca, puesto que las otras han puesto a la venta sus acciones. Unas, como Bankia (16,5%) y Mare Nostrum (4,85%), obligadas al ser entidades intervenidas, y otras, como Caixabank (5,28%) y Kutxabank (4,2%), por decisión propia. También prepara su salida de Deoleo el grupo arrocero Ebro, con sede en el municipio sevillano de San Juan de Aznalfarache y que hace cuatro años cubrió el capital por el que pugnaban un grupo de aceiteras andaluzas durante la ampliación de capital del entonces llamado grupo SOS.
Otra opción que cobra fuerza en las últimas horas es la petición que parte del sector hace al Gobierno de la nación para que autorice a la Sepi (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) su entrada en Deoleo. Rafael Sánchez de Puerta, director gerente de la sectorial del aceite de Faeca, llama la atención sobre el carácter “estratégico” de la compañía Deoleo y pide la intervención del Estado, como ya ocurrió con otros sectores como las eléctricas.
En contra de la venta con ayudas
En el sector cooperativo andaluz no ha sentado nada bien la posición que los industriales y envasadores del aceite han mostrado sobre la venta del grupo Deoleo, que en 2013 facturó 800 millones y tuvo un beneficio de 20 millones después de varios ejercicios de pérdidas. La Asociación Española de la Industria y Comercio Exportador de Aceites de Oliva y Orujo (Asoliva) y la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) defendieron en un comunicado conjunto que la venta del 31% de las acciones del gigante del aceite “se debe realizar de una forma transparente, libre y sin ayudas públicas” y que “la adjudicación debería corresponder a la mejor oferta económica y al interés exclusivo del vendedor”.
Tanto Asoliva como Anierac se muestran así en contra de la posible entrada en la operación de la Sepi, como sí defienden las cooperativas y las organizaciones agrarias. En su opinión, la competitividad del sector del aceite de oliva español “no reside en la nacionalidad de una empresa, por muy relevante y respetable que esta sea, sino que es debida al esfuerzo y a la capacidad de los agricultores, industriales y comercializadores de este sector”. Y por eso creen que “lo último que necesita el sector son interferencias a procesos que se están desarrollando de una forma transparente y libre”.
Sin embargo, desde las cooperativas oleícolas agrupadas en Faeca se ve la opción de la entrada de la Sepi como la “más favorable” para garantizar la estabilidad de la primera empresa del principal sector agroalimentario del país.
Sánchez de Puerta dice que sería una “fatal noticia” la entrada en Deoleo de grupos con fines especulativos, y pone como ejemplo las consecuencias de la venta de la firma granadina Puleva al grupo francés Lactalis. “Ya estamos viendo el impacto de esa operación, con cierre de fábricas y de pérdida de empleo”. También las organizaciones agrarias piden la intervención del Estado a través de la Sepi. Agustín Rodríguez, secretario regional de UPA, insta al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a autorizar su entrada en Deoleo “para garantizar no solo la viabilidad de la empresa sino que siga siendo española, evitando así el desembarco de los italianos en una compañía estratégica para el sector oleícola español”. En su opinión, la entrada de capital italiano “puede suponer un paso atrás en lo conseguido hasta ahora en este sector, líder en el mercado mundial”. Juan Luis Ávila, de COAG, demandó la intervención del Estado. “Lo mismo que buscó fondos para rescatar a entidades financieras que despilfarraron el dinero, ahora sería posible hacerlo en Deoleo, con cantidades ínfimas, para tomar parte en el proceso de venta, más aún cuando se trata de un sector estratégico para España”.
El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, tampoco ha ocultado su preocupación por el futuro de la compañía que lidera el sector del aceite. “Me preocupa menos cuál sea la composición del capital, que cuál sea el proyecto empresarial, quiero un gran proyecto empresarial, exportador, ganador y que sitúe al aceite español en los mercados mundiales al precio más alto posible”, señaló Cañete desde Pozoblanco (Córdoba), donde clausuró unas jornadas de la cooperativa Covap.
También la Junta de Andalucía, en coordinación con el Ministerio, mantiene contactos discretos con accionistas y posibles empresas interesadas. La consejera de Agricultura, Elena Víboras, indicó que la intención es que Deoleo “mantenga su ubicación y su núcleo de decisión tal cual está, de manera que mantenga el sello español y andaluz para el aceite de oliva”. Y el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, afirmó que la venta del 31% de las acciones de Deoleo “supone una oportunidad de que España y Andalucía recuperen en el espacio de distribución del aceite que nunca debió perder”.
Dejar una contestacion