En los últimos meses viene siendo un clamor la necesitada y urgente reforma fiscal que necesita el Estado Español. Por un lado porque los ciudadanos, todos, estamos realmente asfixiados con el sistema impositivo actual, por otro lado porque es cada vez más evidente que el sistema impositivo español no es justo, no son los que más ganan los que más pagan, además es un sistema que se ve agotado, porque por más que nos suban los impuestos, a los particulares, profesionales y empresas… la recaudación no sube en la misma proporción, eso cuando no baja.
Por eso, está ya anunciada la reforma fiscal, sobre todo del IRPF y Sociedades, para intentar darnos un poco más de margen, esperemos, y de alivio a los contribuyentes al hilo de la esperada recuperación económica, y por otro lado para recaudar más. Eso implica hacer un reajuste completo del sistema, porque con el actual, tan pervertido, el efecto tiende a ser el contrario.
Dejando de lado el IVA, aunque algunos anuncian su próxima subida al 23% parece que el Gobierno se inclina más bien por mantener el tipo (21% actual) y eso sí, eliminar exenciones, regímenes especiales (como los módulos) y subir la tributación de productos y servicios que actualmente están en los tipos bajos (al 4% o al 10%), sin duda, la reforma de mayor calado se va a producir en el IRPF.
De momento, ya sabemos que el País Vasco va a eliminar el sistema de módulos para 2014; el Estado previsiblemente para 2015. Queremos creer que en paralelo se creará o se adaptará algún régimen de tributación que implique no demasiadas obligaciones formales (contabilidad, libros, etc.) aunque a la vez lleve a una tributación basada en la diferencia de ingresos y gastos y no en la aplicación de unos módulos, objetivos o no, que no están basados en la actividad económica real de la empresa.
Pero, más importante que la desaparición de los módulos, nos parece meter mano de lleno y de verdad a las grandes empresas. Aquellas que, aunque les corresponde pagar un 30% de Impuesto de Sociedades, terminan pagando, con mucha suerte para todos nosotros, claro, un 5%, un 2%… O ¡nada! Realmente abochornante, vergonzoso, indigno e injusto este sistema impositivo sobre la renta que tenemos donde los haya.
Habría que ver, y saber, qué supondría mayor recaudación para Hacienda, si la desaparición de los módulos o que las grandes empresas tributen realmente conforme a las leyes fiscales que nos aplican a todos los demás.
Y mientras más pequeño seas, menos opciones tienes de deducir en tus impuestos, defraudar, establecerte en un paraíso fiscal para que toda la recaudación en el Estado español tribute en dicho paraíso y no en España… Y a esto hay que sumarle la imposibilidad de recurrir a expertos (fiscales, abogados, etc.), porque no te lo puedes permitir, para tributar menos.
Que no, que no nos convencen. Que este sistema es injusto, que aquí no paga más el que más gana, quien a veces, demasiadas, ni siquiera paga. El futuro tras la desaparición de los módulos.
Link a la fuente: http://www.fenadismerencarretera.com/revistadigital/numero69/index.html#/4/
Adiós a los módulos en el País Vasco para este año
Las tres Diputaciones forales del País Vasco han decidido eliminar el régimen de módulos ya para 2014.
Con este, las Haciendas Forales vascas lo que hacen es adelantarse un año a la decisión de la Hacienda central de eliminar este régimen para 2015. Lo que no sabemos todavía es porqué régimen va a ser sustituido, si los empresarios pasarán directamente a la Estimación Directa con todas las obligaciones fiscales, contables y registrales que implican o bien se habilitará un sistema fiscal intermedio.
Lo que está claro es que dejará de pagarse a Hacienda en función de unos módulos objetivos fijados para cada actividad (en el caso del transporte las personas empleadas, incluido el titular, y las toneladas de carga útil) para pasar a pagar en función de los gastos e ingresos derivados de la actividad. Lo cual no tiene porqué ser peor que los módulos, desde el punto de vista económico, queremos decir. Es decir, si la actividad ha generado más ingresos que gastos, no se pagará nada a Hacienda mientras que en módulos, por poco que sea siempre hay que pagar algo (salvo excepciones). Con el IVA viene sucediendo lo mismo, las sucesivas reformas del IVA por módulos conllevaron la pérdida de los posibles beneficios de estar tributando por módulos a la vez que se mantiene el perjuicio de no poder deducirse todas las facturas recibidas de los proveedores, Por eso, lo que en principio puede parecer como el principio del fin o una grave puñalada para el sector, no hay que valorarlo así, sino como la posibilidad de ajustar los pagos a Hacienda a lo que realmente se tributa.
El único problema puede ser si se exige la llevanza de cierta contabilidad, libros registro, etc.
El futuro tras la desaparición de los módulos
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