Todos los propietarios de una vivienda (inmueble) en España están obligados al pago, cada año, del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI). Se trata de un tributo municipal, considerado uno de los pilares fundamentales de la recaudación de los ayuntamientos de toda España, ya que, de media, supone un 28,2% de sus ingresos anuales.
De la misma manera que existen diferencias abismales entre los precios de la vivienda de unas ciudades a otras o de unas provincias a otras, también existen diferencias muy significativas entre el importe de este impuesto en función de la localización del inmueble.
Su importe, además, no está correlacionado con el precio de la vivienda. Es decir, Barcelona, Madrid, San Sebastián o Palma de Mallorca, las ciudades más caras para comprar casa en España, no son las que más ‘castigan fiscalmente’ a los contribuyentes. De hecho, en estas últimas dos ciudades, aquellos que poseen un inmueble en propiedad pagan unos impuestos muy reducidos respecto a la media nacional, mientras que ciudades que no destacan precisamente por lo elevado del precio de sus viviendas someten a los propietarios a una mayor carga fiscal.
En la ciudad donostiarra, por ejemplo, la más cara de toda España para comprar una casa, el IBI es de apenas 48 euros, muy por debajo de la media nacional y a años luz de los 152 euros de Soria.
En Soria se paga el IBI más elevado por tener una vivienda en propiedad, 152 euros frente a los 23 de Pamplona, la ciudad con menor carga fiscal
Así, por ejemplo, aquellos que tienen una vivienda en propiedad en Soria pagan el IBI más alto de toda España. En concreto, 152 euros, por encima de los 89 euros de la media nacional, según datos del portal Kelisto.es.
Además, Soria no es, ni mucho menos, uno de los mercados inmobiliariosmás calientes del territorio español. El precio del metro cuadrado de segunda mano se mueve en torno a 1.226 euros, según datos de Fotocasa, mientras que Tinsa no ofrece precio de la vivienda nueva debido a lo reducido de su actividad residencial. «No es posible ofrecer el precio de la vivienda, su evolución y el tiempo medio de venta de un inmueble con fiabilidad».
La otra cara de la moneda la encontramos en Pamplona, donde apenas se pagan 23 euros de IBI. Es decir, casi siete veces menos que en Soria y un 74% por debajo de la media nacional, que se sitúa en casi 89 euros.
Por detrás de Soria, los contribuyentes que más impuestos pagan son aquellos que tienen una vivienda en propiedad en Tarragona (148,43 euros, un 66,85% más respecto a la media nacional) y Lleida (139,01 euros, un 56,26% más). Por detrás de Pamplona, aquellos que tienen un inmueble en propiedad en Vitoria pagan poco más de 41 euros al año, la mitad que la media nacional.
¿Por qué hay tantas diferencias?
Según el Ministerio de Hacienda, son varias las variables que utilizan los ayuntamientos de toda España para calcular el IBI. En primer lugar, se encuentra el valor catastral del suelo -es decir, aquel que refleja el valor del suelo en el que se ubica y la edificación-, pero también el valor catastral de las construcciones que haya sobre él.
Cada 10 años se procede a realizar una valoración colectiva de carácter general por la que se revisan si las características de la vivienda se ajustan a la realidad y así adecuar el IBI a los valores de mercado. El valor castastral de una vivienda puede consultarse en el catastro o a través del recibo del IBI que cada ayuntamiento gira a todos los propietarios de un inmueble cada año.
Al valor catastral del inmueble se le aplica un coeficiente que varía entre un 0,4% y un 1,1% para los inmuebles urbanos y entre un 0,3% y un 0,9% en el caso de los inmuebles rústicos. Y es aquí donde cada ayuntamiento decide aplicar un coeficiente u otro.
Pero además, tal y como recoge la Ley Reguladora de las Haciendas Locales, los ayuntamientos podrán incrementar estos tipos con los puntos porcentuales cuando concurra alguna de las circunstancias siguientes.
Fuente: Elconfidencial.com (14/8/18) Pixabay.com