La planta hotelera de la Costa Blanca tiene desde hace dos años unos competidores durísimos: las plataformas de internet, que hacen de intermediarias para facilitar el alquiler de una vivienda turística de un particular a otro particular. Este tipo de operadores on line irrumpieron en el mercado atacando a una demanda de tipo medio, tanto nacional como extranjera, con un poder adquisitivo limitado. El público de alto standing quedaba fuera de su alcance. Fue su forma de llamar a la puerta de un turismo de sol y playa que hasta entonces era absorbido por los alojamientos reglados clásicos (hotel, hotel-apartamento o apartahotel, motel, hostal, pensión, camping etc).
No obstante, una vez que este tipo de negocio entre iguales, conocido popularmente como P2P (peer to peer), se ha consolidado entre los usuarios más jóvenes y los hogares de clase media, el fenómeno va penetrando poco a poco entre el público más selecto y va más allá del apartamento de verano.
La Marina Alta es la zona con la mayor oferta de producto de alto ‘standing’ para el público que alquila a través del ‘P2P’
Las principales webs del sector (Airbnb, Wimdu, Homeaway, Niumba, Homelidays, Rentalia, Housetrip, Vacaciones-Espana, Alterkeys, BeMate- y Only-Apartments) han apostado por dirigirse también a los bolsillos más pudientes, reforzando su oferta de viviendas de lujo. Estos intermediarios ofrecen cientos de auténticas mansiones para pasar unas vacaciones este mismo agosto. La Marina Alta es la zona con la mayor oferta de este tipo de producto selecto. Poblaciones como Altea, Dénia, Xàbia, Adsubia, Moraira, etc, disponen de un enorme catálogo de villas en manos de propietarios particulares que quieren arrendar a los turistas a través de los gigantes del P2P.
Los precios son similares, incluso superiores en algunos casos, a las tarifas que pueden cobrar por una noche de hotel los establecimientos de cinco estrellas de Alicante. En estas webs se pueden encontrar ofertas para pasar una semana, por 800 euros diarios, en un lujoso chalé de Moraira; o por 1.000 euros al día, disfrutar de una villa en la costa de Moraira con vistas al mar. (Ese precio se paga independientemente del número de personas que ocupen el inmueble).
Disfrutar de siete noches en una habitación doble del Barceló Asia Gardens de Benidorm en agosto (alojamiento y desayuno) cuesta unos 400 euros diarios, una tarifa similar a la del Villa Venecia Hotel Boutique, también en Benidorm.
Los empresarios hoteleros de la Costa Blanca defienden que los servicios y la atención, además de las garantías y la seguridad de un cinco estrellas, no se pueden comparar con lo que unos turistas se pueden encontrar en un chalé «por muy espectacular que sea», afirman en el sector.
Una «vuelta de tuerca»
¿A quién va destinado este tipo de producto top de alquiler? A turistas con un potente poder de compra, que viajan en familia o en grupo, que buscan un alojamiento amplio, más reservado e íntimo que un hotel, y que además van acompañados de su propio servicio en algunos casos. Esta oferta se concentra en albergar a grupos y/o familias para estancias más largas que las que se realizarían en un hotel.
Se trata en definitiva de dar una vuelta de tuerca más al negocio on line del alquiler entre iguales, una tendencia, que como dice el presidente de la patronal hotelera Hosbec, «ha venido para quedarse», aunque la planta alojativa de Benidorm, el centro neurálgico del turismo de la Comunidad Valenciana, aún se puede permitir el lujo de estar por encima de la oferta no reglada.
Y es que según el «Estudio sobre el impacto del negocio de alquiler de viviendas para uso turístico a través de plataformas P2P», elaborado por Exceltur, el arrendamientos de inmuebles turísticos presente en las plataformas P2P supone el 41% de toda la oferta de Benidorm (unas 28.377 plazas). El mercado reglado aún está por encima de la oferta pirata al concentrar el 59% del mismo (40.840 plazas).
Además, los hoteleros también recuerdan que el turista P2P, aún en el caso de que tenga un alto poder adquisitivo, gasta menos que el usuario de hotel. Según el informe de Exceltur, «los efectos arrastre del gasto diario de un turista en establecimientos reglados sobre el resto del entramado productivo local son el doble (un 109,4% superior) que los del usuario de vivienda de alquiler turístico».
El estudio sostiene que «el cliente de la oferta regulada gasta más [en Benidorm desembolsa 71,6 euros al día] en restaurantes y actividades recreativas, mientras el que utiliza la vivienda de alquiler concentra más su gasto (42,7 euros diarios en Benidorm) en comestibles, bebidas o artículos de limpieza, adquiridos en supermercados, cuya producción no se genera en muchos casos dentro ni en las zonas de influencia más próximas».
Un fenómeno imparable en el turismo
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- La apuesta. Las plataformas de internet que hacen de intermediarias para facilitar el alquiler de una vivienda turística, de un particular a otro particular, han apostado por reforzar su oferta de viviendas de lujo.
- Los ‘gigantes’. Las principales webs del sector Airbnb, Wimdu, Homeaway, Niumba, Homelidays, Rentalia, Housetrip, Vacaciones-Espana, Alterkeys, BeMate- y Only-Apartments, tienen en la Costa Blanca un gran mercado de alto standing.
- La respuesta. Los hoteleros sostienen que el turista P2P, aún en el caso de que tenga un alto poder adquisitivo, gasta menos dinero a diario que el usuario de hotel.
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